El pequeño libro del lenguaje. David Crystal
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Название: El pequeño libro del lenguaje

Автор: David Crystal

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

Серия: Yale Little Histories

isbn: 9788418236198

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СКАЧАТЬ prácticamente todo el que hable inglés se topa tarde o temprano con el problema de la ortografía. ¿Por qué la ortografía del inglés parece salida de una pesadilla?

LETRAS ESPECIALES¿Cómo aprendes a leer y escribir si eres ciego? Uno de los métodos más utilizados es el braille, denominado así por la persona que lo inventó a principios del siglo XIX, el francés Louis Braille. En su forma más básica, cada letra se presenta en una celda rectangular por medio de un grupo de puntos con relieve que pueden sentirse con la yema de los dedos. Hay formas especiales también para los números, para los signos de puntuación y para las letras con tilde (en idiomas como el español o el francés).
En el braille para el inglés, en una versión más desarrollada, también hay formas para algunas palabras —palabras de uso muy frecuente como and ‘y’, you ‘tú’ y have ‘haber/tener’— y partes de palabras, como -ing (la marca para el gerundio), en jumping ‘saltando’ y going ‘yendo’. Esto ahorra mucho espacio, sobre todo en lugares donde no abunda, como en los letreros públicos o en los menús de los restaurantes.
Hay seis posibles puntos en cada celda, y los puntos negros señalan los que tienen relieve. Para el inglés, las celdas se ordenan en dos grupos de diez y un grupo final de seis. Si miras con atención, verás que de la <K> a la <T> se escriben igual que de la <A> a la <J>, pero con un punto extra abajo. <U>, <V>, <X>, <Y>, y <Z> se escriben igual que de la <A> a la <E>, pero con dos puntos extra abajo. La <W> se sale de este orden porque el francés no utilizaba esa letra en su alfabeto en la época en que Braille desarrolló su sistema.
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He aquí una frase para decodificar:71b.jpg

      NOTAS

      2 En español, en cambio, esto no ocurre porque se pronuncian todas las letras excepto la <h>, como en hoja.

      9

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      ENFRENTARSE A LA ORTOGRAFÍA

      Podemos ser buenos lectores y aun así tener dificultades con la ortografía. ¿Por qué?

      La razón principal es que, cuando leemos, alguien más se ha ocupado de la ortografía por nosotros. El trabajo duro ya está hecho. Eso significa que podemos echar un vistazo superficial a las palabras sin fijarnos en cada una de las letras. Hasta es posible leer oraciones a las que les faltan algunas letras.

      Espro qe pdas ler sta orcin.

      Algunas personas que mandan muchos mensajes de texto hacen esto todo el tiempo, como veremos más adelante (en el capítulo 30), pero, cuando tenemos que deletrear una palabra, no podemos tomar ningún atajo. Cuando deletreas tienes que acertar en todas las letras para que la palabra sea correcta.

      Esto puede ser bastante complicado. Piensa en todo lo que tenemos que hacer si alguien nos pide que deletreemos una palabra en voz alta. Digamos que es la palabra inglesa tomatoes. Primero, hay que retener en la cabeza la pronunciación de la palabra. Luego, tenemos que recordar su forma escrita, suponiendo que la hemos visto escrita con anterioridad. Por último, debemos recorrerla entera, letra por letra, y pronunciar en voz alta los nombres de estas en el orden correcto.

      Si no recordamos haber visto escrita la palabra antes, tenemos trabajo extra. Debemos recuperar la ortografía correcta a partir de cómo se pronuncia. Si tiene una ortografía regular, seguramente lo conseguiremos sin problemas; pero la gente normalmente no nos pide que deletreemos palabras sencillas. Hacen lo posible por encontrar las más difíciles, especialmente en los concursos, muy habituales en inglés, donde preguntan por horrores como accommodation, bureaucratric o rhinoceros.

      Cualquiera que haya participado en un concurso de ortografía sabe lo fácil que es equivocarse. Tal vez sabemos cómo se escribe una palabra, pero, por el pánico de querer hacerlo bien, decimos la letra equivocada, o las desordenamos, y acabamos diciendo «T – O – M – A – T – E – O – S» (en español, ‘tomates’; la ortografía correcta es <tomatoes>). ¡Estábamos tan ansiosos por recordar que hay una <e> al final de la palabra que la decimos antes de tiempo! No sirve de nada reclamar a los jueces. Con la ortografía, hay que hacerlo bien a la primera.

      ¿Por qué se debe tener una buena ortografía? Porque desde hace unos trescientos años nos juzgamos unos a otros por nuestra ortografía. Si no escribimos correctamente, damos la impresión de ser ignorantes, descuidados o vagos. Y eso puede marcar la diferencia. Si dos personas postulan por el mismo trabajo, y una de ellas rellena el formulario con faltas de ortografía y la otra no, ¿quién crees que obtendrá el puesto?

      Tener buena ortografía también es importante cuando navegamos por internet. Si escribimos mal una dirección, no llegaremos a la página web que queríamos. Igualmente, si estamos buscando algo y escribimos mal la palabra en el buscador, podemos encontrar un montón de cosas que no nos sirven para nada. Los buscadores, como Google, son muy inteligentes, ya que reconocen las faltas de ortografía más comunes y nos piden que revisemos lo que hemos tecleado. El otro día necesitaba algo de información sobre Florida y escribí <Flordia> por error. «¿Has querido decir Florida?», me preguntó. Ups, sí. Muchas gracias.

      La mayoría de los ordenadores vienen equipados con un corrector de ortografía, que resulta muy útil cuando escribimos algo de manera incorrecta. La palabra equivocada es resaltada de algún modo en la pantalla, normalmente con un subrayado rojo. Sin embargo, no deberíamos confiar ciegamente en un revisor de ortografía, pues solo señala palabras que no existen en su diccionario. No indicará errores ortográficos que resulten ser palabras reales. Por ejemplo, si queremos decir «¿Con quién habló?», pero escribimos <¿Con quién hablo?>, el corrector no detectará un problema, pues la palabra hablo, sin tilde, también existe. Una vez, un profesor estadounidense llamado Jerrold Zar escribió un poema titulado An Ode to a Spellchecker (Oda a un revisor de ortografía), que comienza así:

      Eye halve a spelling check her

      It came with my pea sea.

      It plane lee marks four my revue

      Miss steaks aye kin knot sea.3

      Ningún corrector ortográfico de ordenador encontraría nada raro en estos versos.

      Si nuestra ortografía es descuidada, muchas cosas pueden salir mal. No solamente nos perderemos por internet, sino que se nos hará muy difícil enviar buenos mensajes. Para que sea «guay» comerse letras, ¡lo primero es saber que esas letras iban ahí en primer lugar! La gente que mejor manda mensajes omitiendo letras son siempre los mejores en ortografía. Piensa también en que, cuando nos registramos en sitios de internet, nos piden un nombre de usuario y una contraseña. Escríbelos mal y no te será autorizado el acceso. Vale la pena hacer el esfuerzo por escribir tan bien como sea posible.

      Hay muy pocos lugares donde a la gente no le importe si escribimos las cosas incorrectamente. Quizá podemos permitirnos escribir de forma incorrecta cuando estamos chateando en alguna red social, como Facebook o Twitter, o estamos wasapeando, o escribiendo un correo electrónico. Sin embargo, incluso ahí debemos estar atentos. Si nuestra ortografía es demasiado incorrecta, los demás seguramente no entiendan lo que queremos decir.

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