Escritos militares . Vo Nguyen Giap
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Читать онлайн книгу Escritos militares - Vo Nguyen Giap страница 5

Название: Escritos militares

Автор: Vo Nguyen Giap

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Verde Olivo

isbn: 9789874039309

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СКАЧАТЬ objetiva del desarrollo de la sociedad vietnamita en el momento actual, los intereses fundamentales y las profundas aspiraciones de la clase obrera y del pueblo trabajador, de toda nuestra nación, los cuales coinciden con los intereses de la revolución mundial. El carácter justo de la guerra de liberación nacional, de la guerra de salvación nacional que lleva a cabo nuestro pueblo bajo la dirección del partido, posee así un contenido y una fuerza totalmente nueva por su calidad. La justeza de nuestra causa movilizó a las fuerzas de la nación para la liberación y la defensa de la patria. Nuestra causa justa y nuestras victorias hicieron posible la adhesión de los pueblos progresistas del mundo. Esa es la fuente inagotable de nuestra fuerza que el enemigo nunca llegó a vislumbrar, ese es el fundamento de la superioridad de la línea militar de nuestro partido.

      2. Es la guerra de liberación nacional y de salvación nacional de un país que no posee un territorio muy vasto ni una población muy numerosa, de un país hasta hace poco colonial y semifeudal, económicamente poco desarrollado; que posee, en cambio, una tradición milenaria de lucha contra las agresiones extranjeras y que actualmente construye un régimen nuevo: el régimen democrático popular, el régimen socialista; de una nación valerosa e inteligente, tenaz y llena de ingenio, que sabe cómo combatir a un enemigo superior en hombres y armas, con fuerzas menos numerosas y más pobremente equipadas, que está decidido a vencer y que sabe cómo vencer a los ejércitos de agresión de las potencias imperialistas que poseen un vasto territorio, una población numerosa, un gran potencial económico y militar, armas y técnicas modernas.

      En la actualidad, como en el curso de toda nuestra historia, en nuestras guerras de liberación nacional siempre hemos tenido que enfrentarnos con países invasores más vastos, más populosos y que disponen de fuerzas militares netamente superiores a las nuestras.

      Pero contrariamente a lo que ocurría en otros tiempos, en que el gran país agresor tenía el mismo régimen feudal que nosotros, los agresores son en la actualidad potencias imperialistas que poseen no solamente una población mucho más numerosa y un territorio más grande, sino también una industria muy desarrollada y un enorme potencial económico-militar, disponiendo de armamentos modernos. Nosotros, en cambio, somos un país no muy extenso, con una población todavía reducida, un antiguo país colonial y semifeudal con una economía subdesarrollada. Por otra parte, a diferencia de nuestros antepasados, en la actualidad nuestro pueblo trata de superarse para realizar plenamente un régimen social nuevo, un régimen democrático popular, netamente superior al régimen social reaccionario y corrompido del agresor. Nosotros disponemos de la inmensa fuerza del régimen social de vanguardia y del hombre nuevo vietnamita, dueño de ese régimen.

      Partiendo de una justa evaluación de la relación de fuerzas entre el enemigo y nosotros, nuestro pueblo, para triunfar en la actual guerra de liberación y defensa nacional, supo aprovechar las condiciones favorables de población, terreno y clima, y las nuevas fuerzas de un régimen social de vanguardia y del hombre nuevo vietnamita. Sobre esta base, nuestro pueblo continuó y elevó a otro nivel las tradiciones militares de la nación; la cual, plena de valor y de inteligencia, no solamente supo en condiciones diferentes vencer a un enemigo más fuerte y numeroso sino también, asegurar la victoria de la civilización sobre la fuerza bruta e imponer nuestra superioridad absoluta en materia política y moral para derrotar el fuego y el acero del enemigo. Hemos utilizado armas más o menos modernas junto con armas rudimentarias, para vencer a las muy modernas armas del enemigo. Gracias a su voluntad de combatir y de vencer, a su inteligencia y a su espíritu creador, nuestro pueblo supo sacar provecho de sus ventajas fundamentales y de sus puntos fuertes, limitar y neutralizar los relativos puntos fuertes del enemigo, agudizar sus debilidades fundamentales, desarrollando al máximo la fuerza conjugada de la guerra del pueblo en el nuevo período, a fin de atacar al enemigo y vencerlo.

      3. Es una guerra de liberación nacional y de defensa de la patria emprendida en medio de las particulares condiciones internacionales de nuestra época: la del triunfo de la revolución socialista y de la revolución de liberación nacional, en que las fuerzas revolucionarias derrotan a las fuerzas contrarrevolucionarias a escala mundial, en que la revolución mundial se encuentra en posición de ofensiva ininterrumpida contra el imperialismo.

      En la época feudal, nuestros antepasados debían contar solamente con sus propias fuerzas, sin esperar ningún tipo de ayuda exterior. En la actualidad, nuestro pueblo lleva a cabo la guerra de liberación nacional y de defensa de la patria, en condiciones internacionales totalmente diferentes.

      El triunfo de la Revolución de Octubre inició una nueva época en la historia de la humanidad: la época de la liquidación del imperialismo y de la victoria del Socialismo en todo el mundo. También unió el movimiento de la revolución socialista de la clase obrera de los países capitalistas desarrollados con el movimiento revolucionario de liberación nacional de los pueblos oprimidos. La revolución vietnamita dirigida por nuestro partido es parte integrante de la revolución mundial y ha sido ayudada por la coordinación con los movimientos revolucionarios de otros países y su generoso apoyo. Más precisamente, luego de la Segunda Guerra Mundial, la victoria de la URSS sobre el fascismo creó condiciones propicias para la revolución en numerosos países de Europa y Asia. Surgió el sistema socialista mundial, convirtiéndose en el factor determinante del desarrollo de la revolución mundial. El campo socialista es la protección, el sólido apoyo de la lucha de liberación de los pueblos. Con el triunfo de la Revolución China y la fundación de la República Popular China, las fuerzas de la revolución mundial, cuyo centro es el campo socialista, superan a las fuerzas de la contrarrevolución, a las fuerzas del imperialismo. La revolución mundial está en posición de ofensiva ininterrumpida: ataca al imperialismo por diferentes partes y ha logrado grandes éxitos. Todas estas son condiciones internacionales favorables para la revolución y la guerra revolucionaria vietnamita en la actualidad.

      Nuestro pueblo está embarcado en la tarea de edificar y defender el Socialismo en el Norte y llevar a cabo la guerra de resistencia contra la agresión norteamericana para liberar al Sur, obteniendo la reunificación de la nación. La revolución en nuestro país materializa la asociación entre las dos corrientes revolucionarias de nuestra época: la revolución socialista y la revolución de liberación nacional. Esta es una ventaja fundamental, que refuerza la posición de nuestra lucha revolucionaria en el seno del movimiento revolucionario mundial. En su larga y ardua lucha contra los imperialistas agresores más poderosos, siguiendo la línea revolucionaria y la línea política de solidaridad internacional justas, sobre la base del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario, nuestro pueblo aporta, tanto ahora como en el pasado, una contribución activa a la causa común de la revolución mundial. Por otra parte, goza de la ayuda cada día más considerable de la Unión Soviética, de China Popular y de los otros países socialistas hermanos; así como también del sostén activo de los pueblos progresistas de todo el mundo, incluso del pueblo norteamericano. Ese es un factor de victoria muy importante. Por su parte, los imperialistas agresores representan un régimen social reaccionario condenado por la historia. Despliegan todos sus esfuerzos para reunir las fuerzas disponibles y oponerse histéricamente a la ofensiva de la revolución mundial. Pero el imperialismo se encuentra, junto con las otras fuerzas reaccionarias, en una posición defensiva; se debilita cada día más y sufre una derrota tras otra. Los imperialistas se enfrentan con una creciente oposición en el seno de su propio pueblo y están cada vez más aislados en la escena mundial, a medida que sus contradicciones internas se van exacerbando. Esta es su debilidad fundamental, constituyendo una inmensa ventaja para la lucha de nuestro pueblo. Antes, nuestros agresores eran los fascistas japoneses que habían sido derrotados por la Unión Soviética y los Aliados, y los colonialistas franceses cuyo país había sido invadido por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y se encontraba en un período de plena restauración. En la actualidad, los imperialistas norteamericanos, aunque son el jefe de fila de los imperialistas, son el blanco de múltiples dificultades y contradicciones en todos los dominios; sufren fracaso tras fracaso y se debilitan cada día más.

      Esas características de la guerra revolucionaria en nuestro país se reflejan claramente en el contenido de la línea militar de nuestro partido.

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