Название: La derrota de lo épico
Автор: Ana Cabana Iglesia
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Història i Memòria del Franquisme
isbn: 9788437092171
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Son muchas y muy variadas las muestras de resistencia civil, pues todas aquellas acciones y actitudes que muestren ausencia de colaboración y consentimiento para con las disposiciones del poder remiten a este concepto al ser acciones y actitudes que revelaban la incapacidad de los proyectos del franquismo para imbuir de sus principios a la población rural: la realización de motines, el rechazo de suscripciones, la difusión de rumores, la fidelidad a las ideas republicanas o democráticas, etc. Incluidos en él fenómenos antisociales como el robo de poca monta, la apatía, la indisciplina y la negativa a trabajar, etc. Algunas de ellas, y otras más, son las que Ramón García Piñeiro, siguiendo a Scott, define como «protestas populares de baja intensidad» (García Piñeiro, 2001: 351). Para F. Sevillano se trata de «no más que formas de supervivencia, mientras que otras fueron manifestaciones pasivas de malestar social, que no expresiones activas de resistencia, mostrando los límites del disentimiento político» (Sevillano, 2003: 165), con lo que las remite a un plano prepolítico con el que no concordamos, como hemos señalado.
Por la variedad de muestras que conforman la resistencia civil es necesario ordenar y catalogar los casos recogidos, con la finalidad de conseguir una mejor comprensión del caso gallego en concreto y, así mismo, posibilitar una comparación con otras realidades españolas y europeas. A eso dedicaremos el siguiente capítulo.
1 Los intentos más logrados de estudios globales en J. de Juana y X. Prada (2006) y A. Míguez (2009). Sobre la represión a nivel provincial y en diferentes zonas de Galicia o a nivel sectorial, véanse M. X. Souto (1987); E. Grandío (2001); X. Prada (2004); A. Rodríguez Gallardo (2006); D. Lanero (2006) y D. Pereira (2011). El proyecto interuniversitario «Os nomes e as voces», dirigido por el catedrático de la USC Lourenzo Fernández Prieto, cuenta con la base de datos más completa y actualizada sobre los nombres, cifras y lugares de represión en Galicia (nomesevoces.net). Según el «Informe de Resultados: víctimas de Galicia (1936-1939)» (www.nomesevoces.net/gl/informes), se han documentado un total de 12.253 represaliados, ya mediante procesamientos judiciales, ya vía asesinatos. Un total de 9.020 personas fueron sometidas a procesos militares y el cómputo de penas de muerte ejecutadas y muestres extrajudiciales arroja la cifra de 4.699 víctimas. El 80% de estas víctimas mortales tenían entre 19 y 45 años.
2 Numerosos autores se han acercado a aspectos de conflictividad laboral para advertir la resistencia política en el periodo tardo-franquista. Por lo tanto, en el ámbito urbano y obrero se permite una relación clara entre conflictividad, con medidas puntuales y próximas, y una ulterior concienciación contra el sistema político que en el mundo rural parece no ser lícito realizar. Sobre la conflictividad laboral existe una extensa bibliografía que abarca la prácti-ca totalidad de la geografía española, véanse C. Molinero y P. Ysás (1998b); T. M. Ortega López (2003); R. Reig (1999); X. Doménech Sampere (2002); R. García Piñeiro (1990); J. Gómez Alén (1995).
3 Así, por ejemplo, mientras que noruegos y holandeses fueron tratados con «más benevolencia», los belgas tuvieron que soportar una interferencia total en su vida cotidiana (Moore, 2000).
4 Para la Europa oriental, véase A. Braun (1989).
5 Un recorrido histórico por las formas de resistencia del agro gallego, en H. Hervés Sayar et al. (1997) y en X. Jardón Pedras et al. (1997).
6 Una visión de conjunto del movimiento agrarista en Galicia, en M. Cabo (1999) e I. Román (1999), y en A. Bernárdez (2005).
7 En la teoría de la práctica de Pierre Bourdieu, el concepto habitus designa un sistema de disposiciones duraderas y generativas que, al integrar las experiencias del pasado, funciona en todo momento como una matriz de percepciones, apreciaciones y acciones adquiridas de manera inconsciente en las experiencias de sociabilidad. P. Cornnerton, por su parte, habla de «memorias-hábito», subrayando que la memoria, o la tradición, es transmitida de maneras no textuales y no cognitivas. P. Bourdieu (1988) y P. Connerton (1989).
8 Esta es la manera empleada por los campesinos portugueses de Couço, como indica Paula Godinho, para reactualizar su memoria de resistencia. Usan la oralidad, la conversación y los encuentros, ya organizados, ya fortuitos. P. Godinho (2001).
9 Las formas de protesta del agro gallego son las mismas que las detectadas en la Ale- mania rural a raíz de la implantación de la política agraria nazi o en el Portugal salazarista. I. Kershaw (1983); J. Stephenson (1997); I. Fonseca, D. Freire y P. Godinho (en prensa).
10 La Sociología ha reconocido el papel de las conciencias colectivas como estructuras simbólicas encargadas de atribuir sentido a la realidad y definir y orientar comportamientos, igual que las nuevas vías de la Historia Social, entre ellas la Historia de la Vida Cotidiana Alemana, dan cuenta de que los «ciudadanos corrientes», cuando entran en la escena de los acontecimientos, lo hacen de acuerdo con y a partir de su propia esfera de significados. A. Lüdtke (1994).
11 Sobre el concepto de «valoraciones fuertes», véase C. Taylor (1994). En palabras de Habermas, «nuestra voluntad está fácticamente determinada por deseos y valores; determinaciones ulteriores solo se realizan en atención a las opciones en la elección de los medios o bien en la fijación de los fines» (1991: 36).
12 Como ejemplifica J. Ugarte perfectamente para las realidades vasca y navarra (1998).
13 Sobre visiones estereotipadas y el debate teórico alrededor del concepto de «comunidad rural», véase G. Giménez (1990), y sobre el mito de la decadencia de las comunidades rurales, R. Domínguez Martín (1998).
14 Más que probada es la influencia de la ciudad en el rural y la permeabilidad de las comunidades rurales gallegas, gracias a trabajos como el de L. Fernández Prieto (1996). El estudio de Luisa Passerini sobre los operarios turineses evidencia las características de la cultura de resistencia propia de otro tipo de comunidad, la obrera. L. Passerini (1984).
15 Esa visión idealizada es la que difundieron estudiosos como Robert Redfield (1989), que destacaba la homogeneidad, la autosuficiencia y la armonía de las relaciones intracomu-nitarias. Una crítica a esta visión, en X. L. Balboa (1996).
16 Las comunidades rurales cuentan con sus propios mecanismos de corrección de desigualdades y de cohesión social, explicables en razón de lo que Scott denomina «ética campesina de la СКАЧАТЬ