Incursiones ontológicas VII. Varios autores
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Название: Incursiones ontológicas VII

Автор: Varios autores

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия:

isbn: 9789566131342

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СКАЧАТЬ (Artículo extraído del dossier pedagógico “Vivre ensemble autrement”. (2002))

      Somos observadores únicos, con valores determinados por nuestros sistema primario y a los que pertenecemos, en donde aprendemos a movernos en la vida, ejecutando acciones que están íntimamente relacionadas con lo que aprendimos a pensar y sentir, de ahí vienen resultados propios de cada ser, expresando, a través de su palabra, cuerpo o emoción, lo que quiere mostrar, dejar ver, ser auténtico dejando a la luz ese ser único perteneciente y singular.

      Consulto este segundo autor, dada la gran relevancia de su definición. Tenemos repertorios para actuar en la vida, los construimos de diferentes maneras, algunos los comenzamos a esbozar nosotros desde el continuo aprendizaje, pero los iniciales, los que vienen con nosotros para comenzar a vivir, ¿de dónde nacen?, ¿por qué los adoptamos?; al ser soltados a un mundo en movimiento, comenzamos a repetir lo que vemos, si esto lo hacen mis padres, debe ser porque así se hace, o si vemos a nuestros cuidadores principales desenvolverse ante alguna situación, asimilamos ese comportamiento que tiene un resultado previsto, pero también vemos que, con la generación de comportamientos contrarios, a veces llega más atención; si antes nos veían, ahora vamos a ser el centro de atención; acá utilizaré el recurso de la experiencia de vida como padre.

      Con mi hija, desde muy pequeña, a ella le gusta que le estemos jugando; creo que a todos los niños les gusta esto, que la acompañemos y estemos con el foco y la atención puestos en ella, pero en esta vida de trabajo agitada, en este momento que nos tocó vivir con pandemia incluida, donde estamos en casa siendo seres vivos con necesidades exclusivas, esposos, padres, hijos, empleados, jefes, subalternos; en este momento donde todos los roles se quedaron dentro de la casa, esa atención hacia ella evolucionó al punto de permitirle que también tomara su espacio en el silencio e individualidad, algo que ella no había vivido, algo que no era conocido de su parte, así que, a mi juicio, comenzó a darse cuenta que si hacia un ruido mayor, o algo que no fuera común en su normal proceder, aparecíamos nosotros, sus padres, para ver qué había pasado o sucedía; a veces encontraba a unos papas que solamente le decían no vuelvas a hacer eso para dejarla de nuevo en su espacio de entretención individual no común para ella, la regañábamos por lo que hacía, o simplemente la vinculábamos a nuestras actividades para evitar que esas acciones sucedieran, todas estas consecuencias comenzaron a crear en ella una serie de comportamientos, que defino yo, de acción - reacción, si hago X, pasa Y, pero si hago Z obtengo A - nada diferente a lo que yo hacía de niño y adolecente, no prestan atención entonces busco la manera de dejarme ver - y así comenzó una constante construcción de eventos que termino desencadenado una conducta de identidad que hemos descifrado con mi esposa, lo cual nos ha permitido anticiparnos a lo que pueda llegar a acontecer.

      Con este ejemplo de una pequeña construcción de identidad, me regreso a mi infancia en donde fui muy deseado y añorado, en donde el amor y las ganas de engendrar a un hijo siempre estuvieron presentes, pero en el transcurso de mi crecimiento, se fueron tergiversando esas definiciones para yo formar mi personalidad, mi identidad, y ojo, acá con lo que digo no le estoy echando la culpa a nadie de las construcciones mentales que creé como niño, la formación del ser dependía de lo que veía en mi entorno, en mi vida, en quienes hacían parte de ella, su ausencia o presencia generaron mapas mentales y definiciones que a todo ser nos marcan y que construyen nuestra forma de actuar y vivir ante el mundo; es así como acá comienzo a hacerme cargo de lo que mi biología, esencia y humanidad comenzaron a recoger para formarme como la persona que soy hoy, por lo tanto es de vital importancia regresar a mi pasado para poder encontrar hitos de vida que definan varios comportamientos y conclusiones a las que llegué, desde muy niño, para aferrarme a ellas y formarme como el ser que soy ahora, nada diferente a lo que he venido mostrando y construyendo en el camino de este relato.

      Vivir es sufrir; sobrevivir es hallarle sentido al sufrimiento. Si la vida tiene algún objeto, éste no puede ser otro que el de sufrir y morir. Pero nadie puede decirle a nadie en qué consiste este objeto: cada uno debe hallarlo por sí mismo y aceptar la responsabilidad que su respuesta le dicta. Si triunfa en el empeño, seguirá desarrollándose a pesar de todas las indignidades. (VIKTOR E. FRANKL. (1991)).

      Viktor Frankl, en su escrito, a mi forma de ver, expone una definición clara de la construcción de identidad, un poco trágica y marcada quizás por una realidad que es palpable y de cierto modo verdadera, pero al final dolorosa: toda construcción de vida no necesariamente debe ir a ese extremo, pero lo que rescato de su mirada es que, definitivamente, el único responsable de construir la esencia de su comportamiento es uno mismo, y por qué menciono esto, porque así seamos seres recién desempacados en la tierra, vamos a construir nuestra forma de vivir; es desde allí, desde ese origen, desde esa primera concepción de actuar en el mundo, que nuestra singularidad y particularidad toman forma.

      Somos seres que venimos, no en blanco al mundo, desde el vientre de nuestra madre tenemos preconcepciones de vida y algunos pequeños rasgos de cómo seremos al nacer, traemos una mezcla de dos ADN que se unieron para formarnos, pero de ahí para atrás hay todo un linaje, una historia de personas y sistemas que también nos constituyen, que contienen características biológicas, pero que también abren un espacio gigante para que lo que haya en el exterior nos conforme y nos haga lo que somos, es responsabilidad nuestra poder abrir los ojos, entender que fue lo que vimos, porque lo adoptamos y cuáles fueron sus consecuencias para no caer en el juego de la historia contada, si no entrar en la fenomenología de vida que nos pueda entregar las partes que definen nuestro ser constitutivo en el mundo.

      El camino del reconocimiento de la identidad está marcado por todas esas experiencias de vida, recuerdos gratos y desagradables, de sentir en el cuerpo los dolores y las caricias, de emocionarse de todas la maneras pudiendo ver que trascendemos en la existencia con todo lo que hemos vivido, pero sobre todo, ese reconocimiento se transforma cuando aceptamos y entendemos lo que nos trajo al mundo, lo que implico crecer y ser el ser constitutivo que somos hoy, de ahí nos podemos parar con una mirada más poderosa ante el mundo, una mirada que nos da una visual más amplia de cómo queremos ser vistos en adelante, esta es nuestra identidad.

      Para llegar hasta este espacio de reflexión propia y quizás de ejemplo y apoyo para quien pueda leer mis experiencias de vida - porque no estamos solos en el mundo y a muchos nos pasan cosas y situaciones muy parecidas a las de los demás, que podemos revisar, evaluar, comparar y determinar si son útiles para nosotros y nuestros procesos de introspección - y lo que ellas generaron, para construir en mí esta gran grieta de buscar ser visible ante los demás, incluso ser visible para mí mismo, he venido recorriendo un camino donde la indagación y su nivel de profundidad han sido protagonistas en permitirme ahondar y conocer qué está detrás, a los lados, arriba, abajo, en fin, en cualquier dirección, de lo que para mí era lo evidente y lo real. Y cuando me refiero a la indagación, hablo de lo siguiente, ¿Por qué busco ser visible ante el mundo? ¿Para qué deseo que el mundo ponga la atención en mí? ¿Si soy un ser único e irrepetible, si soy particular y especial, si como yo no hay dos seres en el mundo, qué relevancia cobra que tenga que mostrarme al mundo, si en mi particularidad ya soy extraordinario? Este camino de indagación me llevo a cuestionar demasiado mi relación conmigo, cómo me relacionaba con mi ser, mi esencia, con los seres que habitan este planeta, cómo hacia parte de este sistema humano social, y cómo me relacionaba con los demás. Al haber abierto el espacio de indagación ante el mundo, no me quedó otra opción que entrar en él y encausar esta búsqueda de lugar, de propiedad, de pertenencia al mundo y sus sistemas, dándole más significado a ser visible.

      En primer lugar, cuando hablo de ser visto por el mundo, debo abrir un poco más este concepto; para eso hago uso de la lingüística y su riqueza en palabras, para aproximarme desde otras definiciones hacia el tema. Como lo realicé en el capítulo anterior, en la búsqueda de sinónimos de ser visible me encontré con cuatro palabras que me permitieron desarrollar el camino para salir del laberinto, hoy puedo decir, que fueron ese hilo de Ariadna que me ayudó СКАЧАТЬ