Название: El ayuno como estilo de vida
Автор: Dr. Jason Fung
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
isbn: 9788418000997
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Cuando yo tenía ocho años, a mi madre le diagnosticaron una enfermedad crónica terrible para la que no había ninguna cura conocida. Durante treinta y cuatro años, la vi luchar por su vida. Acudió a especialistas de todo el país y lidió con tratamientos y medicamentos que a menudo la hacían sentir aún peor. Afortunadamente, en 2016, cuando yo tenía cuarenta y dos años, venció por fin a su enfermedad. Pero hasta entonces no tuve la seguridad de que la persona más importante de mi vida fuera a vivir un año más, y adopté comportamientos poco saludables para hacer frente a esa angustia. Enterré mis sentimientos con la comida: la tomaba a hurtadillas, la escondía y me atiborraba varias veces al día. Me evadí de mi vida dejando que mi cerebro navegara por un mar de gofres, pollo frito, salchichas al estilo cajún y cualquier elemento azucarado que pudiera encontrar en la casa. Diseñé mi propia meditación inducida por carbohidratos, que no me aportó los beneficios saludables que aporta la paz mental.
He estado gorda toda mi vida adulta, y llegué a pesar ciento treinta y seis kilos. Todos los planes dietéticos que probé funcionaron durante períodos cortos, ya que como siempre tenía hambre, me rendía, interrumpía mi dieta y recuperaba más peso del que había perdido. Como muchas de las personas que están leyendo estas líneas que se encuentren en una situación similar, a menudo me he sentido una fracasada. He experimentado vergüenza en la consulta del médico, en la piscina y en la tienda de tallas grandes, y me he sentido incómoda en el gimnasio, en los restaurantes y en los encuentros familiares.
En 2018, decidí tratar de perder peso nuevamente, esta vez siguiendo una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas. Creí que esta dieta también fallaría, pero al cabo de un mes, algo parecía haber cambiado. No tenía hambre a cada momento, como siempre me había ocurrido. Transcurridos unos meses, había perdido unos trece kilos y medio, pero acto seguido la pérdida de peso empezó a estancarse. Preocupada por la posibilidad de que el peso volviera a aumentar, como siempre había sucedido, le pedí consejo a mi amiga la doctora Suzanne Slonim, quien me aconsejó que comprara el libro El código de la obesidad, 3 del doctor Jason Fung.
Cuando comencé a leer el libro del doctor Fung, estaba en un avión, con el cinturón abrochado para realizar un vuelo de cuatro horas. Al cabo de unos minutos, quedé enganchada. El código de la obesidad validó mi enfoque de llevar una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas, pero a continuación el doctor Fung aconsejaba algo que no esperaba. Recomendaba que las personas que tienen problemas con su peso se beneficiasen de la práctica del ayuno.
¿Cómo? ¡Nunca me había perdido más de una comida en mi vida a menos que fuera por prescripción médica! Pero los estudios que el doctor Fung citaba en su libro tenían sentido para mí, por lo que decidí probar con el ayuno. Esa decisión cambió mi vida. Comencé a perder peso de nuevo, me sentí más sana que nunca y mi cuerpo empezó a cambiar de maneras que nunca podría haber imaginado. Y lo mejor fue que los constantes mensajes de hambre que habían estado inundando mi cerebro cesaron para siempre.
Así es. Dejé de estar muerta de hambre todo el tiempo. Y cuando sentía hambre, no era algo que me molestase. Me preocupaba la posibilidad de desmayarme si me saltaba más de dos comidas, pero no ocurrió tal cosa. Pensé que ayunar me haría sentir cansada y mentalmente confusa, pero no fue así. Pensé que no comer ralentizaría mi metabolismo, pero sucedió lo contrario. Pasé a sentirme como una mujer nueva.
Empecé a cuestionar todo lo que había aprendido sobre la pérdida de peso y la mejora de la salud, y después me enfurecí. ¿Dónde había estado esta información toda mi vida y por qué la estaba escuchando ahora, después de haberlo pasado tan mal?
Visité al doctor Fung, y cuando hablamos, supe que había encontrado un alma brillante y bondadosa que estaba dispuesta a colaborar conmigo. También me presentó a su educadora en salud, Megan Ramos, con quien conecté tan pronto como me explicó sus propias dificultades con el peso y otras afecciones médicas. En un mes, trazamos un plan, cuyo fruto es el libro que tienes en tus manos.
Con este volumen, queremos empoderarte para que abordes la pérdida de peso y la salud de una manera completamente nueva. Tal vez hayas buscado ayuno en el buscador de Google, hayas hablado de él con un amigo, lo hayas visto en las noticias o hayas oído decir a alguien que fue una experiencia increíble, y también habrás oído decir a alguien que hará que te mueras de hambre. Parece que hay tantas opiniones sobre el ayuno como estrellas en el cielo, y gran parte de la información puede ser tan complicada y abrumadora que puedes tener ganas de rendirte antes de comenzar. Es posible que tengas la impresión de que el ayuno es solo para quienes luchan contra la obesidad, como era mi caso. Pero esto no es así; el ayuno puede ayudarte a perder dos kilos, cinco kilos...; muchos o muy pocos, según tus objetivos. O quizá necesites un enfoque alimentario que vaya más allá de la pérdida de peso. ¿Puede el ayuno contribuir a mejorar el funcionamiento de tu mente y a que estés menos expuesta(o) a padecer cáncer? Sin duda. ¿Anhelas ver mejorías en relación con el síndrome del ovario poliquístico, la diabetes tipo 2, la esteatosis hepática (hígado graso), una enfermedad cardíaca u otras afecciones? El ayuno te puede ayudar.
Necesitas un amigo que te diga la verdad absoluta, sin filtros, sobre el ayuno, y en este libro tienes tres: una veterana de la guerra de las dietas 4 (yo), una investigadora del ayuno de primera categoría que ha lidiado con sus propios problemas de salud (Megan Ramos) y un médico pionero (el doctor Jason Fung). Hemos estado en la brecha en el tema del ayuno codo con codo, y podemos darte respuestas honestas sobre él.
Este libro es más que un plan de ayuno sistemático. En esencia, es el manual de un nuevo estilo de vida. Te ayudará a prepararte, y te ayudará a preparar tu cocina y a tu familia, para tu nueva rutina alimentaria; también encontrarás la respuesta a preguntas habituales concernientes al ayuno (cómo lidiar con los días festivos y las vacaciones, por ejemplo) y estrategias para abordar cualquier efecto secundario inesperado. Te explicaré exactamente cómo preparar tu mente para ayunar, te ayudaré a encontrar tu modalidad de ayuno y te proporcionaré un plan para que mantengas tu nuevo estado más saludable. Te diré exactamente por qué no eres culpable de tu aumento de peso y por qué esta vez será diferente. Te tomaré de la mano a lo largo de esta andadura nueva y emocionante y, cuando hayamos acabado, celebraremos tu éxito.
Tienes preguntas y nosotros tres tenemos respuestas. El médico, la lega y la investigadora; este es el equipo que necesitas a tu lado. Estamos aquí para apoyarte, así que ¡pongámonos en marcha!
MEGAN RAMOS
Hace apenas una década, padecía el síndrome del ovario poliquístico (SOP), esteatosis hepática no alcohólica y diabetes tipo 2. También tenía sobrepeso. Actualmente gozo de buena salud y he perdido más de treinta y cinco kilos. Soy una investigadora clínica enfocada en la medicina preventiva, y enseño cómo el ayuno y una nutrición adecuada pueden ayudar a perder peso y a mejorar la salud en general.
Durante los primeros veintisiete años de mi vida, comí lo que quise y no gané nada de peso. Era la típica chica detestable que iba por ahí con unos pantalones vaqueros de talla pequeña con un refresco en una mano y una bolsa de patatas fritas en la otra; en uno de mis anuarios de la escuela secundaria, mi mejor amiga escribió: «Te odio porque puedes comer todos los nuggets de pollo y todas las patatas fritas que quieres y aun así pareces perder peso». Estaba claramente delgada, sí, pero ni mi mente ni mi cuerpo estaban sanos. De hecho, no paraba de engañarme pensando que el peso era un indicador del bienestar físico. Pero la verdad se mostró en las enfermedades que empecé a padecer al principio de la educación secundaria.
A los doce años, me diagnosticaron esteatosis hepática no alcohólica, СКАЧАТЬ