Las Extraordinarias Aventuras De Joshua Russell Y De Su Amigo Robot. Antonio Tomarchio
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Las Extraordinarias Aventuras De Joshua Russell Y De Su Amigo Robot - Antonio Tomarchio страница 9

СКАЧАТЬ Raptor y no tienen ningún motivo para pensar que son perseguidos» dijo el joven genio.

      Vio con los ojos de su amigo metálico las ramas de los árboles y entendió que habían llegado al bosque. De repente oyó unos ruidos y vio explotar, golpeado por un rayo láser en la espalda, al robot alienígena que mantenía a Raptor por los pies. El otro, en cambio, lo había soltado y se había enzarzado en un combate con el nuevo juguete de Lucas.

      Los árboles del bosque eran maltratados por los golpes que los dos robots se intercambiaban y el láser iluminaba la oscuridad entre la espesa maleza. Después de algunos minutos de encuentros estrepitosos uno de los dos contendientes cayó, irremediablemente dañado, al suelo. El otro había quedado en pie y miraba sin moverse a los muchachos que, mientras tanto, habían llegado al bosque y liberado a Raptor de las ligaduras que lo inmovilizaban.

      Los dos autómatas se miraban fijamente preparados para luchar pero, de repente, la voz aguda de Lucas gritó:

      « ¡No, no lo ataques, es el mío, es Buby!»

      Antes esas palabras Joshua, a pesar de que estaba conmocionado, cansado y asustado, rompió en una sonora carcajada, incluso los robots, los árboles y los grillos del bosque, parecía que reían con él. Al momento entendió porqué, a pesar de querer bien a su amigo, no conseguía abrirse con él, era realmente un niño.

      « ¿De qué te ríes? Buby era el nombre de mi chihuahua, pobrecito, se murió el año pasado» exclamó Lucas, realmente asombrado.

      El joven genio había acabado por el suelo, con las manos se apretaba el estómago, reía y lloraba al mismo tiempo.

      « ¡Basta! ¡Basta, no lo llames más Buby o voy a morir de risa!»

      « ¡Ya vale!» dijo el joven amigo que mientras tanto se había cruzado de brazos y puesto mala cara.

      Joshua había parado de reír y se sentía un poco culpable con respecto al amigo que lo había salvado.

      «Perdón, gracias por haber salvado a Raptor, has luchado como un tigre hace nada destruyendo tus dos primeros robots enemigos.»

      «Yo no he hecho nada, solamente he dicho a Bu… a mi robot que salvase al que estaba atado y que destruyese a los otros dos.»

      «Esta historia debe acabar. Ordena también al tuyo… que ataque la base» exclamó Joshua mientras impartía la misma orden a Raptor.

      Los dos robots, sin dudar un segundo, corrieron hacia el lago y se zambulleron desapareciendo en la oscuridad. Unos relámpagos de luz y unas explosiones provenientes del fondo del lago comenzaron a iluminar las aguas oscuras mientras la superficie bullía a causa de los muchos hombrecitos verdes que saltaban afuera hacia el bosque para encontrar un escondite. Después de unos minutos de relámpagos y de ruido regresó el silencio y la oscuridad. Dos figuras negras que brillaban a la luz de la luna emergieron del lago dirigiéndose hacia los jóvenes que estaban esperando ansiosos.

      El muchacho oyó la voz de su amigo Raptor resonar en su cabeza.

      «Se ha acabado, hemos destruido la base y las naves espaciales, ahora no pueden hacer más daño a nadie. Hemos intentado no matarlos, sin su tecnología son inofensivos y sin sus naves espaciales no podrán conseguir más, excepto que consigan llegar a pie hasta la Amazonia. Por desgracia no he conseguido encontrar a su jefe, él sí que se merece una lección.»

      Tiraron en el lago los trozos de los dos robots destruidos y se dirigieron hacia casa.

      « ¿Qué le dirás a tu padre para justificar la presencia de Buby?» preguntó Joshua.

      «No lo sé, algo inventaré. Podría decirle que tú me habías construido uno también para mí esperando que participase en el torneo. Tú, en cambio, deberías devolverme el tuyo para que no sospechen tus padres.»

      «Diré a mi padre que el robot se ha dañado un poco en los combates del torneo y que por lo tanto he decidido pagártelo y quedar con él, total tu padre te ha comprado ya otro.»

      « ¡Somos unos genios!» exclamaron casi al mismo tiempo mientras chocaban las cinco.

      « ¡Mierda! ¿Las tejas rotas y la cama destrozada cómo las justifico? Démonos prisa en llegar a casa antes de que vuelvan mis padres» exclamó preocupado Joshua.

      En cuanto llegaron a la casa pusieron en orden la habitación, esperarían al día siguiente a que sus padres saliesen para comprar un colchón y una almohada. Para justificar las tejas rotas decidieron que contarían que habían hecho subir al robot sobre el tejado para recuperar un gatito. Estaban muy satisfechos de su capacidad de contar mentiras.

      Se despidieron con un abrazo y luego Lucas se alejó dirigiéndose hacia su casa junto con su nuevo amigo Buby.

      Joshua se fue a la cama cansado y muy agitado por la enésima aventura. Esta vez hubiera querido dormir tranquilo ya que el problema de los alienígenas había sido resuelto, pero el colchón semi destruido no le dejaba dormir. Se puso en contacto con Raptor que, mientras tanto, se había refugiado en el cobertizo.

      «La próxima vez no dejes que te aten y te lleven» dijo un poco enfadado al amigo.

      «No puedo hacer nada, no consigo moverme si no recibo una orden» respondió él.

      «Entonces te ordeno que deberás reaccionar contra cualquier acto que comporte tu alejamiento forzoso de mí.»

      «Perfecto» respondió el robot.

      El muchacho se quedó durante un momento reflexionando sobre la orden que le acababa de dar, luego preguntó al amigo:

      « ¿Tú obedecerás todas mis órdenes, no importa de qué tipo sea?»

      «Claro, comandante, estoy programado para obedecer, no vuelvas a dudar de mí jamás.»

      «Te ordeno que actúes según tu voluntad, haz lo que quieras sin necesidad de la conexión.»

      «Lo siento, comandante, aprecio tu tentativa, pero mi hardware no me permite moverme sin conexión.»

      «Permanece conectado, entonces, pero actúa según tu conciencia y tu voluntad.»

      El robot intentó moverse, salió del cobertizo y se puso a mirar las estrellas, luego se puso a correr y saltar.

      « ¡Puedo hacerlo! ¡Puedo moverme!» su voz tenebrosa resonaba en la cabeza del chaval que sentía la felicidad del robot.

      « ¿Te irás ahora? ¿Me dejarás solo?» preguntó el joven.

      « ¿Dónde iría? No tengo a nadie, aparte de ti, en este mundo y además un robot que va de paseo solo no pasaría desapercibido. No, me quedaré contigo si quieres, pero por lo menos ahora podré actuar sin tener que esperar una orden. Siempre te estaré agradecido, aunque todavía necesito la conexión, me siento libre y es una sensación muy hermosa.»

      «Haz lo que quieras, yo intentaré dormir, estoy cansado y me siento todavía peor con este maldito colchón.»

      Raptor no tenía ninguna gana de ponerse en modo reposo, la sensación de poderse mover libremente era demasiado hermosa para que se estuviese quieto. Comenzó a dar vueltas por el cobertizo observando las herramientas del chaval, pensó que podría modificar el robot construido СКАЧАТЬ