Del lamento a la revelación. John Harold Caicedo
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Del lamento a la revelación - John Harold Caicedo страница 14

Название: Del lamento a la revelación

Автор: John Harold Caicedo

Издательство: Bookwire

Жанр: Религия: прочее

Серия:

isbn: 9781953540393

isbn:

СКАЧАТЬ tuve miedo, dijo Adán.

      El enemigo se salió con la suya. Los llevó al pecado y los abandonó a su suerte. Los llenó de vergüenza, los apabulló y luego quedaron expuestos delante de Dios pero con miedo y buscando esconderse.

      Por eso hoy vemos a muchos que a pesar de llamarse cristianos se siguen escondiendo. A muchos que siguen sufriendo sin creerle a las palabras de Dios. Vemos a una iglesia que se esconde, que evade su responsabilidad, que culpa a los demás de su propia ineficiencia, que le tiene temor a las batallas, que desconfía de todo el mundo, que se siente perseguida por las autoridades, que transmite inseguridad cuando debería levantarse con valentía.

      Así que Dios le pregunta de nuevo a Adán: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo?

      Adán siempre había estado desnudo, pero ahora conoció algo que lo avergonzó. ¿Por qué? ¿Por qué ahora se avergüenza de algo que antes fue natural en él?

      Adán, ¿quién te dijo? ¿Quién te dijo que estabas desnudo?

      Hoy en día hay millones de seres humanos buscando que alguien los quiera, que alguien le tire una migaja de compasión o de amor, porque están llenos de vergüenza con ellos mismos y con los demás.

      La verdad es que esta sociedad ha tratado de borrar la historia de Génesis desde el principio.

      Te enseñan que muchos siglos atrás, cuando no existía nada, de repente hubo una gran explosión y allí apareció tu primer antepasado, un insecto, que luego mutó y luego otra vez y otra vez, hasta que apareciste tú y aquí estamos.

      Así que básicamente lo que se nos está diciendo a nuestras generaciones es que venimos de la nada, vivimos sin ningún propósito y no vamos para ninguna parte. Anti evangelio.

      Y si estamos recibiendo todos los días esta información, no nos asombremos de que la gente hoy viva pensando que no son nada, que la vida no tiene propósito y que no van para ninguna parte.

      Somos solo víctimas de las circunstancias, de la evolución, del cambio climático, de la ambición de los gobiernos o cualquier otra cosa a que se le pueda culpar.

      Pero la Biblia dice algo completamente diferente. No dice que venimos de la nada, dice que venimos de la mano creativa y poderosa de Dios, creados a su imagen, que estamos llenos de propósitos eternos y tenemos todo el potencial para llegar a hacer las cosas que Dios quiere que hagamos.

      La misma voz que escuchó Eva sigue rondando por las iglesias, por los hogares, trayendo destrucción, trayendo esclavitud, trayendo división, trayendo muerte. Los mismos efectos que causó aquel pecado se siguen viendo en este tiempo y muchos aún siguen aferrados a la serpiente que les susurra a sus oídos que no sirven para nada, que son una piltrafa humana, que más valía que no hubieran nacido, que no hay perdón para sus pecados.

      Mentiras del enemigo. No hay pecado que no pueda ser perdonado, no hay dolor que no pueda ser sanado, no hay cadena que no pueda ser rota, no hay un corazón que no pueda ser restaurado y para eso vino Cristo a este mundo para darnos no solo la vida eterna, sino el amor que viene del cielo, la gracia que nos libera, la paz que sobrepasa todo entendimiento, la luz para que ya no andemos en oscuridad y en tinieblas.

      El problema es que desde ese entonces la gente se anda escondiendo. Se esconden detrás de su trabajo, detrás de la imagen que ponen en Instagram o en Facebook, detrás de su apariencia de fortaleza, detrás de su aparente confianza en sí mismos, porque no quieren que los conozcan como en realidad son. Hoy en día todo se maquilla, las fotos tienen Photoshop, las imágenes que se comparten semejan solo alegría cuando muchos en realidad están vacíos por dentro, porque aún no conocen el camino de liberación y de salvación.

      Pero, ¿quién te dijo eso? ¿Quién te dijo que estabas acabado? ¿Quién te dijo que eres feo? ¿Quién te dijo que eres menos que los demás? ¿Quién te dijo que no eres inteligente? ¿Quién te dijo que no eres capaz? ¿Quién te dijo que eres un inútil?

      ¡La única mentira que puede afectarte es aquella que tú recibes como si fuera verdad!

      La tercera pregunta que Dios le hizo a Adán fue: ¿has comido del árbol que yo te mandé que no comieses?

      Las consecuencias de esta acción las vivimos a diario en este mundo lleno de maldad e injusticia.

      Frente a la libertad que Dios les dio, ellos escogieron tomar la decisión equivocada y esto dio origen a una humanidad que no sabe cómo manejar esa libertad y finalmente se destruye por sus malas decisiones.

      Una sola acción de desobediencia causó que este mundo viva en medio del caos, de crímenes, de guerras, de odios entre hermanos, de racismo, de luchas de poderes, de rebeldía, de toda clase de cosas malas. Por causa de la desobediencia vino la muerte.

      Antes de cometer cualquier pecado, tu corazón ya ha recibido algo equivocado.

      Antes de que Adán y Eva comieran de ese árbol prohibido, la mentira ya había entrado en ellos a partir de las palabras del enemigo encarnado en una serpiente.

      No van a morir, les dijo el enemigo. Dios sabe que si comen de ese árbol, serán como Dios, sabiendo el bien y el mal.

      Cuando la mentira entró en el corazón de ellos, el pecado fue solamente la consecuencia.

      El enemigo les está diciendo directamente: ustedes no pueden creer en lo que Dios les está diciendo, les está mintiendo. Créanme a mí.

      Esto es impactante porque ellos le creyeron a la serpiente.

      Siglos más tarde vino desde los cielos el Hijo de Dios encarnado y a Él no le creyeron. A lo suyo vino y los suyos no le recibieron.

      Le creyeron a un demonio encarnado en una serpiente y no le creyeron a Dios encarnado en un hombre.

      ¿No es eso lo que sigue sucediendo hoy en día?

      ¿No es que acaso la humanidad le sigue creyendo más al padre de mentira que al Padre de los cielos?

      Las mentiras del enemigo hacen que la gente se crea todo eso, porque sabe que si no le creen al enemigo, le creerán al Dios Altísimo y le adorarán sin cesar, porque Él sí merece toda la adoración y la gloria.

      Así que escucha bien, entonces:

      La primera pregunta: ¿Dónde estás tú?, tiene que ver con tu estado espiritual.

      ¿Dónde te encuentras espiritualmente hablando? ¿Aun estás perdido?

      La segunda pregunta: ¿quién te dijo?, tiene que ver con las mentiras que recibes.

      La tercera pregunta: ¿Comiste del árbol?, tiene que ver con la forma en que has usado tu libertad para hacer lo que no deberías.

      Así que estamos perdidos, escuchamos las mentiras y usamos mal la libertad. ¡Alguien tiene que darnos una respuesta para todo esto, alguien tiene que hacerlo!

      La respuesta vendría siglos después a través de Jesucristo, Él es la respuesta para cada una de las preguntas que surgieron desde el paraíso.

      ¿Dónde estás tú, Adán? ¿Estás perdido? Déjame decirte: Yo soy el camino.

      ¿Quién te dijo? ¿Has escuchado esas mentiras? Déjame decirte: Yo soy la verdad.

СКАЧАТЬ