Escritos militares . Vo Nguyen Giap
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Читать онлайн книгу Escritos militares - Vo Nguyen Giap страница 9

Название: Escritos militares

Автор: Vo Nguyen Giap

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Verde Olivo

isbn: 9789874039309

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СКАЧАТЬ ese modo, las fuerzas armadas populares deben no solamente llevar a cabo con eficiencia su tarea esencial de aniquilamiento del enemigo sino que también deben defender a la población, contribuir a la organización y al desarrollo de las fuerzas políticas de masas, servir de sostén a la guerra del pueblo. Dada las particularidades de la lucha revolucionaria en nuestro país y el creciente encarnizamiento de la guerra, sobre todo en las condiciones de una agresión neocolonialista, debemos, mientras formamos tropas regulares de un valor combativo en aumento, organizar poderosas tropas regionales. Solamente así las tres categorías de tropas están en condiciones de llevar al máximo su capacidad combativa, de coordinar estrechamente sus actividades para aniquilar al enemigo y para defender con eficacia el potencial del pueblo, de asegurar el poder popular a diferentes niveles y de desarrollar vigorosa y plenamente la guerra del pueblo.

      En estrecha coordinación con las fuerzas políticas y las fuerzas de seguridad, las tres categorías de tropas son organizadas proporcionalmente y repartidas en forma racional en cada sector estratégico, cada ámbito y cada región, de manera de poder disponer de fuerzas locales importantes, de fuerzas móviles poderosas y combinarlas estrechamente en los puntos claves, en todos los niveles y en todo el país. Esta es una característica de la organización de las fuerzas armadas populares y, a la vez, la notoria superioridad de la guerra del pueblo. Si se dispone de buenas tropas locales, podemos atacar en todas partes con unidades que conozcan bien el terreno, al enemigo y sepan exactamente dónde sorprenderlo. Podemos replicar inmediatamente en cualquier parte, aniquilar, dispersar, detener las fuerzas del enemigo, permitiendo que nuestras fuerzas móviles se centren para aniquilar al adversario en los lugares donde está más expuesto. En un país con un territorio no muy extenso y frente a un enemigo que dispone de una gran movilidad y de tropas numerosas, organización y distribución de fuerzas, se pueden limitar los puntos fuertes del adversario y desarrollar los nuestros, crear un dispositivo estratégico sólido a fin de conservar la iniciativa en toda circunstancia. Eso nos permite tener en todo momento y en cantidad suficiente fuerzas para sorprender al enemigo en todas partes, contando con la posibilidad de realizar una cantidad de maniobras capaz de debilitar las fuerzas móviles estratégicas enemigas y de lograr victorias cada vez más importantes, sin que por ello sea necesario tener una cantidad de efectivos igual o superior a los del enemigo.

      Nuestro ejército pasó gradualmente del régimen del voluntariado al del servicio militar obligatorio. De este modo, la movilización del pueblo para organizar las fuerzas armadas populares y lograr la consolidación de la defensa nacional, realizó un nuevo progreso.

      Basándonos en la toma de conciencia de las masas populares, aplicamos el régimen del voluntariado para organizar el ejército durante la primera resistencia. Desde 1954 el Norte, totalmente liberado y en vías de construir el Socialismo, se convirtió en un Estado con todas las estructuras de un país independiente. Las nuevas tareas revolucionarias exigen un fortalecimiento de la defensa nacional popular, la organización de un ejército permanente regular de calidad y una poderosa fuerza de reserva; aliar prudentemente la economía y la defensa, elevar la calidad de armamento de todo el pueblo, acentuar su instrucción militar, desarrollar plenamente el derecho del pueblo a ser dueño del país y hacer participar a todos los ciudadanos en la defensa de la patria. Hemos puesto fin a los inconvenientes del voluntariado prolongado y decidido la instauración del servicio militar obligatorio.

      Esto significa una nueva expansión, un nuevo éxito en la organización de nuestro ejército popular, en el fortalecimiento de nuestra defensa nacional. Paralelamente a la aplicación del servicio militar, impulsamos el entrenamiento militar de acuerdo con un programa mínimo, la educación física y los deportes, la vulgarización de los conocimientos militares en las masas, en particular en la juventud, para preparar efectivamente al pueblo para que pueda cumplir sus obligaciones militares y estar listos para defender a la patria.

      El armamento y el equipamiento constituyen la base material y técnica, y uno de los factores fundamentales de la capacidad combativa de las fuerzas armadas. Para aumentar esta capacidad combativa, es preciso mejorar incesantemente el equipamiento. La concepción marxista-leninista de las relaciones entre el hombre y el armamento considera al hombre como el factor determinante y al armamento y equipamiento como un factor importante, indispensable. Para resolver ese problema, hemos tenido en cuenta las condiciones concretas de nuestro país y las realidades de nuestra guerra revolucionaria.

      ¿Cuál es la fuente de nuestro equipamiento? Debemos apoyarnos en las masas populares, equiparnos con todo lo que tenemos, esforzarnos por fabricar nosotros mismos armas, quitárselas al enemigo para luego liquidarlo y, cuando las condiciones lo permiten, asegurar en la medida de lo posible la ayuda de los países hermanos para perfeccionar cada vez más nuestro equipamiento.

      Al comienzo tropezamos con innumerables dificultades; nuestro país estaba económicamente atrasado, desprovisto de bases industriales para la fabricación de armas y, para colmo, rodeado por los imperialistas. Con la consigna “luchar con lo que se tenga” el partido llamó al pueblo a proporcionar a las fuerzas armadas el equipamiento necesario, a superar todas las dificultades para organizar la producción de armas y municiones. Con gran lucidez, destacó que las fuerzas armadas deben equiparse en el mismo frente, tomando las armas del enemigo para luego destruirlo. Durante la primera resistencia, nuestras fuerzas armadas estaban equipadas esencialmente con el armamento moderno tomado del enemigo. Recién a partir de 1950 comenzamos a recibir la ayuda de los países socialistas hermanos.

      Desde 1954, contamos con el rápido progreso de nuestra economía socialista y la ayuda fundamental de los países hermanos del campo socialista, para mejorar, en gran escala, el equipamiento de nuestras fuerzas armadas en cuanto a su modernización. Durante nuestra lucha contra el agresor norteamericano, realizamos saltos cualitativos en el mejoramiento de los equipos y de la técnica de las fuerzas armadas. También pudimos desarrollar rápidamente la industria del armamento moderno, sobre todo de la DCA y de la aviación, para asegurarnos de ese modo, la victoria sobre los agresores norteamericanos.

      Recurriendo a esas fuentes de equipamiento, adaptándonos a las condiciones concretas de nuestro país, aplicando nuestra línea general de la guerra del pueblo con las técnicas y el arte militar que le son propias, combinamos las armas modernas o relativamente modernas con las armas rudimentarias y siempre seguimos mejorando y elevando el nivel de modernización de los equipos de nuestras fuerzas armadas.

      Las tropas regulares y las tropas regionales están equipadas fundamentalmente con armamentos modernos y relativamente modernos pero sin embargo, deben saber extraer el máximo provecho, tanto en el entrenamiento como en el combate, del material rudimentario. Las milicias populares conceden la prioridad a las armas rudimentarias, aunque equipándose gradual y parcialmente con armas modernas y relativamente modernas. La práctica de la guerra en nuestro país demostró claramente que si bien las armas modernas son las más importantes para liquidar al enemigo, las armas rudimentarias también son eficaces y permiten la participación de todo el pueblo en la resistencia. Simultáneamente con el mejoramiento del armamento, desplegamos grandes esfuerzos para elevar el nivel de organización y de gestión, de conocimiento y de manejo de toda clase de armas según la línea y el pensamiento militar de nuestro partido y según las condiciones concretas de los teatros operacionales de nuestro país.

      Nuestras fuerzas armadas cuentan en la actualidad con un numeroso conjunto de cuadros, que tienen experiencia de combate y son totalmente fieles a la obra revolucionaria del partido y del pueblo. Templados constantemente por la lucha revolucionaria, por la larga y encarnizada lucha armada de la nación, realizan con éxito todas las tareas que el partido y el pueblo le confían. Forjados por el partido y apoyándose en las fuerzas de masas, han respondido a las necesidades, tanto de calidad como de cantidad, de las fuerzas permanentes y de las fuerzas de reserva y han asumido en el momento preciso las complejas tareas de construcción y de combate tanto en condiciones de guerra como de paz.

      En la organización de los cuadros, nuestro partido preconizó una línea correcta, definió una línea СКАЧАТЬ