Shakey. Jimmy McDonough
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Название: Shakey

Автор: Jimmy McDonough

Издательство: Bookwire

Жанр: Изобразительное искусство, фотография

Серия:

isbn: 9788418282195

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СКАЧАТЬ un sentimiento.»

      Esta entrevista —un par de párrafos perdidos en la columna de un periódico— probablemente sea la primera ocasión en que Young se refiere en serio a su manera de componer, y trata el tema de las letras con más detalle que nunca. Neil Young rara vez volvería a ser tan claro al poner de manifiesto sus intenciones.

       No sé de dónde viene. Sale así, sin más… Parece ser que, incluso estando feliz, escribo sobre lo que es estar triste. No sé por qué.

       También me preguntas por esas imágenes que uso, como «el sótano calcinado 40 » y demás; la verdad es que no tengo ni idea de dónde salen. Son imágenes que veo, y ya está; las veo reflejadas en mis ojos.

       Y a veces no consigo que salgan al exterior, ¿sabes?, y lo que hago es ponerme ciego y tal, y si me quedo sentado esperando tranquilamente, de repente me salen a borbotones. Se trata básicamente de llegar al nivel adecuado. Es como tener un orgasmo mental.

      ENTREVISTA CON ELLIOT ROBERTS,

       DOCUMENTAL DE WIM VAN DER LINDEN, 1971

       La canción sale sola… Tú no la creas; sale a través de ti… Si se da la situación adecuada, la canción emana a través de mí y queda plasmada en un trozo de papel. No es que me siente a pensar: «Ahora voy a inventarme una canción».

      CONFERENCIA DE PRENSA, ITALIA, 1982

       Lees el periódico, miras la televisión y luego te vas a la cama; y cuando te levantas, escribes una canción. Veinte personas se convierten en una sola… Si lo divides en partes, en plan, esto es esto y aquello es aquello, no tiene ningún sentido. Toda la idea es una auténtica confusión.

      CONFERENCIA DE PRENSA, ROMA, 1987

      Neil Young ha mostrado una coherencia encomiable a lo largo de los años respecto al tema de la composición: «es algo que sucede, que no comprendo, por lo que me siento agradecido y de lo que no vale la pena hablar». Pobre del idiota que intente descifrar el significado de sus letras como quien intenta descodificar un código. No es posible; al menos, no con la ayuda de Young, y a él le da igual. A pesar de que él nunca lo diría así, tengo la impresión de que Neil Young aborda la composición de manera casi supersticiosa, como si se tratara del don de un prestidigitador: defínelo —ponlo en entredicho—, dale demasiadas vueltas, y puede que acabe por desaparecer.

       No siento la necesidad de componer una canción. No es eso. Es casi como si la canción sintiera la necesidad de que yo la escribiera y da la casualidad de que yo estoy ahí. Vamos, que no es que yo me ponga a currar en la canción.

      Componer canciones, para mí, es como una liberación. No es un oficio. Un oficio normalmente requiere algo de formación y de pericia, y te basas en la experiencia; pero si al componer te paras a pensar en todo eso, ¡despídete! Si consigo hacerlo sin pensar, me sale genial.

       —Has compuesto canciones que parecen estar bien elaboradas, como si te hubieras esmerado al componerlas.

       —Ya, y por eso probablemente sean las canciones más aburridas que haya escrito en mi vida.

       —O sea, que no escribes canciones; entonces, ¿te llega un fax y ya está?

       —No sé cómo describir lo que hago. Espero a ver qué voy a hacer luego, lo que ya debería darte una idea de lo mucho que planifico las cosas.

       —¿Qué importancia tienen las letras?

       —Bueno, depende de la canción.

       —Por ejemplo, la de una canción abstracta, como «Cowgirl in the Sand».

       —La letra de «Cowgirl in the Sand» es muy importante, porque puedes asociarla con lo que quieras. Hay letras que no te permiten hacer eso, y te has de ceñir por cojones a la cosa concreta sobre la que canta el tío… Así, en cambio, puede tener infinidad de significados.

       El rollo está en que la canción tenga un hilo conductor, entonces, cuando te imaginas de qué va, ese hilo conductor te lleva también hasta el final. Si tienes una idea acerca de la canción, puedes seguirla hasta el final; y si no, te das cuenta de que tampoco pasa nada.

       —¿Para ti tienen sentido todas las canciones que escribes?

       —No, no necesariamente. No tiene que tener sentido, basta con que provoque algún sentimiento. Algo que no tiene sentido te despierta un sentimiento. No tiene sentido; pero de algún modo te transmite una sensación. Por ejemplo, «Last Trip to Tulsa» o «Rapid Transit» no tienen mucho sentido. Algunas sí, pero otras no. Para mí no tiene importancia.

       —Entonces, ¿tus canciones son autobiográficas?

       —No es el contenido lo que importa. La canción no tiene como objetivo hacerles pensar en mí. La canción es para que la gente piense en sí misma.

       Los detalles concretos sobre el contenido de las canciones no son necesariamente constructivos ni importantes. Las canciones tienen su origen, pero puede que tengan más de uno… Esto podía dar credibilidad a la teoría de la reencarnación, según la cual has estado en un montón de lugares distintos, aunque obviamente no sea así. ¿Qué cojones hago yo escribiendo sobre los aztecas en «Cortez the Killer» como si hubiera estado allí, dando una vuelta? El caso es que solo he leído algún que otro libro al respecto. Muchas de esas chorradas me las inventé sin más, porque me vinieron a la cabeza.

       —¿Y fuiste lo suficientemente receptivo para aceptarlas?

       —Sí…Tuve la suficiente fe en mí mismo como para dejar que llegaran a mi interior.

       —¿Qué tiene que ver tener fe en ti mismo con componer canciones?

       —No lo sé. ¿Tenía Kurt Cobain fe en sí mismo?

       —¿Qué papel juega tu monólogo interior a la hora de componer?

       —En mi caso se trata de un monólogo interior continuo, y puedo hacer un seguimiento completo de la historia, puedes recorrerla de cabo a rabo sin problemas a otro nivel. Escuchas el sonido de las palabras, las imágenes y la melodía; y van las tres parejas. Va más allá de cualquiera de los elementos por separado; así que, eso, sigues adelante. No te paras a pensar en esta palabra o en aquella otra, sino que de repente se te aparece un amasijo de imágenes borrosas sin más. A mí me pasa eso cuando estoy en medio de la canción y veo alguna imagen que no tiene nada que ver con la letra, o no parece tener nada que ver. Si la veo continuamente, pues, la próxima vez que interprete esa canción, a lo mejor vuelve a aparecer. A veces se me sigue apareciendo durante años, como una lucecita o algo por el estilo. Si esto me pasa a mí, digo yo que los demás también tendrán su propia manera de identificarse con la canción que los guíe a lo largo del recorrido y les haga creer que les estoy cantando a ellos directamente.

       —¿Alguna de tus canciones revela demasiada información personal?

       —No.

       —¿Ni СКАЧАТЬ