Hastío De Sangre. Amy Blankenship
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Название: Hastío De Sangre

Автор: Amy Blankenship

Издательство: Tektime S.r.l.s.

Жанр: Ужасы и Мистика

Серия:

isbn: 9788835408673

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СКАЧАТЬ para matar con facilidad a un caído ... Eran demonios que ya tenían varios cuerpos de caídos en su haber. Estos amos demonios eran un peligro para Aurora... Samuel no había mentido al respecto.

      Una lenta sonrisa acarició los labios de Michael. Ahora tenía una razón válida para alimentarse de los demonios que habían soltado en Los Ángeles. No solo estaría protegiendo a Aurora, sino que también podría satisfacer sus ansias con la sangre diluida de un híbrido. Al tomar cantidades tan pequeñas, podía controlar mejor los efectos colaterales, como terremotos y muerte por Syn.

      —Ganamos todos —musitó Michael y hundió las manos en los bolsillos mientras disfrutaba su viaje y buscaba a su próxima víctima.

      Capítulo 4

      Micah suspiró por enésima vez desde que llamó a Alicia. Hasta el momento, Tasuki había ido a ver cómo estaba la mujer lobo seis veces, Titus había echado a tres oficiales más cuando Phillip comenzó a tener problemas para mantenerlos afuera, y el guardia cautivo había empezado a mordisquearse la muñeca en un intento de liberarse de su silla.

      Claro, no era exactamente culpa del guardia si estaba desesperado por escapar. Se habían aburrido y habían comenzado a provocarlo a través del intercomunicador diciéndole todo lo que Lucca le haría cuando se enteraran de que era un soplón.

      —No era así como quería pasar el día —se quejó Tasuki.

      —Entiendo —musitó Micah deseando que Alicia se apurara. Le había dicho que Damon no estaba con ella y eso hacía que tuviera aún más deseos de verla.

      Tasuki le dio una mirada a Micah.

      —Tengo curiosidad: ¿cuántos pumas y jaguares hay en esta ciudad?

      —Unos cuantos cientos, por lo menos —respondió Micah—. Pero no todos se juntan con la manada. Algunos están satisfechos con su pareja y tratan de vivir una vida humana normal. Incluso conozco a varios que tratan de actuar completamente como humanos... a punto tal que su pareja no sabe que es un cambiaformas.

      —¿No tienen impulsos o algo así? —preguntó Tasuki encogiendo los hombros.

      Micah sonrió.

      —Sí, es una de las pocas cosas en las que Hollywood no se equivocó. Al menos una vez cada tantos meses necesitamos salir de la ciudad y correr libres. Los cambiaformas que simulan ser humanos lo único que tienen que hacer es decir que van a escalar durante el fin de semana o algo así. Podemos sobrevivir con comida regular y una vida normal, pero si no seguimos nuestro instinto de cambiar y correr de vez en cuando, tendemos a ponernos un poco irritables... o algo peor.

      —Me parece que hace rato que no sales a correr por el lado salvaje. —Tasuki sonrió burlonamente.

      El retruque de Micah murió en sus labios cuando la puerta principal se abrió y oyó que entraban dos personas. Fue a la sala de observación y la entreabrió para ver. Parte de su entusiasmo se desvaneció al ver que Damon había decidido acompañarla.

      —No te hagas muchas ilusiones de que un Dios del Sol pueda inspirar asombro: estás a punto de conocer a uno —dijo Micah con un toque de sarcasmo—. Yo todavía creo que es otro nombre para imbécil.

      Tasuki alzó un ceja.

      —¿Es inteligente decirle imbécil a alguien con el título de Dios?

      —Si le cabe el sayo —Micah se encogió de hombros.

      Damon hizo una mueca preguntándose cuánto tiempo más el policía uniformado que estaba afuera iba a seguir manteniéndose en una pierna. Es lo que se merecía el infeliz por decirle a Alicia que no podía entrar. Viendo a Titus que se acercaba dando zancadas, en silencio se preguntó cómo se vería un hombre lobo alfa caminando con sus manos mientras daba órdenes a su manada. Damon decidió que ya estaba aburrido, y suspiró.

      —Alicia, qué bueno que pudiste venir —dijo Titus y saludó a Damon con un leve movimiento de la cabeza. Tuvo que contenerse para no frotarse el mentón recordando la fuerza que Damon había puesto en ese puñetazo de su primer encuentro. Volviendo su atención a Alicia, notó el bolso de cuero negro. —¿Son las cosas que le trajiste?

      Alicia asintió y le dio el bolso.

      —Sí, incluso puse un cepillo y un poco de maquillaje, por si acaso.

      Titus sonrió.

      —Estoy seguro de que, en este punto, cualquier cosa será bienvenida. La puse en la única celda con ducha que tenemos. No es una prisionera, pero cuando la rescatamos dio señales de ser salvaje, así que tuvimos que sedarla —dijo omitiendo la parte de que estaba en celo—. Con suerte, encontrar todo esto cuando se despierte la va a calmar. Déjame que le lleve esto y empezamos.

      Los músculos de la mandíbula de Damon se tensaron cuando apretó los dientes. Bajó la mirada hacia la cabeza de Alicia preguntándose qué había querido decir Titus con «empezamos».

      Alicia se mordió el labio cuando recordó que nunca le dijo a Damon la otra razón por la que había aceptado venir.

      —¿Puedo verla? —preguntó, tratando de detener a Titus.

      —No veo por qué no. —Titus se encogió de hombros.

      Condujo a Alicia y su imponente compañero a través de la puerta que llevaba a las celdas. Cuando llegaron, Titus tomó las llaves y abrió la puerta de la celda. Tras colocar el bolso sobre el suelo, al lado de la cama, volvió a salir con cuidado.

      —Es hermosa —susurró Alicia sintiendo pena por ella—. Parece que ha estado en forma de lobo por semanas... Eso es peligroso, ¿no?

      —Sí, espero que, cuando despierte, se sienta lo suficientemente a salvo para cambiar —dijo Titus.

      —Apenas ha dejado atrás la adolescencia —observó Damon rodeando a Alicia con su brazo al sentir su tristeza.

      —Boris calculó que tiene unos veinte —respondió Titus.

      —Pobre chica —susurró Alicia con un hilo de voz y de pronto estuvo ansiosa de poner a ese hombre bajo su control. Si era responsable de esto... Sus ojos se cerraron un poco mientras trataba de pensar un castigo adecuado para ese crimen,

      Micah calculó perfectamente y salió de la sala de observación justo cuando se estaban acercando. Incluso dejó que sus ojos se abrieran con sorpresa, como si no supiera que ella había llegado hacía varios minutos.

      —Ahí está mi escurridiza hermana —dijo en tono juguetón y recibió como recompensa un fuerte abrazo. Para su decepción, se apresuró a soltarlo, pero Micah supuso que Damon se pondría celoso si se abrazaban demasiado.

      —¿Cómo estás? —preguntó Micah mientras le quitaba el flequillo rubio de los ojos.

      —Me va bien —respondió Alicia y le dirigió una mirada traviesa a Damon con la esperanza de ponerlo de buen humor antes de lanzarle la bomba de por qué había venido—. Perdón por desaparecer, pero mi compañero tiende a hacerme prisionera voluntaria por días.

      Damon sonrió ante la elección de palabras de Alicia y luego miró por sobre el hombro de Micah cuando notó que otro hombre había salido de la СКАЧАТЬ