Название: El fascismo vasco y la construcción del régimen franquista
Автор: Iñaki Fernández Redondo
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Història i Memòria del Franquisme
isbn: 9788491347743
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PUNTUALIZACIONES SOBRE TERMINOLOGÍA
Antes de comenzar nuestra exposición hemos de realizar una serie de matizaciones sobre el empleo de determinados términos. Para favorecer la fluidez del texto hemos optado por un empleo laxo del nombre de Falange. Así, podremos emplear este término para referirnos indistintamente a FE/JONS y a FET/JONS. Asimismo, para evitar repeticiones innecesarias y acumulación de largas siglas hemos decidido eliminar la referencia a las JONS, sobreentendiéndose que al referirnos a Falange incluimos a este grupo desde el momento de su fusión, a menos que se señale expresamente lo contrario o que se deduzca de manera indubitable por el contexto.
En lo que respecta a las instituciones provinciales también hemos de realizar una apreciación. Por mor de la corrección terminológica hemos de hacer constar que la denominación correcta para todo el arco cronológico del franquismo es la de comisión gestora, puesto que se trata de un periodo de excepcionalidad y provisionalidad (sin duda muy dilatado en el tiempo) en el que los criterios de representatividad en la formación de las instituciones provinciales y locales fue suprimido. En cualquier caso, y una vez hecha la aclaración, por sencillez expositiva y facilitación de la lectura en las páginas siguientes se emplearán indistintamente los términos Ayuntamiento y Diputación para referirse a las comisiones gestoras municipales y provinciales respectivamente, así como el de alcalde para denominar al presidente de una comisión gestora municipal y concejal para el resto de sus miembros.
La última aclaración es una cuestión lingüística. Este trabajo está redactado en castellano y por ese motivo se ha recurrido a la grafía castellana a la hora de la transcripción de los nombres propios. Siguiendo este criterio, en el caso de la nomenclatura de las localidades se ha optado por mantener la denominación oficial en castellano de la época.
PARTE I
EL FASCISMO EN EL PAÍS VASCO
DE LA II REPÚBLICA
Siglo que bajas de los cielos rojos,
Vírulo te ilumine con sus ojos.
Vírulo. Poema. Mocedades
RAMÓN DE BASTERRA
I. IMPLANTACIÓN Y DINÁMICA POLÍTICA FASCISTA
A lo largo de este capítulo vamos a realizar una visión de conjunto sobre el proceso de implantación y desarrollo de las diferentes manifestaciones orgánicas del fascismo español en el País Vasco durante la II República. Entre estas sobresale FE de las JONS, el principal partido fascista que encontró asiento en las tres provincias vascas y al que dedicaremos la mayor parte de las páginas siguientes. A través del análisis de los procesos de implantación y de la dinámica política pretendemos poner de relieve cómo el fascismo vasco no constituye ninguna excepcionalidad dentro del panorama español y europeo, y sigue unas pautas generales observables en la dinámica nacional de Falange Española y en otros productos fascistas del mapa europeo.
La primera matización que cabría advertir es que esa FE de las JONS que hemos señalado como la principal aglutinadora del fascismo vasco no funcionó en una dimensión regional más que en una serie de aspectos casi anecdóticos. Esto es, no nos encontraremos ante lo que se pueda calificar como una Falange vasca, sino que convivieron una Falange alavesa, una Falange guipuzcoana y una Falange vizcaína, una Falange, en suma, «provincializada». Existió dentro del organigrama estructural de FE de las JONS una Jefatura Territorial de Vascongadas, pero esta estructura apenas tuvo relevancia en la dinámica política de Falange en el País Vasco más allá de ocupar la representación territorial en los Consejos Nacionales. Además, las dinámicas provinciales dentro del País Vasco fueron bastante diferentes entre sí (dentro de un guión común) siendo, en definitiva, las jefaturas provinciales las entidades que regían la vida del partido. Por otra parte, en este aspecto, no dejaban de reproducir los usos políticos del momento, en el que la provincia era en buena medida la «escala» a la que se articulaban los partidos políticos y, hasta cierto punto, la Administración. Además, la provincia ocupaba un lugar privilegiado en la concepción tradicional de España dentro del pensamiento conservador. Así, podemos señalar las Juntas Provinciales de CT o los Buru Batzar, órganos de decisión provinciales del PNV.
Pese a ser Álava el territorio vasco en el que FE de las JONS alcanzó la implantación más limitada, fue en esta provincia donde paradójicamente se produjeron algunas de las manifestaciones más tempranas de grupos fascistas. En este caso, el 18 julio de 1933, Vitoria amaneció sembrada de octavillas con un manifiesto de esta naturaleza.1 Desde las páginas de La Libertad, el PCE alavés alertó de la llegada del peligro fascista a Vitoria y llamó a formar milicias antifascistas.2 A pesar de ello, el suceso no tuvo mucha repercusión más allá de los comentarios entre curiosos y temerosos de los vecinos. Los autores, Hilario Catón, Juan José Abreu, Luis Jevenois, Eduardo Ortiz, Eladio González, Patricio Gómez y Eduardo Valdivielso, eran un grupo de jóvenes, estudiantes en su mayoría y procedentes de familias bien de la capital. El texto envolvía en exaltaciones al fascismo valores conservadores radicalizados que recordaban al PNE de José María Albiñana, al que se referenciaba con admiración en varias ocasiones.3 Esta amalgama aún inmadura reflejaba, como reconocían los protagonistas, que en aquel momento eran un grupo precario, sin ningún vínculo organizativo ni filiación más allá de un genérico y nebuloso apelativo de fascistas. Buena parte de estos jóvenes, así mismo, pertenecían o habían pertenecido a la FAEC. En esta entidad dio comienzo su socialización política y se vieron inmersos en el proceso de actualización que el catolicismo político, y de manera más acuciada los sectores más jóvenes, había venido experimentando en un sentido irracionalista y voluntarista, lo que, en su caso, les aproximó y facilitó el paso al fascismo. En buena medida, sus primeros contactos reales con este se produjeron en el ámbito universitario de las ciudades en las que se encontraban estudiando, Valladolid en el caso de Hilario Catón y Eduardo Ortiz, o Bilbao en el de Eduardo Valdivielso. La importancia de las redes informales y de las relaciones personales entre estudiantes para la difusión del fascismo en España ya ha sido puesta de manifiesto (Rodríguez Barreira, 2013: 98) y, en este sentido, Álava sería un buen ejemplo de ello. Por otra parte, esta procedencia ideológica del núcleo fundador vitoriano, que tenía ecos de una adaptación modernizadora de valores conservadores, suponía una cierta diferenciación de los casos guipuzcoano y vizcaíno, más directamente relacionados, en lo que tienen de recorrido ideológico, con el impacto de la modernidad y la percepción del agotamiento del sistema político liberal ante los desafíos que esta planteaba y la necesidad de articular alternativas radicalmente nuevas.
A nivel organizativo la situación de indefinición se prolongó unos meses hasta la constitución oficial de FE en Vitoria en noviembre de 1933 tras su fundación a nivel nacional.4 El mes anterior, y con una clara intención organizativa, José Antonio Primo de Rivera realizó una visita a Vitoria durante la cual se reunió con sus escasos seguidores y con un grupo de requetés y tradicionalistas.5 Pese a los esfuerzos iniciales, la presencia y actividad de Falange en Álava fue mínima hasta la primavera de 1936.
El caso vizcaíno también fue temprano y presentó una mayor riqueza derivada, por СКАЧАТЬ