Escritos militares . Vo Nguyen Giap
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Читать онлайн книгу Escritos militares - Vo Nguyen Giap страница 12

Название: Escritos militares

Автор: Vo Nguyen Giap

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Verde Olivo

isbn: 9789874039309

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СКАЧАТЬ impidiéndole que constituyan retaguardias seguras. Debemos coordinar estrechamente las fuerzas revolucionarias urbanas con las del campo para sorprender al enemigo en sus propias guaridas, permitir que la guerra revolucionaria liquide lo más rápidamente posible sus fuerzas armadas y políticas, que el pueblo extienda la toma del poder a regiones cada vez más vastas, para conseguir finalmente la victoria.

      El establecimiento coordinado de bases de retaguardia seguras en las regiones rurales y de bases revolucionarias en las ciudades, contribuyó a imprimir una forma original a nuestra insurrección luego de la Revolución de Agosto; a asegurar, después de la primera resistencia, el éxito de la estrategia de guerra prolongada; guerra que llevamos a cabo apoyándonos en las masas rurales e impulsando la lucha en las ciudades. Esta coordinación contribuyó en gran medida a la obtención de los importantes éxitos que la guerra revolucionaria obtuvo actualmente en las tres regiones estratégicas del sur.

      De acuerdo con la ley del desarrollo de la retaguardia en una guerra revolucionaria, planteándonos el objetivo de emplear y de movilizar nuestros recursos nacionales en todos los dominios, sacándoles el mejor provecho posible, hemos preconizado la coordinación entre la creación de las retaguardias locales y de la retaguardia nacional.

      De nuestra experiencia se deduce que es necesario tener una base, una retaguardia para todo el país, y también bases y retaguardias en distintos lugares para cada frente, para cada región. La organización de las bases y de las retaguardias en distintos lugares para cada frente, cada región, cada sector, está vinculada con la línea general de nuestro partido en lo que se refiere a la movilización de toda la nación para el combate; a la creación en todas partes de poderosas fuerzas locales para servir a la guerra del pueblo. Responde a las dimensiones de nuestro país, que no son muy grandes, y a nuestra forma de llevar a cabo la guerra popular: mantenernos firmes en el lugar, atacar al enemigo en todas partes, no retroceder un solo paso. Favorecer la toma y la consolidación del poder por parte del pueblo, permite explotar al máximo y desarrollar el poderío del nuevo régimen social que está tratando de consolidarse en las regiones liberadas, para responder rápidamente a las necesidades de la guerra en esa región.

      Nuestra resistencia a la agresión norteamericana asocia las bases y retaguardias locales del Sur con la gran retaguardia nacional, la del Norte socialista, que está por su parte vinculado al vasto campo socialista. Esta coordinación permite movilizar ampliamente las fuerzas de toda la nación vietnamita, del régimen socialista en el norte y del nuevo régimen social en las regiones liberadas del sur, así como de todas las realizaciones que nuestra revolución obtuvo durante varios decenios de lucha ininterrumpida y victoriosa contra el jefe de turno de los imperialismos. Este es un punto fundamental que evidencia elocuentemente que, en la actual guerra de resistencia, nuestro pueblo dispone de fuerzas y de una posición mucho más importante que en el momento de la primera resistencia.

      3. Elevar al máximo el espíritu de ofensiva, consolidar en todos los planos nuestras bases de retaguardia y nuestra retaguardia; combatir activamente para defender nuestra retaguardia y a la vez atacar sin descanso la del enemigo para transformarla en frentes de combate; ampliar incesantemente nuestras bases de retaguardia y nuestra retaguardia.

      En una guerra revolucionaria en la que la organización de la retaguardia parte de cero, la aparición de las primeras bases de retaguardia es sólo un comienzo. Para mantener y desarrollar ese éxito inicial, y permitir que esas bases resistan todas las pruebas y desempeñen un papel cada vez más importante, es indispensable consolidarlas constantemente en todos los planos.

      En una guerra del pueblo, la solidaridad de las bases de retaguardia y de la retaguardia reposa en los factores políticos, económicos, militares, geográficos, pero en primer lugar en los factores políticos: la moral del pueblo y el régimen social. La organización de la retaguardia debe continuarse en todos los planos —político, económico, militar y cultural— pero sobre todo en el plano político, reforzando la cohesión política y moral del pueblo haciendo prevalecer la superioridad del nuevo régimen social en todos los aspectos; realizando activamente, paso a paso, las reformas democráticas tendientes a mejorar las condiciones de vida materiales y morales de la población; reforzando incesantemente el potencial de la retaguardia. Es así como la retaguardia puede asegurar su propia defensa y desempeñar un papel importante en relación a la guerra.

      Las bases de retaguardia de la guerra del pueblo, constituyen una permanente amenaza para el enemigo que trata de atacarlas incesante y despiadadamente. Su consolidación debe ir ligada a los combates llevados a cabo para defenderlas, ampliarlas y permitirles el desempeño de su papel en todos los órdenes. Es preciso desarrollar el espíritu de ofensiva activa, combatir decididamente para proteger nuestra retaguardia y a la vez atacar sin descanso la retaguardia enemiga, transformándola en campo de batalla. La ofensiva activa, esa es la mejor manera de defender y ampliar nuestra retaguardia, de limitar la retaguardia enemiga. Es un imperativo inevitable de la organización partiendo de cero, de las bases de retaguardia y de la retaguardia, de la lucha del pueblo para conquistar, mantener y ampliar el poder.

      Durante nuestra primera guerra de resistencia, el principio fundamental para defender nuestra zona libre consistía en impulsar las actividades ofensivas contra la retaguardia enemiga, desarrollar la guerrilla, consolidando incesantemente nuestra retaguardia en todos los dominios y rechazando eventualmente todos los ataques del adversario. De ese modo, pudimos mantener y consolidar nuestras regiones libres, implantar cada día más bases y zonas guerrilleras en la retaguardia enemiga, ampliar nuestra retaguardia y limitar la del enemigo.

      Esta experiencia está siendo aplicada por las fuerzas armadas y la población del Sur. Animadas de un poderoso espíritu ofensivo, se dedican a reforzar la zona liberada en todos los órdenes, luchan activa y pacientemente por hacer fracasar todas las tentativas enemigas de atacarla, sacarle ventaja, rastrillarla o sabotearla. Llevan resueltamente la guerra hasta la retaguardia enemiga, coordinan la lucha armada y la lucha política, los ataques militares y las sublevaciones masivas para permitir a la población de la zona ocupada ejercer sus derechos soberanos en formas diversas según las circunstancias, para mantener la inseguridad en la retaguardia enemiga y transformarla progresivamente en campo de batalla y en retaguardia de la guerra del pueblo.

      En estos últimos años el Norte, la gran retaguardia nacional, fue sólidamente defendido y desempeñó un papel considerable en la lucha de la nación contra la agresión norteamericana. Eso lo debemos al fortalecimiento continuo de su poder en todos los órdenes, lo que le permitió resistir ante los agresores y organizar a las fuerzas revolucionarias del Sur que, gracias a su estrategia ofensiva, fueron de victoria en victoria.

      4. Organizar y consolidar la gran retaguardia: el Norte socialista.

      Luego de la victoria de Dien Bien Phu, el Norte, totalmente liberado, se lanzó por el camino del socialismo, convirtiéndose en la retaguardia de la causa revolucionaria de todo el país. Es un gran viraje, un salto en la organización y el desarrollo de la retaguardia de la guerra del pueblo en Vietnam. Por primera vez desde que el partido asumiera su papel dirigente en la lucha por la independencia y la libertad, tenemos una mitad del país totalmente liberada; en la cual construimos exitosamente el Socialismo, el régimen social más avanzado de nuestra historia milenaria, para asegurar una base de retaguardia completa y sólida a la lucha revolucionaria de la nación.

      El partido destacó, después de la victoria de la primera guerra de resistencia, que había que fortalecer el Norte en todos los planos. La resolución del Tercer Congreso del Partido —en 1960— decía: “Cuanto más vigorosamente avanza el Norte hacia el Socialismo, son más consolidadas sus fuerzas en todos los dominios y es más beneficioso para la revolución de liberación del Sur, para el desarrollo de la obra revolucionaria a escala nacional, para el mantenimiento y el fortalecimiento de la paz en Indochina y en el mundo entero. El Norte es la base común de la revolución en todo el país”.

      La consolidación y el fortalecimiento del Norte СКАЧАТЬ