El precio de la democracia. Julia Cage
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El precio de la democracia - Julia Cage страница 17

Название: El precio de la democracia

Автор: Julia Cage

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

Серия:

isbn: 9786079946579

isbn:

СКАЧАТЬ de 370 millones de euros al año, es decir, ¡más de 15 veces el límite establecido por la ley! Eso equivaldría a nueve euros por ciudadano. Y eso sólo es una parte del financiamiento público de la vida política, pues falta añadir el gasto fiscal ligado a las donaciones a partidos.

      LECTURA | En 2015, 2.72% de los contribuyentes italianos (es decir, 1.1 millones de contribuyentes) marcaron la casilla del “2 por mil” en su declaración de impuestos. El monto promedio de la subvención pública que asignaron al partido político de su elección fue de 11.20 euros.

      FIGURA 8. “2 por mil”: porcentaje de contribuyentes y monto promedio de la subvención pública en Italia, 2015-2017.

      Este sistema no está hecho para que todos lo utilicen y sin embargo, a riesgo de sorprender al lector, pienso que todos deberían utilizarlo. Usar hoy el sistema existente, a falta de uno mejor, y usar mañana, espero, los Bonos para la Equidad Democrática que describiré en el capítulo 10, que permitirían a cada ciudadano donar la misma cantidad al partido político de su elección, independientemente de su nivel de ingresos. Comprendo la desconfianza hacia los partidos políticos, pero es importante señalar aquí que no utilizar este sistema —dado que existe— es la peor solución, pues quienes lo crearon sí lo utilizan, para su ventaja. Si, como ciudadano(a), te parece más urgente financiar hoy a las escuelas o los hospitales de Italia que a sus partidos políticos, en el fondo tienes razón, pero te equivocas en el método, pues corres el riesgo de permitir que —en parte gracias a este sistema— resulten elegidos partidos que favorecerán la reducción del gasto público, por encima del gasto social y la progresividad fiscal. Del mismo modo —y volveré a esto—, la peor respuesta posible a las desviaciones actuales de nuestras democracias que se ahogan en un creciente oleaje de dinero privado es suprimir el financiamiento público. Hace falta, por el contrario, sustituir el dinero privado que tiene atrapado el juego electoral por un financiamiento público importante y equitativo.

      LECTURA | Entre 2015 y 2017, 51% de los contribuyentes que marcaron la casilla del “2 por mil” en su declaración de impuestos eligieron al Partito Democratico y 13% a la Lega Nord.

      FIGURA 9. “2 por mil”: porcentaje de contribuyentes representados por cada partido en Italia, 2015-2017.

       ¿A quién beneficia el crimen?

      El sistema del “2 por mil” es extremadamente inequitativo. ¿A qué partidos ha beneficiado más? Aquí tendríamos que preguntarnos, más bien, a qué partido, en singular, pues resulta que la reforma ha beneficiado al partido que la instituyó: el Partito Democratico [Partido Democrático], por el cual se ha decantado 51% de los contribuyentes que utilizaron el “2 por mil” entre 2015 y 2017. La figura 9 muestra el porcentaje de contribuyentes que eligieron cada partido (tomando en cuenta que, en total, 30 partidos se han beneficiado del “2 por mil”). Muy por detrás del Partito Democratico, 13% de los contribuyentes que han utilizado el “2 por mil” destinaron su aportación a la Lega Nord [Liga del Norte], seguida de Sinistra Ecologia Libertà [Izquierda, Ecología y Libertad].

      FIGURA 10. “2 por mil”: porcentaje de contribuyentes y porcentaje del monto total representados por cada partido en Italia, 2015-2017.

      Es sumamente interesante notar que el Partito Democratico se ha beneficiado doblemente del “2 por mil”. En efecto, como lo muestra con claridad la figura 10, los contribuyentes que lo eligieron son más adinerados que el promedio: así, no fue a parar al Partito Democratico el 51%, sino el 54% del monto total del “2 por mil”, un porcentaje mucho mayor al de su popularidad electoral en el momento en que se instauró el sistema (poco menos de 30% de los votos en el periodo 2008-2013).

      Pero ¿debemos culpar al Partito Democratico? El “2 por mil” es un sistema imperfecto, pero es innovador. Permite anualizar el financiamiento público de los partidos, que está congelado en la mayor parte de los modelos —comenzando por el francés—, y la utilización de la declaración de impuestos es un medio simple y eficaz para consultar a cada ciudadano sobre sus preferencias, manteniéndolas en secreto. Los Bonos para la Equidad Democrática que propongo en este libro se inspiran, técnicamente, en esta medida.

      Hay que recordar, además, el momento histórico en que se instauró el “2 por mil”: en 2014, el rechazo a los partidos políticos em Italia era extremo y el Movimento 5 Stelle [Movimiento 5 Estrellas] hacía campaña para suprimir toda forma de financiamiento público de la vida política. Por cierto que los contribuyentes italianos no pueden destinar su “2 por mil” al Movimento 5 Stelle, por lo que no aparece en las figuras 9 y 10. Este movimiento, que desde su creación se opone al financiamiento público de los partidos, se rehúsa a beneficiarse del “2 por mil” y exhorta a los contribuyentes italianos a no utilizar el sistema. De paso, el rechazo al “2 por mil” evita al Movimento 5 Stelle tener que cumplir las obligaciones establecidas en los artículos 3, 4 y 5 de la ley 149/2013 relativa al estatus de los partidos políticos —que deben ser democráticos— y a su transparencia. De manera más general, este extraño sistema del “2 por mil” es producto del desaliento y el fatalismo que se apoderaron de Italia después del colapso de la Primera República en 1992, como veremos en el capítulo 6, cuando examinemos las oportunidades perdidas de los sistemas de financiamiento público directo a partidos.

      El principal defecto del “2 por mil” —y no es poca cosa— es que las aportaciones de cada ciudadano dependen de su nivel de ingresos. Lo que hace falta instaurar es un sistema de financiamiento público que haga equitativos los votos de todos los ciudadanos. Eso son los Bonos para la Equidad Democrática. Sin embargo, más valía instaurar el “2 por mil” que ceder a las presiones populares y acabar definitivamente con toda forma de financiamiento público de la vida electoral italiana y así condenarla un poco más al secuestro por parte de los recursos privados.

      Recapitulemos. Por una parte, en numerosos países el financiamiento privado de la democracia está, hoy en día, muy poco regulado; en particular, no existe límite para las donaciones privadas a partidos políticos y a campañas, y a menudo tampoco las contribuciones de las empresas tienen límite. ¿La consecuencia? En el siguiente capítulo veremos que, por lógica, esto conduce, en las democracias no reguladas, a niveles de financiamiento privado extremadamente altos —decenas de miles de euros—y que dicho financiamiento no se distribuye de manera equitativa entre los diferentes partidos. Históricamente, los partidos más conservadores se han beneficiado más, y los partidos más progresistas que se benefician de estos sistemas en la actualidad a menudo lo hacen a costa de abandonar la lucha por los sectores populares de la sociedad. Además, en algunos países, este abundante financiamiento privado reduce a la nada todos los esfuerzos de financiamiento público destinados a volver más igualitario y representativo el sistema democrático.

      Por otra parte, algunos países, comenzando por Francia —aunque de manera tardía—, han puesto límites mucho más estrictos a las posibilidades de financiamiento privado del juego político, así como a los gastos electorales. Estos sistemas están lejos de ser perfectos: en particular, benefician más a los más adinerados. Esto es lo que cuantificaremos ahora.

      Nota

СКАЧАТЬ