Название: Mujeres intensamente habitadas
Автор: María Alfonsina Angelino
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: La Universidad Pública publica
isbn: 9789874948021
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Luego de realizar el trabajo de campo, vendría lo que podría llamar, citando a Morin (2003), “la tragedia de la escritura (y también de toda lectura); la tensión entre su inacabamiento y la necesidad de un punto final (la obra acabada y la última interpretación posible). Esta es, también, la tragedia del conocimiento y del aprendizaje moderno.
Así, en 2013 asumí esa tragedia buscando una escritura que no fije ni congele pero que sea capaz de retener tanta inmensidad, que haga de la misma un aprendizaje, una experiencia reveladora o una huella a seguir para encontrar sentidos. Escribir para ponerle palabras a toda esa enorme experiencia que fue la conversación con mis mujeres.
En lo que sigue intentaré mostrar(me) en esa aventura.
A modo de mapa de navegación, organizo este libro en ocho capítulos o apartados: el primero, “Escritura encarnada”, recupera las primeras búsquedas e interrogantes que dieron lugar a la construcción del problema de conocimiento, las decisiones que fui tomando en función de ellos y cómo armé el grupo de mujeres que fueron parte de este proceso de investigación. Aquí expreso en carne viva mi implicación en el tema que abordo y también en la forma que definí para narrarlo y narrarme en él
El segundo capítulo, “Habitar y transformarse en el campo. Claves performativas”, de algún modo doy cuenta del andamiaje metodológico que posibilitó el proceso de conocimiento, las definiciones epistemológicas, teóricas y políticas que lo amalgaman. Además de relevar y revelar la cocina de la investigación realizada me expongo en mis atravesamientos con las mujeres que confluyen y que co- construyen este libro
A partir del tercer capítulo, “Epifanías femeninas del cuidado”, comienzan a desplegarse lo que en una investigación académica tradicionalmente se denominan “Resultados”. Inicialmente, presento a cada una de las mujeres a partir de sus “sí mismas” y recupero la singularidad de cada una en sus relatos, así como también las pistas interpretativas que retomo en apartados subsiguientes. Además, se presentan allí las síntesis interpretativas de dos instancias colectivas de conversación: “Lamerse las heridas” y “Conversatorio de lunes feriado”.
A partir del capítulo cuatro “Puesta en escena de la vida cotidiana”, comienza a sedimentarse la secuencia de ejes de análisis teórico que recuperan las pistas identificadas en lxs “sí mismas”.
Este primer eje “Puesta en escena” abre el análisis a los modos en que el discurso médico, a través de diagnósticos y pronósticos, performan las vidas de madres e hijxs con discapacidad. Aquí se ponen en juego las articulaciones complejas entre los discursos que, fundados y sostenidos en la mirada médica hegemónica, posibilitan y legitiman tales diagnósticos-pronósticos y los modos de tramitar esos discursos por parte de las mujeres.
El segundo de los ejes, “Polifonías del cuidado, las singularidades del cuidado en discapacidad”, se estructura en torno a las experiencias vitales atravesadas por su posición de “mujeres madres al cuidado de”, a partir del cual esa cotidianeidad se debate entre discursos médicos y discursos maternos hegemónicos.
Bajo el título “Señas del cuidado: algunas tensiones que recorren las narrativas” comienzan a desplegarse los aportes que entiendo propongo en este cruce de ideas entre discapacidad y cuidado en las tensiones que expresan las singularidades del cuidado atravesado por la experiencia de discapacidad.
Los dos últimos apartados/capítulos podrían considerarse “conclusivos” del proceso. En “Nosotras que sostenemos el mundo”, intento una suerte de cierre provisorio de los ejes desarrollados y una recuperación de ideas y nuevos interrogantes. Finalmente, en “De la imposibilidad de clausurar el pensamiento”, reflexiono en torno a lo que este proceso generó en mí, mi práctica profesional como trabajadora social y las potencialidades posibles de advertir en lo abierto y contingente de este trabajo. Agrego al final un brevísimo posescritum encarnado.
Organicé dos apartados más que, aunque no conformaron (en la tesis que da origen a este libro) el cuerpo en sí del escrito principal, considero conveniente y oportuno recuperar como un “entre bambalinas”. En “Detrás de escena 1” se incluyen dos escritos viserales a modo de apuestas de análisis y reflexión. Los escribí durante el proceso, motivada más por rabia que me provocaban ciertas palabras dichas y ciertas ideas sueltas que se me cruzaban en el camino. Creo que por esto definí no incluir en el documento general, en su momento de la tesis y hoy del libro que aquí presento. Serían una suerte de pistas abiertas o digresiones del pensamiento que aún necesita enraizarse, que quedan así latiendo para provocar (me) nuevas apuestas analítico políticas
En “Detrás de escena 2 Guiones antecedentes”, intento mostrar descriptivamente los debates acerca del cuidado, la discapacidad, los estudios de género que, antecediendo y excediéndome en sus despliegues, me posibilitaron narrar y escribir (a modo de antecedentes) la investigación que posibilita esta publicación.
La muerte y otras sorpresas (1)
Comencé a escribir el 16 de enero de 2013. Mi padre había sufrido un infarto dos días antes y sus 82 vitales años se habían desmoronado. Ese día, el día en que intentaba exorcizar el miedo a la muerte, comencé a escribir, a la vez que cargaba en un bolso algunas pertenencias para emprender mi viaje de cuidado. Reemplazaría a una de mis hermanas que estaba con él desde el día del infarto. De repente, se me vino la vida encima y supe que ese era el motor para comenzar después de tantas vueltas, noches en vela, páginas en blanco, pequeñas emboscadas. Había leído, fichado, escuchado, vuelto a leer. Había pasado por mil libros, densos, más livianos, literatura, teoría metodológica, historietas, películas, varias estrategias, siempre buscando ideas, puntas, inicios, frases célebres para un buen comienzo.
Ese día, el día inaugural de lo que después de seis meses concluí, pude iniciar esta escritura encarnada en mi propia experiencia de cuidado.
Son insólitos los momentos en los que las ideas sobrevienen como mazazos, tan cotidianos que quizá no merezcan mención ni, mucho menos, relato. Mi compañero de vida me había preguntado unos días antes ¿empezaste a escribir? Y me dio vergüenza tener que reconocer que no. Entonces, me sugirió: - “inicia con la escritura privada, esa que no sabés si finalmente alguien leerá, pero que te ayuda a comenzar”.
Fue el día posterior al infarto de mi padre. Un click se produjo y finalmente le puse palabras a esa sensación de desasosiego, mixtura de tristeza y angustia que, sin duda, tenía que ver con mi padre, su infarto, mi madre, lo que vendría, pero también se relacionaba con las quince historias, con las quince mujeres que (me) narraron sus vidas, vidas que había revivido una y otra vez cada vez que volvía sobre sus relatos cargados, sensibles, dolorosos, esperanzados, alegres, vitales. Las sentía cercanas, casi podría decir, las sentía dentro de mí, lo cual me llevó a pensar: ¿qué me une a esas historias?, ¿qué o de qué orden es la cosa particular del relato de cada una que me atraviesa personal e íntimamente?
Estaba tan ansiosa y, ciertamente, nerviosa durante las conversaciones que mantuve con cada una de ellas –buscando no dirigir las respuestas y propiciar cierta empatía que creara espacios de diálogo con las historias– que por momentos tomé un papel de cierto protagonismo. Hoy, desde este lugar de alejarme de la escena puedo advertir que cada relato movió en mi algo, me sacudió, pero ¿Qué fue lo que movió? ¿Qué cuestiones de mi propia vida me unen invisiblemente a estas quince historias? Cada una de estas mujeres, de estas madres, me ha hecho volver a mí cuando pequeña, a mi madre y sus cuidados, a mi padre y sus cuidados, a mis hermanas y hermanos –somos cinco en total– y, por supuesto, a revisar, repensar СКАЧАТЬ