Название: Hermandad Hirámica: La Profecía Del Templo De Ezequiel
Автор: William Hanna
Издательство: Tektime S.r.l.s.
Жанр: Современная зарубежная литература
isbn: 9788893981880
isbn:
6
Viernes, 11 de diciembre
Sede Nacional de la Policía de Israel, Jerusalén Oriental.
La policía de Israel solía estar en su sede en Tel Aviv, pero después de la guerra de Israel en 1967, Israel hizo una declaración de intención de trasladar la sede a un recién creado sitio de Jerusalén oriental – un complejo de edificios del gobierno que llevaba el nombre del ex Primer Ministro conocido como Kiryat Menahem Begin – situado entre Sheikh Jarrah en el norte, el Monte Scopus en oriente, y La Colina de la Munición en el occidente. El hecho de que este año sólo hubo una “puerta giratoria” para la llegada y partida de tres Comisarios Generales de la Policía había requerido que Abe Goldman realizara otra visita para discutir sobre la vigilancia del Monte del Templo con el último comisionado de policía – traído apresuradamente desde Shin Bet – cuyo reciente nombramiento por el Primer Ministro y el Ministro de Seguridad Pública tuvo que ver más con tener a alguien que fuera fiel, en vez de eficiente.
Goldman esperaba que la experiencia anterior del nuevo Comisario con la agencia de seguridad interna de Israel pudiera mejorar el control de los actuales disturbios palestinos en el monte. Conocido por su acrónimo hebreo “shabak”, Shin Bet fue una de las agencias de seguridad más poderosas del mundo con vínculos históricos con los grupos paramilitares, cuya violencia sionista contra los palestinos era generalizada antes de la creación de Israel. La agencia se había hecho famosa por la tortura y el asesinato de detenidos palestinos con el Comité contra la Tortura de la ONU para condenar el uso ilegal y violento de técnicas de interrogatorio que todavía se utilizaban hasta la fecha.
Aunque en la reunión con el comisario rotundo, bigotudo, y vestido con “kippa” había sido cordial, Goldman permaneció impresionado por un hombre que durante su breve mandato había sido controvertido, haciendo una distinción entre el duelo judío y palestino con la absurda y evidentemente motivada afirmación racial de que “Israel santifica la vida, nuestros enemigos santifican la muerte”. Además, había tomado una decisión de ocultar a la opinión pública una recomendación hecha por los investigadores de la policía de que la esposa del Primer Ministro debía ser acusada por las irregularidades en el funcionamiento de las casas del Primer Ministro. La solicitud de Goldman en la reunión era garantizar que la estricta vigilancia del Monte del Templo, sería al menos mantenida, sino aumentada, para facilitar oportunidades y protección para los judíos que visiten el sitio: una política deliberada de creciente presencia judía que finalmente favorecería a la Hermandad Hirámica del objetivo principal del Tercer Templo.
Goldman había establecido a la Hermandad como una célula deshonesta dentro del secreto disimulado de la Francmasonería, pero sin la sanción oficial de la organización. Aunque los miembros de esta célula Masónica fueron dedicados exclusivamente a ayudar secretamente a cumplir con la proyectada construcción de el Tercer Templo – como se describe en el Libro de Ezequiel – su dedicación se basaba en narraciones bíblicas cuestionables como se explica en El libro de los Mandamientos de Maimónides – un eminente filósofo judío sefardí medieval, astrónomo y uno de los más prolíficos e influyentes médicos y estudiosos de la Torá – que incluía detalles de los mandamientos y las instrucciones dadas por Dios al pueblo judío en el día siguiente al Iom Kipur (Día de la Expiación) en el monte Sinaí: “El Creador nos ordenó erigir una casa escogida para su servicio, donde las ofrendas para el sacrificio serán traídas para siempre. Y las procesiones y peregrinaciones festivas se realizarán allí tres veces al año”.
El mandamiento para edificar el templo fue reconocido como uno de los 613 mitzvot (mandamientos), para lo cual existía una obligación judaica perpetua que cumplir. Los grandes sabios judaicos habían sostenido que la reconstrucción del templo sagrado de conformidad con las dimensiones, características y atributos del Segundo Templo, era un claro mandamiento para el pueblo de Israel. Esos discutibles y probablemente fraudulentos mandamientos bíblicos, sin embargo, no constituyen justificación suficiente para la apropiación ilegal e invariablemente brutal y destructiva de tierras y propiedades palestinas. Pareciera que cuando los antiguos escribas judíos querían mejorar o legitimar la naturaleza e historia del pueblo judío y sus acciones, no tuvieron reparos en atribuir falsamente a Dios mismo la fuente de sus reclamaciones de auto – engrandecimiento.
Por ejemplo, se alegó que el Haram al-Sharif o el Monte del Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén, era el sitio más sagrado del judaísmo, con los judíos refiriéndose a ella como el Monte del Templo o Monte Moriah (Har HaMoriya). Para los musulmanes es el tercer lugar más sagrado después de La Meca y Medina, y se referían a él como Haram al-Sharif (el Noble Santuario) y a la mezquita como “la mezquita más alejada”, también conocida como Al-Aqsa y “Bayt al-Muqaddas” en árabe. Los musulmanes consideraban que el complejo de Al – Aqasa era sagrado porque les habían enseñado que la mezquita fue la primera Qibla – la dirección que los musulmanes deben tener durante la oración – en la historia del Islam y que era el lugar desde el cual el profeta Mahoma hizo su prodigiosa Isra y Miraj (dos partes) viaje nocturno desde La Meca hasta Jerusalén, antes de su ascensión al cielo. La narrativa le hizo viajar en un corcel alado hacia “la mezquita más alejada”, donde dirigió a otros profetas como Abraham, Moisés y Jesús en la oración de estilo musulmán que implicaba claramente su importancia a lo largo de todos los demás profetas de Abraham. En los cielos había un raro pero breve encuentro con Dios, quien le proporcionó instrucciones para ser retransmitidas a los fieles musulmanes.
La Biblia Hebrea y las narrativas judaicas afirman que el compuesto de Al-Aqsa estaba asociado con tres montañas bíblicas cuyas ubicaciones, aunque indeterminadas, fueron sin embargo de suma importancia: Monte Moriah donde supuestamente se produjo la unión de Isaac (Génesis 22); Monte Sión (2 Samuel 5:7), donde supuestamente una vez estuvo la fortaleza jebusita original (una tribu cananea) y la “Ciudad de David” y el Monte del Templo donde se erigiría el Tercer Templo en el mismo supuesto lugar que el Primer Templo de Salomón en Jerusalén, que en hebreo se llamaba Yerushaláyim y Qods/Qadas en árabe.
Supuestamente, el primer templo fue construido por el rey Salomón – cuyo reinado c. 967 – 931 AEC – fue durante una supuesta “Edad de Oro”, cuando Israel estaba en su apogeo. Salomón fue el hombre que después de pedir y recibir la sabiduría de Dios (1 Reyes 3:11 – 12), procedió a tener setecientas esposas y trescientas concubinas (1 Reyes 11:3). A pesar de la laboriosa tarea de mantener a tantas mujeres satisfechas, Salomón aparentemente todavía encontró tiempo y energía para escribir y se le atribuye el mérito de ser el autor de mucha literatura de sabiduría que se caracteriza por los proverbios que pretendían enseñar tanto sobre la divinidad y la virtud. En realidad no hubo pruebas de una “Edad de Oro”; no hay evidencia de que los Israelitas fueran una gran nación; y no hay evidencia de grandes ciudades con magníficas estructuras.
El personaje de Salomón, o el Dios del Sol, fue la versión israelita del dios Sol Egipcio, Re de Heliópolis. Incluso, los pocos registros acerca de Salomón no fueron escritos hasta hace unos dos mil años después, así que no hay registros contemporáneos con su reinado. La Biblia Hebrea afirmaba que la construcción del Templo de Salomón se logró con la ayuda de el rey Hiram de Tiro (parte del actual Líbano) que proporcionó materiales de calidad; de los artesanos, y del legendario arquitecto Hiram Abiff. Para tal asistencia benévola Salomón estaba obligado a pagar al rey Hiram un tributo anual de 100.000 fanegas de trigo y 110.000 galones de aceite puro de oliva (1 Reyes 5:11). Sin embargo, СКАЧАТЬ