Название: Cuánto pesa una cabeza humana
Автор: Alfonso Armada
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: Poesia
isbn: 9788412348712
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Ante el cierre de loterías
ha quebrado el pensamiento mágico,
aunque soñamos que mañana
al despertar
el estado de sitio se habrá desvanecido.
De momento,
todos despertamos con algo de Gregorio Samsa.
Ahora tratamos de adivinar
cuántos viajeros lleva cada autobús:
la mayoría son carrozas vacías,
y conductores afantasmados.
El Circular que me rebasa
por si no hubiera bastantes paradojas
anuncia como herida
un musical en el costado:
Ghost!
La vida se ha vuelto redundante.
Demasiado extraña.
Todo está cerrado,
salvo los supermercados
las panaderías
las fruterías
los bancos
las funerarias
y las farmacias
(una boticaria me regala una caja de guantes violetas).
En los recintos
la distancia es ley.
Todavía se acepta dinero contante y sonante,
pero como el contacto personal
parece un vestigio del siglo xx.
Vislumbro el parque también sitiado
cerrado a cal y canto
e imagino las hierbas felices
creciendo lejos
de nuestra insaciable
necesidad de ser.
En mi ayuda vuelve Louise Glück y sus «Ecos»:
«Cuando aún era niña
mis padres se mudaron a un pequeño
valle, rodeado de montañas
en lo que se llamaba región de los lagos.
Desde el jardín de la cocina
se veían las cumbres
cubiertas de nieve hasta en verano.
Recuerdo un tipo de paz
que no volví a conocer nunca
[…].
Unos pocos años de fluidez
seguidos de un silencio largo como el silencio en el valle
antes de que las montañas te devolviesen
tu propia voz transformada en la voz de la naturaleza.
Ahora ese silencio me hace compañía.
Pregunto: ¿de qué murió mi alma?
y el silencio responde:
si tu alma murió ¿de quién
es la vida que vives y cuándo
te volviste esa persona?».
Yo también llevaba mucho tiempo en dique seco
sin la menor necesidad de escribir poemas
tal vez porque mi alma estaba muerta
y soterrada.
¿Amor?
Gracias a Basho sé
que el poeta chino Chuang Tzu
que vivió en el siglo iv antes de nuestra era
como las secuoyas
escribió preguntándose
si había soñado con una mariposa
o si fue la mariposa la que lo soñó.
¿Soñamos nosotros
o estamos siendo soñados?
La iglesia,
frente al parque
también estaba cerrada a cal y canto.
Nadie se salva del miedo.
Anota Basho:
«Bajo las mantas
sueño un país lejano.
Ya cae la nieve».
Y cuando la desesperación muestra los dientes
yo sueño con haberme ido
a un país cerca del mar,
como si fuera posible
alejarnos de lo que somos
de lo que hemos hecho
con el huerto y con nosotros
con los animales
y nuestra alma.
En un puesto de libros «a la ribera del Sena, en una caja llena de novelas policiacas inglesas» Cioran encuentra «¡un San Juan de la Cruz en formato de bolsillo! Se debe, creo, al título: The Dark Night of The Soul».
¿Acaso no buscaba
denodadamente
Juan
a Jesús
como un detective
del alma y del cuerpo?
¿Acaso no estamos ahora todos nosotros
sumidos СКАЧАТЬ