Название: Páginas sevillanas
Автор: Manuel Chaves Rey
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
isbn: 4057664159243
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XLVIII BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
LIV EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO
LXXIII LA FIESTA DEL QUEMADERO
LXXV LA ESCUELA DE TAUROMAQUIA
I
LA FUENTE DEL ARZOBISPO
«Horas hay de recreación donde el afligido espíritu descanse: para este efecto se plantan las alamedas, se buscan las fuentes, se allanan las cuestas y se cultivan con curiosidad los jardines.»
CERVANTES.
RÓXIMO al convento de la Trinidad, cuya fundación se remonta al año 1249, existe un camino llamado en lo antiguo Camino viejo de Córdoba, el cual está rodeado de fértiles huertas y de algunas fincas de recreo, sin que tampoco falten en él los ventorrillos característicos de nuestra patria, donde tan agradables tertulias se forman en los días hermosos y serenos.
Siguiendo este camino, y á una distancia bastante regular, se encuentra una fuente conocida por el nombre del Arzobispo, y que fué construída, según la tradición, en tiempos de D. Fernando III.
En aquel lugar existía la huerta y palacio que el Monarca conquistador regaló á D. Remondo, su confesor, y segundo arzobispo que tuvo Sevilla después de ser abandonada por los sarracenos.
D. Remondo, que entre otros muchos edificios poseía una hermosa casa en la calle que hoy lleva su nombre, próxima á la Catedral, solía pasar algunas temporadas en aquella huerta deliciosa, que, por su situación topográfica, por los dilatados terrenos que ocupaba y por la variedad de abundantes frutos que se criaban en ella, era sin duda la mejor de cuantas existían desde la casa de Buena-vista hasta el campo donde según la tradición eran sacrificados los mártires de los primeros tiempos del cristianismo.
La magnífica huerta de que vamos hablando, muerto D. Remondo en 1286, sufrió no pocos cambios de propiedad; el palacio fué derruído casi por completo á mediados del siglo XV, y, repartidos los terrenos aquellos, todo desapareció, excepto la Fuente, que aún se conserva casi igual á como estaba en tiempos del Rey conquistador de Sevilla, según la afirmación de algunos autores, que ponemos en duda.
La fuente del Arzobispo no puede ser más sencilla, pues sólo la componen algunas negruscas piedras carcomidas por la destructora acción de los tiempos, y varios caños, por donde sale el agua cristalina y abundante, formando blanquísima espuma.
El manantial se supone no debe estar muy lejos, aunque varios escritores de antigüedades de Sevilla lo creen á larga distancia, СКАЧАТЬ