Mover el pensamiento, sentir el movimiento. Maria del Mar Cegarra Cervantes
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Название: Mover el pensamiento, sentir el movimiento

Автор: Maria del Mar Cegarra Cervantes

Издательство: Bookwire

Жанр: Зарубежная психология

Серия:

isbn: 9788412088991

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СКАЧАТЬ miedo es contagioso?

      Solo si la otra persona también se encuentra en un estado frágil, porque depende de la estructura de cada uno. En un grupo, en cambio, es más complejo, porque si hay varias personas con preocupación se puede crear un pánico de masas. Como dijo Rousseau: «Los grupos son perversos». Porque las personas individuales pueden estar tranquilas, pero en grupo pierden el control.

      Cuando hablamos de seres humanos, hay muchas variables a tener en cuenta: está la personalidad y la historia de cada uno. Y debemos poner todos estos datos en la ecuación.

      ¿Tiene cura el miedo?

      En el tema humano, nada se puede curar en realidad y afortunadamente. ¿Por qué debería querer no tener miedo? Eso podría ser arriesgado, pues podría ponerme en peligro. Ahora mejora el miedo neurótico, autorregúlate, tranquilízame, eso es bueno. Pero no hasta el extremo, no queremos curar nuestros miedos, ¡queremos usarlos bien!

      ¿Puede existir el miedo al éxito?

      Por supuesto, puedes temer a las cosas buenas. Después de todo, ¿qué es el éxito? Estar expuesto; lo que implica mucho trabajo. Es como dicen los japoneses: si sacas la cabeza, es más fácil cortártela.

      El triunfo expone a las personas, las pone en un lugar de vulnerabilidad, sobre todo porque todos sabemos que el éxito puede ser efímero, e incluso la tragedia de no lograr la condición de éxito permanente puede ser desorganizante.

      Por todo esto, diría que es razonable tener miedo al triunfo, porque si no me cuestiono sobre mi éxito, me voy a fijar en mi ego, en mi neurosis.

      Resumiendo cómo debemos abordar el miedo:

       Identifica el miedo;

       Sé curioso;

       Dialoga con él;

       Intenta empezar a cambiar los comportamientos más fáciles;

       Realiza los cambios a tu propio ritmo: algunos solo pueden hacerlo más lentos y otros lo hacen rápidamente.

      Cuando se introdujo el humanismo en la psicoterapia, la gente empezó a mirar a la persona de forma individual. Hay muchas formas de abordar el miedo, pero la gente da signos explícitos e implícitos de dónde está el camino. Desarrollar el verdadero sentido de seguridad porque el miedo es algo muy antiguo, una falta de seguridad que muchas veces ya es muy sofisticada y quita la posibilidad de experimentar la vida. Por eso se dice que lo neurótico mata al erótico, el neurótico teme sentir, por eso evita vivir para no exponerse al miedo.

      Como terapeutas, debemos crear un vínculo seguro y una sensación de seguridad con el paciente y luego sumergirnos en el problema. Sin embargo, el miedo debe abordarse en el momento adecuado, porque la persona debe estar preparada para ello.

      1 Teoría desarrollada por el autor Stephen Porges.

      2 La anamnesis es una entrevista realizada por el profesional de la salud (psicólogo o psicoterapeuta) con el paciente, que pretende ser un punto de partida en el diagnóstico de una patología.

      Tema 2

      CONFIANZA PERSONAL Y

      CONFIANZA EN CLÍNICA

      «No se necesitan muchos rituales para que exista la confianza. ¡No se trata de tener, se trata de ser! Para tener seguridad, alimentamos la creencia de que tenemos que tener muchas cosas, cuando en realidad la base de la seguridad es no tener, ¡es ser! Y cuanto más soy, menos necesito tener.»

      Es interesante centrarse en la etimología de la palabra confianza: «con fianza», es decir, algo confiable, que da una garantía. La confianza es bidireccional: doy y recibo, así que me siento completo y con una sensación de seguridad. Por eso, más que una idea abstracta, es un estado y tiene un profundo aspecto somático; es decir, a la confianza, para identificarla como tal, hay que sentirla. No pasa directa a través de la corteza, sino a través de los sentidos. Por supuesto, la corteza está involucrada, pero toca un lado muy visceral, donde el sistema autónomo vegetativo es el que nos dice por intuición, y antes de que llegue al cerebro, si es confiable o no.

      La confianza es un estado sensorial, porque los sentidos son las puertas al mundo interior y exterior; se modulan, se abren y se cierran según la atención y el significado que damos y recibimos del mundo. Entonces podemos decir que la confianza está muy ligada a lo somático, a lo sensorial, lo que nos permite fiarnos no es la mente, es el soma.

      Solo después de sentir, la mente interpreta estas sensaciones. Luego asocia ideas y comienza a comprender a nivel cognitivo por qué confía o no.

      Este sentimiento está ligado a los sentidos, a los ritmos, a las curvas emocionales, a los pulsos. Tenemos golpes de creer y de dejar de hacerlo y estos tienen su propio ritmo en respuesta a los desafíos de la vida.

      La confianza es somática, involucra hormonas y una sensación de seguridad. Además, está asociada a estados ambientales: puedo estar más seguro de noche o de día, en un contexto determinado o en otro. Es común que la gente diga «hoy me fue bien porque me sentí seguro».

      Pero la confianza comienza como algo intrínseco: primero tengo que creer en mí mismo, rescatar mis recursos y luego, ya lo haré en el otro. Por eso, la seguridad está ligada al estado emocional del individuo: saber que el cuerpo lo acompaña, que las ideas están en orden.

      La confianza externa nace de nuestra seguridad interna. Aunque, a nivel de vínculo, los seres humanos a menudo pensamos que solo podemos tener fe en nosotros mismos cuando existen muchos signos de refuerzo externo que confirman lo que es seguro o inseguro. Esto puede llevar a la persona a un lugar difícil, a hacer algo solo cuando reconoce todas las señales de seguridad. Pero esto es negativo, porque la persona pierde toda posibilidad de correr riesgos, de romper las reglas, y crea dependencia de la validación del otro.

      La confianza está directamente relacionada con la biografía y la línea de tiempo de uno: ¿cómo he construido mi biografía? ¿Cuál es mi narrativa? ¿Qué me digo a mí mismo sobre mi historia?

      Un ejercicio interesante es graficar mi línea de seguridad personal y ver si puedo identificar más bien aspectos positivos o negativos, así podré discernir si mi pasado me permite tener un lugar seguro y confiable o no. Puede ser que sienta que he construido varios momentos de confianza porque fueron significativos y se quedaron grabados en mi memoria. O, al contrario, tengo demasiados momentos de desazón, lo que me dificulta confiar en mi instinto, mi receptividad, lo que viene a mí a través de los sentidos.

      Si siento que no he tenido un buen resultado, puedo crearme la idea de que «mi antena» está rota. Las personas a menudo se desilusionan de sí mismas y retroceden, entonces entregan el poder al mundo exterior para ver si este las valida. En este proceso, el poder se puede traspasar a un gurú o un mentor, es decir, a una tercera persona de la que acaba por volverse dependiente.

      Las personas desconfiadas también pueden entablar relaciones tóxicas porque carecen de autoridad interna. Puede suceder incluso dentro de las familias, con padres o hermanos. Esto a menudo tiene que ver con el sistema familiar que puede enviar un mensaje ambiguo. Por un lado, la familia dice: «Ve por la vida», pero, por otro lado, dice: «No te vayas, no eres capaz». Son esta clase de declaraciones las que interrumpen el flujo de estado y provocan un trauma explícito СКАЧАТЬ