Las Extraordinarias Aventuras De Joshua Russell Y De Su Amigo Robot. Antonio Tomarchio
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Las Extraordinarias Aventuras De Joshua Russell Y De Su Amigo Robot - Antonio Tomarchio страница 6

СКАЧАТЬ se había levantado desfogando la rabia por el golpe sufrido con una patada frontal al estómago que había dañado los circuitos del adversario y ensuciado la lona de aceite.

      Raptor se había desembarazado en pocos minutos de su fuerte adversario con una patada circular, asestada con una fuerza y una velocidad tal que no le dio escapatoria al contendiente. El público estaba cada vez más entusiasmado, la calidad de los golpes era de un nivel altísimo y el espectáculo ofrecido era apasionante, coros de incitamiento se levantaban desde las gradas llenas y cada vez más el nombre del robot de casa se repetía como si fueran hinchas de un partido de fútbol.

      Después de la quinta ronda, también ésta sin sorpresas, fue declarada la pausa de dos horas de manera que los jóvenes atletas y el público pudiesen reposar y comer en los numerosos restaurantes y locales de comida rápida del edificio.

      La final del torneo con los 100 mejores robots del mundo duraba sólo un día. Durante el año se desarrollaban las clasificaciones, donde se veían a millares de robots empeñados en torneos di eliminación directa que decretarían los participantes en la jornada final de la estación. Las mayores empresas di Network mundiales se peleaban por un evento que superaba por número de espectadores a los mejores eventos deportivos del mundo, desde el fútbol americano al fútbol clásico, del automovilismo al motociclismo.

      Joshua había encontrado una tienda de bocadillos bastante aislada para huir del asalto del público y de los periodistas, disfrutaba de su bocadillo y charlaba con su amigo metálico.

      «Somos muy fuertes, ¿verdad Raptor?» preguntó.

      «Sí, comandante, para mí los robots adversarios son como unas marionetas, he evitado empeñarme al máximo porque he leído en tu mente el temor a ser descubierto»

      El muchacho al escuchar esas palabras pensó en el peligro que los pequeños alienígenas representaban, con sus máquinas tan evolucionadas y cómo había sido irresponsable al esconder al mundo su existencia. Habían pasado muchos días desde el descubrimiento del robot y no podía saber cuántos de ellos habían construido mientras tanto.

      Bebió su Coca Cola para bajar el bocadillo que le había quedado atascado en el estómago mientras pensaba que, quizás, habría debido revaluar su decisión. Si hubiese dicho la verdad, habría sido descalificado de por vida del torneo y quedaría señalado por siempre como el que había ganado haciendo trampas; no podía destruir su vida por un estúpido escrúpulo de conciencia, ahora la decisión había sido tomada, debía sólo esperar a que los alienígenas no lo desenmascarasen, atacando el mundo con unos robots idénticos al suyo.

      Raptor, que conocía las preocupaciones de su joven comandante y que sentía por el algo inexplicable, intentó tranquilizarlo

      «No te preocupes, me ocuparé de ellos lo antes posible, nadie comprenderá de dónde vengo ni quién soy. Yo sé dónde se encuentra su base, se cuántos son y dónde está escondida la nave nodriza.»

      « ¿No habías dicho que toda la información acerca de ellos se había borrado con la desconexión?» respondió contrariado el muchacho.

      «Sí, es verdad, pero tú sabes perfectamente que lo que ha sido borrado siempre se puede recuperar, basta con buscar en el lugar justo, y yo he descubierto que tengo una copia de seguridad en un sitio escondido de mi mente, ahora se todo sobre ellos y estoy preparado para responder a cualquier pregunta.»

      El muchacho aprovechó la invitación y comenzó a presionarlo con una serie de preguntas.

      « ¿Por qué están aquí? ¿Qué quieren? ¿Cuáles son sus intenciones?»

      «Están aquí desde hace muchos años, son los supervivientes de una larga y sangrienta guerra en su planeta, han venido en son de paz en busca de hospitalidad y comida. Han comprendido que, sobre la Tierra, hay un lugar para ellos y que pueden sobrevivir sin entrar jamás en contacto con el ser humano, y ni siquiera competir con los terrestres por los recursos que necesitan.»

      « ¿Cómo han llegado hasta nosotros?»

      «Poseen una astronave muy grande, la han escondido, convirtiéndola en invisible, en el lado oculto de la Luna. Han bajado a la Tierra en unas pequeñas naves espaciales que vuestros radares no pueden identificar.»

      «Tú dices que han venido en son de paz, entonces ¿por qué te han construido y han intentado matarme en el bosque?»

      «Ellos viven en paz en la selva amazónica y no tienen ni armas ni robots, se han adaptado a las condiciones de vida de las especies animales y como ellos viven renunciando a la tecnología e incluso a sus vestimentas para confundirse con la naturaleza y no ser descubiertos. Viven de los frutos que vuestro espléndido planeta les ofrece generosamente.»

      «No lo entiendo. Explícate mejor.»

      «Hace algunos años unos seres humanos, desforestando parte de la selva, han destruido con sus excavadoras una colonia alienígena, matando a cientos de ellos, entre los cuales había huevos que estaban a punto de abrirse. Desde ese momento, los supervivientes, en contra de la opinión de las otras colonias que han votado por mantener la paz, han creado una facción hostil a los seres humanos, jurando venganza. Se trasladaron a los Estados Unidos, formando una colonia y comenzando a planear la conquista del planeta y la destrucción de los humanos. Construyeron una base ultra moderna, sirviéndose de la tecnología de la nave nodriza y han comenzado a fabricar los robots.»

      « ¿Cuánto tiempo necesitan para construir un robot como tú? ¿Cuántos pueden construir al mismo tiempo?»

      «Quizás un mes, yo soy el primero y el único. Ellos sólo pueden construir uno de cada vez.»

      «Han pasado poco más de veinte días desde que te encontré, todavía tenemos tiempo para pensar en un contraataque, ahora, ocupémonos del torneo.»

      «Es más, quiero saber algo más de ti» dijo el chaval antes de que su amigo se levantase de la silla en la que estaba sentado.

      «Pregunta, venga.»

      «Tú estás vivo, eres capaz de pensar, de razonar, eres inteligente, ¿qué opinión tienes de ti mismo y de tu vida de robot?»

      «Yo sólo soy un esclavo, yo no existo sin una conexión, la mía no es una vida.»

      «Te equivocas, tú existes porque tienes conciencia de ti mismo, eres capaz de pensar, por lo tanto, estás vivo, no eres sólo una máquina. Te prometo que, cuando acabe el torneo, intentaré estudiarte y comprender cómo liberarte de la conexión.»

      El robot se quedó callado durante unos minutos, cogió la pequeña mano de su comandante entre las suyas mientras la acariciaba con suavidad, luego exclamó:

      «Eres demasiado bueno, te estaré siempre agradecido por haberme liberado de la conexión de ese ser malvado. Aunque tú no consigas liberarme completamente, debes saber que, para mí, estar ligado a ti es el regalo más hermoso que pudiese recibir.»

      A Josué le hubiera gustado abrazarlo pero no podía, las personas que estaban sentadas en las mesas del bar de bocadillos y que podían verlo no lo habrían entendido, pero sabía que su amigo había leído en su mente sus intenciones y sabía cuán fuertes eran los sentimientos que los unían.

      El descanso había terminado y la voz de los altavoces reclamaba a los competidores para el comienzo de los combates, así que se levantaron y se dirigieron hacia la enorme sala donde se desarrollaban los encuentros.

СКАЧАТЬ