Manual de técnicas de montaña e interpretación de la naturaleza (Bicolor). Fernando Lampre Vitaller
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СКАЧАТЬ hacia la Estrella Polar, motivo por el cual emplearemos esta estrella para encontrar la dirección norte.

      Figura 1.6 Determinación de la dirección norte-sur mediante un reloj.

      Para encontrar la Estrella Polar primero habremos de localizar la conocida Osa Mayor o Gran Carro, constelación que, en Europa, nunca se halla por debajo del horizonte. Trazaremos mentalmente, como se puede ver en la figura 1.7, una línea recta que pase por las dos estrellas del extremo de la Osa Mayor. Si prolongamos 5 veces en el cielo la distancia entre estas dos estrellas, nos toparemos con la Estrella Polar. La constelación de Casiopea también puede ayudarnos a localizar la Polar.

      Una vez colocados de cara a la Estrella Polar, bajando la vista perpendicularmente hacia el horizonte podremos ubicar el norte geográfico, delante de nosotros, el sur a nuestra espalda, el este a la derecha y el oeste a la izquierda.

      En el hemisferio austral no sucede este fenómeno con ninguna estrella visible o característica que señale el sur. Se puede obtener cierto grado de aproximación direccional con la constelación de la Cruz del Sur.

      Figura 1.7 Localización de la dirección norte durante la noche mediante la Estrella Polar.

      Aunque de orígenes inciertos, la brújula ha sido desde la antigüedad un valioso instrumento de orientación y navegación. El principio de la brújula es muy simple. Se trata de una aguja imantada que se alinea con el campo magnético terrestre (la Tierra se comporta como un gigantesco imán). La brújula es indispensable en cualquier ejercicio de orientación cuando no podemos recurrir a la posición del sol o de las estrellas (por ejemplo, en situaciones de cielo cubierto), en terrenos desconocidos y, especialmente, cuando debemos confirmar nuestro rumbo o nuestra dirección en un desplazamiento.

      Pero, a pesar de la infalibilidad de este procedimiento de orientación (tenemos una referencia fija y universal a escala humana), conviene matizar que la brújula no señala el norte geográfico (recordemos la dirección norte-sur). El campo magnético de la Tierra se alinea bastante bien con el eje de rotación (dirección norte-sur), pero no coincide exactamente con él. En concreto, el norte magnético señalado por la punta roja de la brújula está desplazado actualmente 11,5º al oeste del norte geográfico. A este ángulo lo denominamos declinación magnética.

      La declinación magnética tiene una ligera variación anual. Estudios sobre el magnetismo de las rocas que constituyen la litosfera han demostrado variaciones continuas, aunque no periódicas, en la polaridad de nuestro planeta. El valor de la declinación también varía según la longitud y latitud del lugar en que nos encontremos. En el apartado sobre interpretación y utilización de mapas se indican algunas instrucciones para estimar la variación de la declinación magnética, aspecto ineludible para una correcta orientación.

      Una brújula consta de una aguja imantada que puede girar libremente sobre un eje perpendicular a su soporte, caja o alojamiento. La aguja gira normalmente sobre un círculo graduado de 360º. Existen muchos tipos de brújulas según sus características, forma y accesorios (nivelado del aparato, punto de mira, trazado de visuales, frenado de la aguja, etc.). En este manual hemos optado por referirnos a las brújulas de limbo giratorio (modelos Silva y Suunto), montadas sobre una placa de base transparente, y muy empleadas en el deporte de orientación. Sus partes fundamentales son (ver figura 1.8):

      •Caja o alojamiento de la brújula. En el caso que nos ocupa dispone de un limbo giratorio, corona o círculo graduado de 0 a 360º en el sentido de las agujas del reloj, con los puntos cardinales a lo largo del borde: norte (0 y 360º), este (90º), sur (180º) y oeste (270º), con intervalos normalmente de 2º. El limbo móvil, que gira independientemente de la aguja magnética, nos permite establecer rumbos en nuestros itinerarios.

      •Aguja magnética. Con uno de los extremos, el que señala el norte magnético, pintado normalmente en color rojo.

      •Flechas de dirección y línea índice. Se encuentran grabadas en la caja o alojamiento de la brújula (girando solidariamente con el limbo), y también sobre la placa o base transparente. Sirven para establecer, visualizar y seguir los rumbos establecidos.

      •Placa de base transparente. Sobre ella se monta la caja o alojamiento de la brújula. Tiene bordes rectos para facilitar el trazado de direcciones y el establecimiento de rumbos. Esta placa puede llevar impresa una regla graduada de medición, o también incorporar diferentes escalas gráficas para la práctica deportiva de la orientación (1:25.000, 1:15.000, etc.), así como otros accesorios complementarios: una lupa para identificar pequeños elementos del mapa, etc.

      Figura 1.8 Partes de una brújula con limbo móvil.

      Es conveniente recomendar algunas precauciones a la hora de utilizar una brújula, debido a que su aguja imantada puede verse afectada por perturbaciones que afecten a la precisión del instrumento y, en consecuencia, generar errores de lectura. Hay que mantener la brújula alejada de objetos metálicos y magnéticos, así como de todo tipo de campos electromagnéticos (aparatos y tendidos eléctricos, antenas, etc.). De la misma forma es aconsejable realizar las lecturas de la brújula sobre superficies completamente planas.

      NOTA. Al final de este capítulo se ofrece al lector una selección de 4 fotografías de diferentes parajes naturales y de sus respectivas representaciones cartográficas (en este caso fragmentos del Mapa Topográfico Nacional escala 1:50.000 del Servicio Geográfico del Ejército, con sus datos indicados al pie). La escala de los mapas ha sido manipulada con el objeto de incluir, en cada página del manual, la porción del mapa que se puede contemplar en cada fotografía. Aunque no se presentan criterios específicos para su análisis e interpretación, recomendamos al lector su familiarización con los 4 pares que se adjuntan (fotografía + mapa), de forma que, una vez observados los principales rasgos del relieve que aparecen en los paisajes fotográficos, se puedan comparar con los elementos planimétricos y altimétricos (curvas de nivel) de los mapas.

      Un mapa es una representación, sobre un plano y a escala, de una parte o de la totalidad de la superficie terrestre. Es una representación selectiva y simplificada donde se destacan algunos elementos y se eliminan otros en función de la escala y el uso. Como veremos, los mapas a mayor escala son los que contienen más información y mayor detalle: topografía, red fluvial, vegetación, poblaciones, redes de comunicaciones, etc.

      La cartografía, por su parte, es la ciencia que estudia la elaboración de mapas y, por extensión, designa la acción de realizar un mapa.

      Hay casi infinitos tipos de mapas, ya que un mapa es capaz de ofrecer información sobre cualquier fenómeno susceptible de ser localizado sobre un territorio. De forma general, los clasificaremos en dos grandes grupos:

      •Mapas múltiples: un único mapa muestra diferentes categorías de fenómenos СКАЧАТЬ