Название: Cartas a Thyrsá. La isla
Автор: Ricardo Reina Martel
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: Libro
isbn: 9788417334307
isbn:
Aprovecho a la mañana siguiente para despedirme de madre Latia que aún se encuentra convaleciente, costándole más de lo debido recuperarse. Sus palabras despiertan cierta inquietud en mí, su imagen parece consumirse y envejecer por días. Aunque aún conserve esa mirada notable, capaz de escudriñar y transmitir paz a cualquier espíritu atormentado.
—Me quedé ahí Thyrsá, me quedé en el espejo de la luna grande y no supe salir. Es tanto el dolor y apego que produce una separación…
Tú debes completar aquello que yo no hice. Así está escrito y predispuesto, mi niña. ¡Ojalá que la vida sea loada y generosa contigo! Nadie debe de sufrir tanto; las ausencias absorben y crean un vacío que sepulta a una de por vida. Pero tú mi niña… tú completarás los ciclos y llegarás a ser una la luna grande; “La Inda Onmarisán[29] ” por ti misma. Reza por mí en el Collado y no olvides a esta sencilla mujer que no supo dar otra respuesta ante lo encrespado y retorcido de su destino. Mis votos y compromiso han sido mi tesoro, recuérdalo, ya que ellos serán tu fortuna y garantía. Yo también sufrí mucho dejándolo partir… vete ya niña, se te hace tarde. Vete en paz y cuida de mi recuerdo. Me aferro a su mano emocionada sin poder evitar las lágrimas, pues si bien soy novel en el mundo de la premonición, sé interpretar un mensaje desesperado de alguien que se aferra con todas sus fuerzas a la vida. Besando su frente, me despido de quién más quería. Luego, en la tarde me acompañan Asia y Eleonora hasta el Claro de Transparencia y de allí a la entrada del Collado.
—Ya te tocará a el turno a ti —digo a la mudita Eleonora besándola en los labios—. Espérame como yo te esperaré a ti.
Asia me mira con esos ojos negros que parecen no decir nada y dicen tanto. Esos ojos que han aprendido a hablar por si solos y a componer sus propias canciones.
—No estarás sola, nunca estarás sola, entiéndelo. Aunque no veas a nadie, ni percibas sonido alguno que te acompañe, no estarás sola. No existe lugar alguno más seguro en esta tierra. El mismo Miryad[30] junto con la Sunma, se han encargado de disponer el lugar, para que te mantengas siempre protegida. Nada fuera de ti te puede dañar en Campanas —me dice Asia, abrazándome.
Me volví y penetré decididamente en el Collado, cientos de lamparillas iluminaban la entrada a una de sus cuevas. Dando la sensación de no ser demasiado profunda, presentando una pieza sencilla, pero bastante acogedora.
Comenzaba el ciclo de la luna Sangrienta, hacía bastantes días que había entrado el otoño, aunque las hojas aún resistían en los árboles y el viento soplaba suavemente, entonando sencillas baladas. Este año se retrasaban las lluvias, estaba a punto de cumplir dieciocho años y ciertas evocaciones intimidaban mi alma.
[27] Primera luna de otoño y décima del año.
[28] Festividad a principios de Febrero, conocida como “el Día del Buen Fuego o de la Issantia”.
[29] La elegida para renovar la vieja ley de la Ben Ziryhab. Gran madre de Erde y del Powa.
[30] Nombre por el que se conoce al abuelo Arón, entre los más versados.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.