El ayuno como estilo de vida. Dr. Jason Fung
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El ayuno como estilo de vida - Dr. Jason Fung страница 13

Название: El ayuno como estilo de vida

Автор: Dr. Jason Fung

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия:

isbn: 9788418000997

isbn:

СКАЧАТЬ era el blanco de acosadores. Un niño en particular se convirtió en un problema persistente, y la intimidación se volvió tan grave que los directivos de la escuela tuvieron que intervenir. Nada cambió, y el comportamiento del acosador siguió empeorando. La escuela adoptó un nuevo enfoque, y decidimos hacer lo mismo en casa. Comencé a trabajar con Luna para ver qué comportamientos podía cambiar para reducir las posibilidades de que fuese objeto de acoso en el futuro.

      Cuando hablé con Luna y pensé en profundidad sobre el tipo de niña que era, me di cuenta de que una de sus características más notables era su deseo de encajar, y su voluntad de hacer cualquier cosa para lograrlo. Esa necesidad de ser aceptada la había llevado a tomarse en serio las burlas del acosador. Se obsesionó con sus comentarios, decidió que todo lo que él decía sobre ella debía de ser cierto y, en lugar de defenderse, perdió el poder frente a él. Razonó que si pudiera darle al acosador lo que él quería, el sufrimiento terminaría. Pero esto no sería así, por supuesto. El objetivo de un acosador es causar angustia para adquirir más poder.

      Mientras Luna y yo hablábamos acerca de sus motivaciones y reacciones ante el acosador, me di cuenta de que yo también necesitaba aprender esa lección. El hambre era mi acosador, y solo mis acciones y reacciones podían darle poder. Mi creencia de que mi hambre solo se detendría si le daba la comida que quería era ridícula; si lo ignorara, desaparecería, como la mayoría de los acosadores.

      Déjame decirte que el hambre es temporal. No siempre se esfumará si le das suficiente comida. Una vez que hube cambiado mi forma de comer y pasé a «ver» al Hambre Acosadora cuatro o cinco veces al día solamente, comencé a percibirla, sin más, en lugar de temerla. No hay por qué ceder ante ella; basta con reconocer el hambre constante que proviene de los hábitos no saludables asentados y comprender que, con el ayuno, estamos trabajando para cambiarlos.

      En la actualidad, cuando ayuno, visualizo que mi cuerpo elige quemar la grasa almacenada para producir energía. Incluso pongo una tirita en una parte grasa de mi cuerpo (un muslo, por ejemplo) y me recuerdo que, cuando ayuno, no me estoy privando de algo que necesito. Aunque tenga apetito, no estoy pasando hambre. ¡Solo me estoy dando un atracón con la grasa almacenada en mi muslo derecho, que he reservado para ese día! Puedes hacer lo mismo. Si tienes un exceso de grasa en el cuerpo, ¡ya tienes la energía que necesitas para hacer tu vida un día, tres días, una semana o más tiempo! No necesitas comer; es el Hambre Acosadora la que intenta engañarte para que pienses que sí necesitas llevarte algo a la boca.

      Siete cosas que he aprendido

       sobre el Hambre Acosadora

      1 EL HAMBRE ES UN HÁBITO. El hambre suele aparecer, más o menos, a las horas en que solemos comer. Cuando reducimos la frecuencia de las ingestas, el hambre no tarda en desaparecer.

      2 EL HAMBRE ES FLEXIBLE. Cuando empezamos a tomar mejores decisiones sobre aquello que nos metemos en la boca, el hambre disminuye con el tiempo.

      3 EL HAMBRE DESAPARECERÁ. Si no comes cuando aparece el hambre, esta acabará por irse.

      4 EL HAMBRE NO ES INANICIÓN. Puedes recurrir, y recurrirás, a los abundantes suministros de grasa extra que hay en tu cuerpo para sustentarte mientras ayunas.

      5 EL HAMBRE TIENE DIFERENTES CAUSAS. Puede ser un mensaje del cerebro, del resto del cuerpo o de ambos.

      6 EL HAMBRE NO SIEMPRE NECESITA SER ALIMENTADA. No hay por qué darle comida al Hambre Acosadora. Si la experimentamos, podemos darle agua u otros líquidos, o ignorarla por completo.

      7 EL HAMBRE NO TIENE POR QUÉ SER UNA PALABRA QUE SE ESCRIBA CON MAYÚSCULA. Con unas prácticas mentales fuertes y unos nuevos hábitos, podemos transformar el Hambre Acosadora en hambre, sin más.

      JASON FUNG

      Probablemente, lo que más preocupa a la mayoría de las personas antes de emprender un régimen de ayuno intermitente es si tendrán hambre. La respuesta es que sí, pero esa hambre no será algo tan tremendo como la mayoría de esas personas creen. El hambre no es un problema si la gestionamos y tratamos de manera diferente a como hemos hecho en el pasado, y si pensamos en ella en otros términos. Tampoco hay que temerla. Entenderla puede ser determinante para superarla.

      ¿Por qué comemos? Porque tenemos hambre. ¿Qué es lo que hace que dejemos de sentir hambre? Ciertas hormonas que nos hacen sentir llenos. Se conocen como hormonas de la saciedad, y son muy potentes. El estómago también contiene los denominados receptores de estiramiento. Si el estómago se estira más allá de su capacidad, indicará saciedad y le transmitirá al cerebro que nos haga dejar de comer.

      La gente suele imaginar que comemos por el solo hecho de que tenemos comida delante, como si fuésemos máquinas que tragan sin pensar. Esto está lejos de ser verdad. Imagina que acabas de tomar un bistec enorme, de más de medio kilo. Estaba tan delicioso que, aunque pensaste que no podrías terminarlo, lo hiciste. Ahora estás completamente lleno, y la sola idea de comer más te produce náuseas. Si alguien trajera otro bistec y te lo ofreciera gratis, ¿podrías comerlo? Difícilmente.

      Nuestro cuerpo libera las hormonas de la saciedad para decirnos cuándo dejar de ingerir alimentos. Y una vez que entran en acción, es extremadamente difícil comer más. Es por eso por lo que hay restaurantes que ofrecen una comida gratis si el cliente puede comer un filete de más de mil cien gramos de una sentada. Créeme si te digo que no están regalando muchas comidas.

      Las principales hormonas de la saciedad son el péptido YY, que responde principalmente a las proteínas, y la colecistoquinina, que responde a la grasa alimentaria sobre todo. Otra hormona asociada con el hambre es la grelina, que se denomina, apropiadamente, la hormona del hambre. Me ocuparé de ella dentro de un momento.

      Pero si tomas beicon y huevos para desayunar, una comida rica en proteínas y grasas alimentarias, ¿quieres volver a comer a las diez y media? No.

      El problema es mayor si estamos comiendo carbohidratos procesados y refinados, como hacen la mayoría de las СКАЧАТЬ