Las disciplinas de una mujer piadosa. Barbara Hughes
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Название: Las disciplinas de una mujer piadosa

Автор: Barbara Hughes

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

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isbn: 9781646911103

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СКАЧАТЬ Es simplemente incorrecto hacerse el ciego para no ver.

      Las malas noticias son verdaderamente malas, pero las buenas noticias son maravillosas. Dios ha provisto un remedio para esta posición desastrosa en la cual nos encontramos.

      4.Jesús: el hombre que muere por los rebeldes

      Dios amó tanto al mundo que envió a su Hijo al mundo: Jesucristo. Jesús le obedeció a Dios completamente. Era la única persona que no merecía castigo alguno. Él vivió una vida maravillosa de entrega sin egoísmo, con verdad e integridad. No obstante, fue ejecutado como un criminal común y corriente. Al morir en la cruz, Él, el Hombre perfecto, tomó nuestro castigo sobre sí y nos brindó un perdón sin costo alguno.

      Lea 1 Pedro 3.18.

      a. ¿Por qué murió Cristo?

      b. ¿Quién es la persona justa mencionada aquí? ¿Quiénes son los injustos?

      c. ¿Cuál de estos dos términos lo describe a usted?

      d. ¿Qué puede hacer la muerte de Cristo por usted?

      La muerte de Jesús no es el final de la historia. Antes de morir, Jesús dijo que regresaría de la tumba después de tres días. En ese momento, nadie le creyó. Pero luego...

      5. Jesús: el Gobernante resucitado

      Dios aceptó la muerte de Jesús como pago en su totalidad por nuestros pecados y lo resucitó de entre los muertos. El Jesús resucitado es ahora lo que la humanidad siempre se supuso que fúera: el gobernante de Dios del mundo. Jesús ha conquistado la muerte y nos brinda ahora nueva vida a nosotros . Un día regresará ajuzgar el mundo.

      Lea Filipenses 2.9-11.

      a. ¿Qué lugar le ha otorgado Dios a Jesús?

      b. ¿Qué actitud deberíamos tener hacia Jesús?

      c. Ya sea por elección o no, ¿quién va a finalmente postrarse frente a la autoridad de Jesús?

      Al resucitar de los muertos, Jesús comprobó una vez para siempre que todo lo que Él llevó a cabo tiene realmente todo el poder y la autoridad que reclamó tener como el Hijo de Dios. Eso nos da sólo dos opciones...

      6.Las dos maneras de vivir

      Nuestra manera

      Rechazar a Dios como gobernante

      Tratar de manejar nuestra vida a nuestra manera

       Resultado

      •Condenado por Dios

      •Enfrentado a la muerte y el juicio

      La nueva manera de Dios

      Someternos a Jesús como Señor

      Confiar en la muerte y la resurrección de Jesús

       Resultado

      •Perdonado por Dios

      •Recibimos vida eterna

      Lea Juan 3.36.

      a. ¿Qué dos clases de personas se describen aquí?

      b. ¿Qué debe hacer usted para tener vida eterna?

      c. ¿Por qué razón permanecería el enojo (ira) de Dios sobre ciertas personas?

      d. ¿Cuál de estas dos opciones es la manera en que usted desea vivir?

      ¿Qué debería hacer yo a continuación?

      Quizás desee pensar más acerca de las verdades que hemos cubierto en este breve estudio. Lo puede conocer mejor a Jesús leyendo el Evangelio de Marcos.

      Sin embargo, si usted sabe que está listo para dar su vida a Dios sometiéndose al gobierno de Jesús, debería orar una sencilla oración en sus propias palabras. Pida a Dios que lo perdone por haberlo ignorado y haberse rebelado. Pídale su ayuda para permitir que Jesús maneje su vida y para confiar en su muerte para perdón y vida eterna.

      De aquí en adelante, es cuestión de vivir su nueva manera de vida un día a la vez, pero ya no estará solo. Dios estará siempre con usted. Él seguirá hablándole (cuando lea la Biblia); Él seguirá escuchándole y ayudándolo (cuando le ore); Él le ayudará a cambiar y a vivir a su manera (por medio de su Espíritu que mora en usted); y Él le proporcionará hermanos y hermanas que lo animen en el camino (cuando se reúna con otros cristianos).

      3

      LA DISCIPLINA DE LA SUMISIÓN

      Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.

      FILIPENSES 2.10-11

      Me produce una gran tristeza el hecho de que «la palabra S» haya sido eliminada tan por completo de nuestro vocabulario cultural. No es por supuesto sorprendente que las feministas prefieran evitar la idea de la sumisión, pero este término se encuentra curiosamente ausente de las conversaciones en las reuniones de la iglesia y en las clases de escuela dominical, así como en los lugares de trabajo profesionales.

      Casi de un día al otro, lo que alguna vez se atesoró como virtud cristiana se ha convertido en algo ofensivo, algo para desechar. Durante la década de los sesenta, cuando Betty Friedan le presentó al mundo The Feminine Mystique (La mística femenina), un movimiento comenzó a sacudir a los Estados Unidos y al mundo. Friedan dijo: «Apenas ha comenzado la búsqueda de las mujeres de sí mismas. Pero está llegando el momento en que las voces de la mística femenina no pueden ahogar la voz interior que está impulsando a las mujeres a ser completas».6 Varios otros libros publicados durante la década de los setenta encasillaron la palabra sumisión con el sentido del consentimiento de las mujeres al dominio de los hombres. Luego, a medida que el feminismo comenzó a infiltrarse en la iglesia evangélica, la idea de la sumisión pasó a ser algo ofensivo para las mujeres cristianas en vez de ser algo primordial a su identidad como hijas de Dios.

      Esto presenta un grave problema para las mujeres que desean vivir vidas piadosas. La ideología feminista no puede tener el lugar más importante en su vida. La Dra. Kirsten Birkett señala las razones por qué en su libro The Essence of Feminism (La esencia del feminismo): «El feminismo es un movimiento egoísta, sin ninguna filosofía sostenible, una historia fabricada, y una moralidad incoherente. No aporta ninguna libertad ni satisfacción a las mujeres, y no corregirá injusticias».7

      Todos los creyentes, tanto hombres como mujeres, son llamados a someterse voluntariamente y con gozo a lo que conocemos y confiamos acerca de Dios: que Él desea que vivamos una vida de bendición. Esa vida de bendición se encuentra en nuestra sumisión al reinado de amor de Dios y a su orden en este mundo. De modo que la sumisión СКАЧАТЬ