Название: La religión socialista. Los malhechores del bien
Автор: Jesús Ángel Murco Cacho
Издательство: Bookwire
Жанр: Зарубежная прикладная и научно-популярная литература
isbn: 9788468545189
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El infierno también se encuentra en este mundo, en la corrupta y miserable vida que genera el mundo capitalista al que hay que combatir para erradicarlo y en todas las religiones alienantes, menos la suya, que no saben que lo es. Para el Papa Juan Pablo II: “El Infierno indica más que un lugar, la situación en la que llega a encontrarse quien libremente y definitivamente se aleja de Dios, fuente de vida y de alegría”. El infierno es la privación definitiva de dios, el infierno socialista se encuentra allí donde no ejerza su poder el dios socialista, el Estado. En una sociedad comunista sólo existe el paraíso, el infierno ha sido erradicado.
Para Tomás Moro, Utopía era una isla perdida de América, sede del mejor gobierno cuyos habitantes habían logrado el Estado perfecto. Utopía significa: no lugar, lo que no está en ningún lugar, un sueño imaginario e irrealizable. Esta Utopía es el cielo de los socialistas pero en la tierra, de ahí el carácter religioso del socialismo en otros términos, y tenía un nombre para los hombres de nuestra época, Unión Soviética, donde los hombres son libres e iguales gobernados por un sistema político perfecto, el comunismo.
El problema es que estos sueños utópicos acaban en la distopía, la utopía negativa, una aberración indeseable y totalitaria, una sociedad viciada, depravada, enferma. Este es el cielo en la tierra en el que nos quieren instalar los nuevos socialistas disfrazados de progresistas, ecologistas, animalistas, feministas, etc, apoderándose casi por completo de estos movimientos e intentando representarnos a todos en ellos. De nada sirve saber lo que hicieron sus antepasados ideológicos, la isla de Utopía sigue estando por ahí, en algún lugar y si no, hay que crearla en nuestra sociedad, cueste lo que cueste, destruyendo lo que haya que destruir, eliminado a aquel que se interponga en el ideal utópico, anteponiendo este ideal a la libertad individual de las personas. Todo por el bien común. Utopía es tan real como el Paraíso de los yihadistas musulmanes y los métodos para crearla similares, no hay más que ver sus hazañas en el siglo XX. Y así como las masas seguían a los líderes religiosos, los socialistas modernos siguen a los gurús de la muerte y la destrucción. Con estos paraísos ficticios lo que se logra es que seamos esclavos de los que manejan los hilos. Esta esclavitud, que somos incapaces de reconocer, se soluciona, parafraseando a Óscar Wilde, “divirtiendo a los esclavos”, hemos pasado del homo sapiens al homo festivus de hoy en día.
Ritos de la religión socialista
La religión socialista tiene sus lugares sagrados donde sus seguidores adoran a su dios, el Estado, y todo lo que representa, un culto religioso transformado en laico pero con el mismo significado. Las ofrendas y sacrificios se han trocado en desfiles, manifestaciones populares, banderas y eslóganes, retratos de los sacerdotes socialistas de gran tamaño. La Plaza Roja de Moscú era un lugar emblemático donde se realizaban los desfiles en exaltación del Estado, paradas militares y grandes retratos recordaban a los congregados, los fieles, los logros de la nueva religión, un acto patriótico al que nadie debe ser ajeno. La hoz y el martillo (el nuevo crucifijo), las banderas rojas (los nuevos estandartes), el himno del Estado (canto de alabanza a Dios), el brazo en alto con la mano cerrada o abierta (el nuevo santiguar), son admirados y venerados por los fieles, son los símbolos del Estado, es decir, los símbolos de dios. De igual forma se celebran estos actos en la Plaza de la Revolución de La Habana, la Plaza de Tiananmén de Pekín, los desfiles en Berlín de los nazis y en la Italia fascista, la plaza central de Pyongyang en Corea del Norte y tantos otros.
Estos desfiles son similares a las procesiones de Semana Santa en el catolicismo y a la peregrinación a La Meca. Las romerías a las ermitas, los desfiles festejando a los santos y patrones locales, tienen sus homólogos en la religión socialista con las manifestaciones reivindicativas que son tan habituales en nuestra vida diaria, siendo la mayor la del Primero de Mayo, o cuando ocurre un gran acontecimiento que saben aprovechar muy bien para sus intereses. La reivindicación continua es una de las características de la religión socialista, siempre hay que hacer presente el mensaje que arrastra para convencer al mayor número de personas por medio del bombardeo ideológico o del miedo, el proselitismo lo ejercen con verdadera devoción.
Los sacerdotes, frailes, monjas, obispos, cardenales, ulemas, ayatolás, rabinos, etc, también están representados en la religión socialista. Son los encargados de encauzar a la muchedumbre y conducirla por el camino del bien, de su bien. Los hay de bajo nivel que son los que encontramos en nuestros trabajos, en las universidades, en nuestros barrios o pueblos, siempre con la voz cantante, revolucionando a los que les escuchan, guiándoles por el camino correcto. Los hay de mayor nivel, encargados de misiones mayores, actuando cerca del poder, cerca de los medios de comunicación, los sindicatos poderosos, los líderes carismáticos, los periodistas a sueldo.
Marx y Engels, en el Manifiesto Comunista, escribieron que el proletariado no sabe lo que le conviene y que por tanto son necesarios los comunistas para dirigir la lucha contra el capitalismo. Hacen falta líderes que iluminen y dirijan al pueblo, los mesías que encauzaran la vida de sus seguidores, como escribió Elías Canetti: hombres capaces de transformar en masa a los seres humanos.
Los santos y mártires cristianos también están representados en la religión socialista. Son los fundadores de la religión, los que han sabido y podido hacerla más grande, y los que han dado su vida por ella, personajes de una absoluta perfección moral y por tanto objeto de culto. Quién osa bajar del pedestal a Marx, Engels, Lenin, Stalin, Mao, Castro y tantos otros. Qué mejor mártir que el Che Guevara, idolatrado por toda la juventud como un líder carismático que dio su vida por la religión socialista, o Salvador Allende, Lula, Chávez. Y también están los perseguidos por la propia religión, los apestados, los herejes como Trotsky, Mussolini y Hitler en los altos niveles, y para el resto, el Gulag, los campos de concentración o la eliminación directa.
Los cristianos se santiguan y tienen sus cantos religiosos y abren los brazos a dios en sus oraciones. Los religiosos socialistas no podían ser menos: ese puño cerrado en alto o la mano abierta, esa Internacional cantada con fervor o las canciones populares, la hoz y el martillo o la esvástica. Los ritos cristianos en versión socialista. Cuanta similitud que no se quiere reconocer.
La religión socialista también tiene su doctrina y sus dogmas como las otras religiones. Una doctrina es un conjunto de postulados que rigen una religión. La doctrina debe ser enseñada y propagada por todos los medios posibles (adoctrinamiento), reeducando a los fieles. Los dogmas son los puntos esenciales de la doctrina y que no están sujetos a discusión, su verdad es incuestionable y deben ser acatados, aceptados y practicados por sus seguidores.
Karl Marx, que fue el primero en organizar el pensamiento socialista de la época en términos de economía política, indicó como doctrinas fundamentales del socialismo las siguientes:
• La historia se puede explicar desde el punto de vista económico, no sólo religioso, social o político.
• La lucha de clases. Siempre ha existido y hoy en día se da entre el capitalista y el proletariado.
• El Estado sería el dueño de los medios de producción. El socialismo será el paso previo hacia el comunismo, una sociedad sin clases.
En la religión socialista, su dios, el Estado, es el encargado de proponer los dogmas por los que se regirá la sociedad. Sólo el Estado puede legislar y ser generador de la justicia y será la expresión de la voluntad del pueblo. Estos dogmas son de obligado cumplimiento y respeto: Todo por el pueblo, fraternidad, igualdad, elogio de la revolución, el Estado como máximo representante del pueblo, nada es discutible, etc.
La religión socialista también tiene sus fiestas. Ha establecido nuevos calendarios para festejar acontecimientos, СКАЧАТЬ