La religión socialista. Los malhechores del bien. Jesús Ángel Murco Cacho
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СКАЧАТЬ aparecen las religiones monoteístas, un solo dios, y sus herejías: el cristianismo y el islam, que permanecen en la actualidad. Con la llegada de la Ilustración emergió un nuevo nivel evolutivo, el racional, en el que dios también existe, es diosa y se llama Razón. El que se considera ateo desconoce el significado de dios, puede ser ateo de algún tipo de dios: del trueno, de Zeus, de Alá, de la Razón, pero siempre habrá un dios presente en su vida, aunque no lo sepa. El problema de la existencia o no de dios es un problema de definición.

      Para las religiones monoteístas, dios se define como un ser supremo hacedor del universo al que se da culto. También se le considera un ser supremo impersonal, una simple idea o mera energía creadora, sin necesidad de adoración. Puede tener aspecto humano o no, pero explica la existencia de todo lo creado. Este dios es capaz de generar una forma de vida social regida por medio de leyes, normas o principios que sus seguidores deben cumplir, los mandamientos. Es importante saber las características de este ser supremo llamado dios:

      • Omnipotencia o poder absoluto sobre todas las cosas, poderlo todo.

      • Omnipresencia o poder estar presente en todo lugar, abarcarlo todo.

      • Omnisciencia o poder absoluto de saber el pasado, presente y futuro de las cosas, saberlo todo.

      “Había que concebir a dios de un modo nuevo” dijo Ernst Jünger. Y quién es ese dios nuevo, ese dios socialista, adorado por todos sus seguidores sin distinción, y temido en el fondo: ese dios socialista es el “Estado”. Los religiosos socialistas lo adoran, sólo pretenden que tenga el poder máximo para encomendarse a él y que resuelva nuestros problemas. Cuanto más poder y tentáculos tenga el Estado más control tendrá sobre la población que está a su cargo. Cuando los religiosos socialistas llegan al poder lo primero que hacen es alimentarlo, engordarlo, su dios debe estar satisfecho para que con su buen hacer nos proteja a todos de los males del mundo y de los hombres malos. Él se encargará de solucionar todos los problemas pero para ello debe tener el máximo poder que con seguridad abusará de él haciendo padecer a sus seguidores y a los que lo sufren en silencio. El capitalismo, el enemigo acérrimo de estos religiosos socialistas, busca justo lo contrario, que el Estado sea mínimo para que interfiera lo menos posible en la vida de las personas. Es lógico porque el capitalismo es individualista y la religión socialista, como todas, es colectivista, un grupo es más manejable que un individuo.

      Por supuesto que un religioso socialista no admitirá ni que es religioso, ni que al Estado se le pueda considerar su dios, porque la idea que tienen de él es la de un ser humanizado, creador, paternalista, al que se adora en ritos ajenos a ellos. Pero si abrieran un poco su mente se darían cuenta que es lo mismo. Marx, uno de los grandes santos de la nueva religión, definía al capitalismo como un régimen donde el hombre era explotado por el hombre, existiendo dos clases antagónicas, la burguesía y el proletariado. Marx afirmaba que el Estado era una herramienta que utilizaba la clase burguesa para poder dominar al proletariado. Por ello la clase oprimida debía tomar el control del Estado, por medio de lo que llamó “la dictadura del proletariado”, y hacer uso del mismo para eliminar las clases sociales. Por eso, es un propósito fundamental, no eliminar ese Estado opresor, sino hacerse con él, transformarlo, y que fuera el norte a seguir. Así, ese Estado se transformaría en el dios de la nueva religión que seguiría explotando a los hombres pero ahora no por la burguesía sino por los intelectuales socialistas, los nuevos cardenales y obispos de la nueva religión.

      Veamos ahora las anteriores características de este dios, llamado Estado en la religión socialista, comparándola con las características del dios cristiano citadas anteriormente:

      • Omnipotencia o poder absoluto sobre todas las cosas, poderlo todo. El Estado socialista debe tener un poder total sobre las personas y las cosas. Esto se logra en la utopía socialista que es el comunismo. Mientras llega, el socialismo trata que su dios, el Estado, vaya apoderándose de todo y de todos, poco a poco, sin que se note, a veces burdamente, manifestando a las claras sus intenciones.

      • Omnipresencia o poder estar presente en todo lugar, abarcarlo todo. El Estado debe estar siempre presente como salvaguarda de la vida de las personas y abarcar todos los campos del desarrollo de las personas y de las sociedades. Nada debes hacer sin su permiso, él te guiará por el buen camino porque sabe qué es lo mejor para ti, debes confiar ciegamente en él.

      • Omnisciencia o poder absoluto de saber el pasado, presente y futuro de las cosas, saberlo todo. El Estado debe saber todo sobre ti, para poder saber lo que te conviene. Si te apartas del camino trazado por él, puedes contaminar a las personas que te rodean, por lo que será necesario actuar contra el hereje.

      Los seguidores de la nueva religión a veces oyen: ¿Por qué pedís al Estado que os de todo hecho, que os de trabajo, sanidad, vivienda, comida? ¿Qué hacéis vosotros para conseguirlo? Sencillamente es que ya no saben ganarse la vida, están inermes ante quien se supone que les protege, en realidad estamos en sus manos, puede abrir o cerrar fábricas, eliminar a discreción puestos de trabajo, generar leyes opresoras, ejercer la violencia impunemente, etc. Pocas, muy pocas expectativas dejan para poder liberarte del Estado, la vía de la autosuficiencia es altamente peligrosa para el Gran Leviatán. Estamos en manos de dios, y de qué manera. Muchos occidentales de hoy ven al papá Estado como un sustituto de la madre Iglesia que durante los siglos pasados daba de comer y asistía a muchísima gente. Un simple cambio de nombre de dios.

      El Estado no es la nación, ni el país, ni la patria, hay que saber diferenciarlos:

      • Un país es el lugar geográfico donde vive una comunidad humana, es el territorio que forma la unidad geográfica.

      • Una nación es un concepto cultural, es la comunidad de personas que forman parte de un país unida por lazos étnicos o de historia.

      • La patria, la tierra paterna, la de nuestros padres, es algo más que un lugar, es toda la historia y la tradición de esa nación, es el reconocimiento y respeto a la lucha, al saber, a la labor de nuestros antepasados que con su trabajo, su esfuerzo y sus vidas han logrado conformar lo que hoy en día es la nación en la que vivimos. Patria es un concepto de pertenencia, de genealogía histórica, es la idea común que une a una comunidad que proviene de la historia de su pasado y que se traslada al futuro como modelo a conservar o respetar. Es la herencia que cada generación recibe de la precedente, un patrimonio.

      El sentimiento patriótico, a diferencia del sentimiento nacionalista (el odio al otro), se afirma en sí mismo, no frente a nadie, es el amor y el respeto hacia lo propio. Por eso los religiosos socialistas no se sienten patriotas y miran de reojo los conceptos de nación, patria, himno, bandera y ejército, les repele porque ese pasado está basado en otra religión a la que odian, el cristianismo. Ellos quieren un mundo nuevo en el que ese pasado no cuente, quieren su propia bandera y su propio ejército y no una nación sino el mundo entero, el estado mundial socialista, el Gran Leviatán de Hobbes, monstruo bíblico garantía de la paz y la libertad de sus súbditos. En la Revolución Francesa cambiaron el nombre de los meses; y la cronología de los años ya no correspondía al nacimiento de Jesucristo, sino al de su revolución, todo debía ser nuevo y lo viejo debía ser eliminado, así se comportó el cristianismo con Roma y Grecia, y el islam con las culturas que arrasaba, ellos, los religiosos socialistas no podían ser menos.

      • El Estado, en cambio, es el conjunto de leyes y normas creadas por los hombres, como los hombres crearon a dios, por los que se rigen las naciones o países, siendo la Constitución el conjunto de leyes principales. Estas normas son necesarias para la convivencia en común y en un mundo libre estas leyes se basan en la razón y la buena voluntad por el bien de todos. Estado, es un concepto político-administrativo. СКАЧАТЬ