Hastío De Sangre. Amy Blankenship
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Название: Hastío De Sangre

Автор: Amy Blankenship

Издательство: Tektime S.r.l.s.

Жанр: Ужасы и Мистика

Серия:

isbn: 9788835408673

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СКАЧАТЬ De hecho, estaba orgullosa de que Damon no lo hubiera hecha añicos ya. Se sobresaltó cuando se rajó el espejo del tocador… la ley de Murphy en todo su esplendor.

      —¡Maldición, Damon, deja de ser tan estúpido! —siseó Alicia acercándose aún más y tomándolo de la camisa para bajar su rostro hacia el de ella. Había aprendido a intimidar del mejor maestro: él—. Micah y su equipo hoy rescataron a una mujer lobo de unos tratantes de esclavas. Le estaba llevando esta ropa para que tuviera algo que usar cuando volviera a cambiar. Iba a ir a la estación de policía porque soy grande, Damon, e iba a estar perfectamente bien.

      —¿Así que eso crees? —Damon exigió saber si ella se había olvidado completamente de que la ciudad estaba llena de demonios.

      —Eso lo sé. Tú acabas de ayudar a tu hermano... Ahora es hora de que yo ayude al mío. ¿Y desde cuándo es ilegal que ayude a mi familia cuando me lo piden? —Alicia alzó una ceja desafiándolo a que le dijera que no.

      —Entonces, no tendrás problemas con que te acompañe, ¿no? —Damon gruño: no le gustaba la imagen de ella ahí de pie aferrando una maleta, como una pequeña fugitiva. .

      Alicia sonrió con superioridad.

      —Está bien, y cuando pruebe que tu primera teoría era errónea... Vas a tener que dejarme que te espose a la cama.

      —Esto no es una negociación —afirmó Damon cruzándose de brazos.

      —No, tienes razón. Es una apuesta. —Alicia devolvió el golpe con arrogancia—. Y si me sigues cuando salga por esa puerta, entonces, estás aceptando el trato. —Tras decir eso, elevó un poco más el mentón y esquivó a Damon para atravesar la puerta.

      Damon apretó los labios, y sus ojos fulminaron el espejo justo cuando aparecían algunas grietas más sobre la superficie. Calmó su ira, feliz de haber malinterpretado lo que ella estaba haciendo. Además, tenía que admitir que dejar que Alicia lo esposara a la cama era una propuesta más bien interesante,

      Michael no podía soportar los límites de cuatro paredes y se dirigió hacia la azotea apenas Alicia y Damon desaparecieron en el interior de su habitación, Hizo una mueca al ver la puerta que ya no cerraba bien. Sabía que tendrían que repararla pronto. La noche prometía ser fresca, y cerró los ojos con dicha mientras la brisa lo acariciaba.

      El sonido de la puerta principal abriéndose lo llevó a acercarse al borde para mirar hacia abajo. Observó que Damon y Alicia salían del edificio. Alicia casi galopaba a través del estacionamiento. Sintió que se le dibujaba una sonrisa cuando Damon tuvo que apresurarse para alcanzarla y tomarla de la mano.

      Puede que al principio no lo pensara, pero ahora podía admitirlo... Alicia era la chica perfecta para su hermano. Ella sabía manejar el carácter de Damon y conseguía lo que quería.

      Alzó una ceja cuando Damon la hizo girar para darle un beso. La pareja se tomó un momento para redescubrirse antes de que Damon lo mirara y alzara una ceja también. Michael ladeó la cabeza y se encogió de hombros, resistiendo la urgencia de llamarlos. Como presintiendo lo que Michael estaba pensando, Damon abrazó más fuerte a Alicia y la atrajo hacia las sombras.

      Michael sacudió la cabeza y se permitió que una mueca cruzara su rostro antes de voltearse con la idea de volver a entrar. Se detuvo en la mitad de un paso cuando sintió que la pasión de Tabatha y Kane subía en el interior del edificio.

      —Ya fue —musitó y dirigió su atención hacia los altos edificios alrededor del club renovado.

      Rotó los hombros y el cuello, sintiendo de pronto una sobrecarga de energía acumulada en su interior. Su pensamientos fueron hacia Aurora y la pasión urgente que habían compartido cuando su caminos se cruzaron. Ella era una fuerza de la naturaleza que lo endurecía con solo una mirada. Cerró los ojos, visualizando sus dientes hundidos en ella mientras se unían... alimentándola mientras él tomaba su sangre.

      El dulce gusto aún persistía en sus labios. Se los mojó con la lengua mientras lo sobrecogían las ansias de volver a saborearla. Quería... no, necesitaba adentrarse en ella mientras tomaba su sangre otra vez.

      Michael abrió los ojos. Reconocía la adicción cuando la veía. Sacudiendo la cabeza, decidió que lo que realmente necesitaba era gastar un poco de esa energía que lo recorría tras haber tomado la caída sangre de Aurora. ¿Se le iría esa fiebre algún día o estaba condenado a anhelar por siempre el subidón de la primera vez que la probó?

      Se alejó del borde de la azotea y deambuló por la ciudad en busca de algo... cualquier cosa que lo distrajera de la tentación. Había peleado para que Aurora lograra la libertad de Samuel, que tanto quería, y no iba a ocupar el lugar de Samuel como su amo.

      Recordó el modo en que tomaba de la mano al que ella llamaba su hermano...el hermoso Skye. Era una suave unión de manos... inocente e infantil, no la pasión que le había mostrado a él. Él iba a permitirle sin reparos que tuviera el amor de su hermano y se mantendría ocupado mientras esperaba que ella volviera a él.

      Mientras avanzaba por las calles, Michael empezó a detectar cada vez más demonios... los que salían al terminar el día y cazaban a las pobres almas que se aventuraban en la oscuridad. El impulso de pelear se apoderó de él; sonrió porque sabía que podía contribuir a que el mundo se librara de algunos demonios y tal vez eliminar un poco de esa agitación que sentía. Había encontrado su distracción.

      Su orientación lo llevó a los barrios bajos y su aguda visión saltó de persona a persona, buscando la víctima perfecta, de modo muy similar a como los desalmados vampiros cazaban sus humanos de preferencia... Su blanco vivía más en el lado oscuro. En una esquina, encontró a un grupo de demonios de bajo nivel. En apariencia, lucían como una pandilla normal, y Michael no les perdió de vista mientras pasaba.

      Antes de que se acercara, hacían ruido y se mostraban agitados, pero cuando acortó la distancia hicieron silencio. La comisura de sus labios se estiró en una mueca, como si les estuviera diciendo que sabía exactamente qué eran. Ni siquiera se molestó en voltearse cuando, a sus espaldas, oyó el sonido de pasos que se alejaban rápidamente. Quizás los demonios de bajo nivel eran más inteligentes de lo que él creía.

      Al llegar a la siguiente intersección, Michael miró los edificios y las calles sucias, aún en la búsqueda. Estaba a punto de seguir camino, cuando sintió un pico de poder... un poder puro, dulce y peligroso. Sus ojos se entrecerraron cuando su olor atravesó sus sentidos y una sensación de vértigo nubló su cabeza. No era un gran poder, pero era lo suficientemente fuerte para despertar su deseo de aplastarlo.

      El sonido de una campanilla hizo que se volteara, y sus ojos de amatista se detuvieron sobre la mujer que salía de la decadente licorería en la acera de enfrente. Tenía una camiseta sin mangas de cuero, una minifalda de encaje con transparencias, medias negras y unos tacones de aguja negros. Su cabello lucía una multitud de colores: verde neón, rosa, púrpura, negro y rubia.

      Tomó una botella de la bolsa que llevaba y desenroscó la tapa. Inclinando la botella, tomó casi la mitad de su contenido de una sola vez y luego se limpió la boca con el dorso de la mano. Si bien parecía completamente humana, él podía ver la verdadera cara del demonio debajo de esa apariencia.

      Michael relajó cuerpo y mente. La mayoría de los demonios que había encontrado en el pasado no tenían ni idea de lo que él era realmente... Lo más cercano a lo que llegaron fue a creer erróneamente que era un vampiro. Sintiendo que la falsa calma lo cubría, bajó a la calle.

      La СКАЧАТЬ