El precio de la democracia. Julia Cage
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Название: El precio de la democracia

Автор: Julia Cage

Издательство: Bookwire

Жанр: Социология

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isbn: 9786079946579

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СКАЧАТЬ tope para las donaciones es demasiado bajo suelen ser los primeros en exigir múltiples pequeños donadores. Y es que el juego político parece más bello cuando predomina la ilusión de una multitud igualitaria en la que cada integrante contribuye según sus medios. En un cartel, el ama de casa común supera con creces a la rica heredera y se prefiere al hombre de la calle que al dictador extranjero.

      En un cartel, sí, pero… ¿en los hechos? Si, por ejemplo, nos detenemos un momento a examinar la campaña presidencial de Emmanuel Macron, ¿qué descubrimos? Que, si bien los pequeños donadores están en el cartel (30 mil particulares hicieron algún aporte), en realidad un puñado de ricos y generosos mecenas determina las reglas del juego. Por un lado, miles de pequeños donadores: un tercio de las contribuciones a En Marche! serían inferiores a 30 euros y dos tercios inferiores a 60 euros; la donación promedio sería de 50.19 Por otro lado, sólo 2% de las donaciones rebasaba los 5000 euros. Pero 2% de 30 mil donadores son 600 ricos mecenas, que aportaron entre 3 y 4.5 millones de euros.20 En otras palabras, 2% de los donadores aportaron entre 40 y 60% de los 7.5 millones de euros de donaciones al movimiento. Quisiera ser más precisa, pero no es posible, pues los partidos del nuevo mundo no se distinguen por ser más transparentes que los del viejo. También me siento tentada a afirmar —rechinando los dientes— que ese 2% de generosos donadores invirtió bien su dinero, pues, por un módico costo de 2550 euros —tomando en cuenta las ventajas fiscales—, cada uno de los 100 franceses más ricos obtuvo, con la presidencia de Macron, una reducción de impuestos de 1.5 millones de euros, y eso apenas en los primeros meses del quinquenio.21 ¡Es decir, un retorno sobre la inversión de casi 60 mil por ciento, para aquellos que contribuyeron a la campaña!

      Desde este punto de vista, los franceses ricos no tienen razón alguna para envidiar a sus homólogos estadounidenses, que también acaban de recibir una de las mayores reducciones de impuestos de la historia, reducción que sólo beneficiará a las grandes empresas y al 1% más adinerado.22

      UN SISTEMA PENSADO PARA

      LOS MÁS PRIVILEGIADOS

       El injusto sistema fiscal francés, desdelas donaciones hasta las cuotas de los militantes

      En Francia, las donaciones a campañas y a partidos dan lugar a “recibos de donación” que otorgan a los donadores el derecho a una reducción de impuestos. Estas donaciones se consideran, fiscalmente, como donaciones a organismos de interés general; en este caso, el organismo en cuestión es el “representante financiero” o la “asociación de financiamiento electoral para beneficio de un partido o agrupación política de uno o más candidatos”.23 La reducción de impuestos es igual a 66% de las sumas gastadas, a condición de que dichas sumas no rebasen 20% del ingreso gravable. Cuando el monto de las donaciones rebasa este límite, el excedente se reporta para los cinco años siguientes y da derecho a una reducción de impuestos en las mismas condiciones.

      Ahora bien, para beneficiarse de una reducción de impuestos, todavía hace falta tener que pagar impuesto sobre la renta…24 Seamos precisos; la reducción de impuestos se calcula de la manera siguiente: imaginemos una persona con ingresos gravables de 100 mil euros, que ha hecho donaciones a partidos políticos por 6 mil euros (el tope es de 7500). Estas donaciones se sitúan cómodamente dentro del límite de 20% del impuesto gravable (es decir, en este caso, 20 mil euros). Puesto que el monto de las donaciones es inferior a ese doble tope, la reducción de impuestos se aplica por completo y es igual a 6000×66%=3960 euros. En otras palabras, para este individuo con ingreso gravable de 100 mil euros, el costo real de las donaciones a partidos políticos es apenas de 6000–3960=2040 euros. El resto corre a cuenta del Estado, es decir, de los contribuyentes en su conjunto.

      ¿Cuál sería el costo para un individuo con ingreso gravable de menos de 9700 euros (el umbral de entrada al primer nivel de la escala para una parte de cociente familiar) que decidiera hacer una donación semejante? 6 mil euros… porque, al estar exento de impuesto sobre la renta, este individuo no tendrá derecho a reducción de impuestos (sin contar que, de todos modos, el tope de 20% de impuesto gravable le impediría beneficiarse plenamente de una reducción de impuestos). Ahora bien, los hogares modestos son, en Francia, más de la mitad de los hogares fiscales, de modo que esto está lejos de ser anecdótico.

      Digámoslo de otro modo: el sistema actual es tal que, al final, los ricos no pagan más que una tercera parte del monto de sus donaciones a los partidos o los candidatos de su elección, pues el resto lo paga el Estado, es decir, es dinero de nuestros impuestos (en particular el IVA y otros impuestos indirectos que todos pagamos, y sobre todo los más pobres), mientras que los ciudadanos de más bajos recursos —¡gran paradoja!—pagan sus contribuciones políticas a plenitud. Además, el sistema francés actual de reducción de impuestos no sólo se aplica a las donaciones a candidatos y a partidos políticos, sino también a las cuotas de los militantes.25 En otras palabras, la mitad de los franceses más pobres no puede recibir el reembolso de una parte de sus cuotas, mientras que la mitad de franceses sujetos a impuesto sobre la renta sí puede. Esto anula —e incluso revierte— el carácter progresista de las políticas de militancia practicadas por muchos partidos. Por ejemplo, en Europe Écologie Les Verts [Europa Ecología Los Verdes] (EELV), la cuota de militancia es de 36 euros al mes para los miembros más precarios: los estudiantes y aquellos cuyo ingreso es inferior a 1200 euros mensuales. Costo real para un miembro precario: 36 euros. Para un miembro que gane 1500 euros al mes, la cuota de militancia es de 100 euros. Costo real, una vez aplicada la reducción fiscal de 66%: 34 euros… Para todos los partidos que aplican una tarifa única o casi única, el resultado es que la militancia resulta dos tercios más barata para los contribuyentes gravables que para los no gravables. La política pública, entonces, reduce a la nada los intentos de los partidos por democratizar el perfil de sus militantes. Todo está de cabeza.

      Nótese, finalmente, que la reducción de impuestos no sólo se aplica a las cuotas de los militantes, sino también a las de los funcionarios electos o, en palabras de Bercy, a las “cuotas pagadas por los titulares de cargos de elección pública nacionales o locales”. En este caso, se aplica aún con más flexibilidad, pues las cuotas de los funcionarios electos no tienen el tope de 7500 euros. Así, un funcionario electo que declare sus ingresos en pareja puede beneficiarse de una reducción de impuestos que asciende a 66% del monto de las cuotas, monto limitado a 15 mil euros por hogar fiscal. Por ejemplo, un senador, aunque viva principalmente de las remuneraciones que le paga el Estado, podrá ver que sus impuestos se reducen en 10 mil euros a título de las cuotas que ha decidido pagar a su propio partido, o por el voto de la ley en función de intereses muy personales.

      Así pues, en Francia el financiamiento público de la vida política es mucho más débil para los millones de individuos menos privilegiados que para los pocos más privilegiados. En el próximo capítulo veremos que, tan sólo para las donaciones a partidos políticos, el Estado gasta 21 veces más en reducciones de impuestos para el 1% de franceses más ricos que para la mitad menos adinerada de los contribuyentes. Esta situación es un escándalo, sobre todo porque este sistema, tan profundamente injusto, no es exclusivo del financiamiento político, sino que se aplica a todas las donaciones, incluido el financiamiento de los medios de comunicación por medio de donaciones a asociaciones como Presse et Pluralisme o J’Aime l’Info; por eso, en 2015, defendí en mi libro Salvar los medios de comunicación la idea de un sistema de financiamiento abonado “a la inglesa” —que el Estado aporte directamente a las fundaciones el equivalente de sus gastos fiscales— para las donaciones en Francia a medios sin fines de lucro.26 En el capítulo 10 volveré a abordar esta propuesta, extendida al financiamiento de los partidos políticos.

      Algo interesante es que las cuotas a sindicatos son una excepción, puesto que dan derecho a un crédito fiscal. En otras palabras, los hogares no gravables se benefician del crédito fiscal asociado a las “cuotas sindicales de los asalariados y pensionados” en la misma medida que los hogares gravables, puesto que, en el marco de un crédito fiscal, СКАЧАТЬ