Название: No más excusas
Автор: Iván Ojanguren Llanes
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
isbn: 9788416994823
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EMPoDéRATE - EQUILIBRADO
¿Sabes? Vivimos buscando siempre el equilibrio. A la vida le va bien el equilibrio.
Tomas la cantidad de aire justa y necesaria: si tomas más, te hiperventilas, si tomas menos…, bueno, mejor no hagas la prueba. Lo mismo con los alimentos: una alimentación en la cantidad y variedad equilibrada de frutas, verduras, proteínas, grasas e hidratos de carbono adaptada a tu propio metabolismo y estilo de vida es la que mejor te sienta; si tomas mucho de esto o poco de esto otro puede que empieces a notar efectos negativos (falta de equilibrio).
Es probable que trates de mantener un equilibrio relacionado con el tiempo que te dedicas a ti mismo y el tiempo que le dedicas a otras personas; lo mismo con el tiempo que le dedicas a tu trabajo, el tiempo que dedicas a descansar o el tiempo que le dedicas al ocio. También tenemos equilibrio de pensamientos, equilibrio de acciones, equilibrio en el ejercicio físico que realizas a diario, equilibrio entre lo que ganas y lo que gastas, etc.
Podemos afirmar pues que el equilibrio, en general, nos va bien. Tú tienes tu propia versión de lo que una vida equilibrada significa para ti. Y es genial, siempre y cuando hayas llegado a tus propias conclusiones a través de tu propia experiencia.
Ecología y objetivos
La ecología es la ciencia que estudia la relación entre los seres vivos y su entorno. Decimos que algo es ecológico cuando no rompe el equilibrio, no agrede, no interfiere negativamente en el devenir natural del sistema en su conjunto. Por ejemplo, cuando se introdujo el conejo común en Australia en el siglo XIX causó estragos (y sigue causándolos) ya que alteró brutalmente el ecosistema terminando con muchos recursos naturales, y a esos animales se les atribuye la responsabilidad principal de la extinción de fauna y flora autóctona así como graves problemas de erosión.
Así, cuando nos planteamos objetivos se tiene que cumplir la misma regla: nuestras metas han de ser ecológicas, es decir, equilibradas con nuestra vida en todo su conjunto de modo que no agredan ni interfieran en la misma de manera negativa.
Estoy acostumbrado a trabajar con personas que me dicen: «He conseguido objetivos en el pasado pero no terminaban de satisfacerme», «Estoy a punto de tirar la toalla, este objetivo empieza a no merecer la pena» o «No hay manera, por más que lo intento, no puedo dejar de fumar».
¿Qué podría estar sucediendo en estos casos?
El primer caso es habitual en personas que se plantean objetivos sin tener en cuenta las consecuencias de conseguirlo; por ejemplo, imagina que te han ascendido al puesto de director en tu empresa (conseguiste tu objetivo) y tras dicho ascenso te encuentras viajando más, trabajando más horas y con tu tiempo libre reducido a la mínima expresión. Has conseguido tu objetivo, sí, pero antes gozabas de más tiempo para tu vida personal y ahora tu nueva realidad está desequilibrando tu vida.
El segundo caso suele darse en aquellas personas que pelean, luchan y se sacrifican mucho para conseguir su objetivo. Están dejando demasiado en el camino (tal vez tiempo, dinero, salud, energía, etc.) y a la larga tanto sacrificio acaba desequilibrando sus vidas.
El tercer caso es un poquito más complejo: se podría tratar de personas que quieren conseguir algo (por ejemplo más salud a través de abandonar el hábito de fumar), pero que, por alguna razón que no alcanzan a entender, no consiguen hacerlo. Tal vez no están comprendiendo que su vida actual tiene cosas buenas y que de manera inconsciente su cerebro no quiere renunciar a ellas, obligando a la persona en cuestión a recaer en los viejos hábitos (fumar, por ejemplo).
«Nuestras metas NO pueden desequilibrar nuestra vida».
¿Qué significa todo esto? Significa que deberás mantener una perfecta armonía entre tu objetivo y tú, asumiendo que dicho objetivo podría suponer un cambio en tres niveles diferentes de tu vida:
Tendrás que estar dispuesto a hacer lo que tienes que hacer para conseguir tu objetivo. Claro, y es que tendrás que cambiar (o tal vez eliminar) algunos de tus hábitos actuales para dedicarle tiempo a tu nueva meta. Así, si quieres mejorar tu salud puede que tengas que crear espacio en tu vida para salir a caminar o para comprar y cocinar alimentos más saludables; puede que incluso tengas que aprender a cocinar. En definitiva: tienes que asumir que tendrás que hacer algo diferente en tu día a día sin comprometer tu equilibrio vital.
Tendrás que asumir las consecuencias de haber conseguido tu objetivo. Si tu objetivo es mejorar tu salud y para ello quieres adelgazar, ¿cómo te afectará esta nueva situación? Tal vez tengas que comprar ropa nueva, por ejemplo; del mismo modo puede que comiences a gastar más dinero en comida más saludable. El ejemplo anterior del director me parece fantástico: ¿qué supondrá que te asciendan a director en tu empresa? ¿Estás dispuesto a asumir la nueva situación en su conjunto?
Tendrás que mantener todo lo bueno de tu situación anterior (cuando el objetivo no estaba todavía conseguido). Puede que para adelgazar tengas que abandonar ciertos hábitos sedentarios (ver la TV o ir en coche al trabajo) y tal vez esos momentos te estuvieran proporcionando sensaciones deseables (paz, ocio, descanso). Puede que en el coche siempre sintonizaras una emisora que te anima por las mañanas o puede que viendo esa serie por la tarde consiguieras relajarte. Total: paz, descanso y relajación, en este ejemplo, deberán seguir estando presentes en tu vida cuando consigas más salud.
En realidad los tres puntos anteriores se podrían reducir a un refrán popular: «No puedes desvestir a un santo para vestir a otro». O, dicho de otro modo: para conseguir algo que anhelas no puedes desatender otro aspecto de tu vida que anhelas con la misma intensidad.
A continuación te muestro una herramienta con la que podrás analizar el impacto que tendrá en tu vida alcanzar tu objetivo. Recuerda: si te desequilibra, no es un objetivo. Deberás hacer los ajustes oportunos para mantener tu ecología vital.
HERRAMIENTA
Las tres comprobaciones innegociables
Tras aplicar la herramienta te asegurarás de que tu objetivo no desequilibra ningún aspecto de tu vida
Tiempo que necesitarás: 30 minutos
Realiza las siguientes comprobaciones y vete ajustando tu objetivo en cada caso si fuese necesario.
PASO 1: ¿Estás dispuesto a hacer lo que tienes que hacer?
Va, no pretendo que sea una pregunta motivacional del tipo «Eh, tú, deja de hacer el vago y ponte manos a la obra», ni mucho menos. La pregunta tiene mucha, mucha miga.
Piensa: ¿qué vas a tener que hacer para conseguir tu objetivo? ¿Cuánto tiempo le vas a dedicar al día? ¿Qué otras cosas vas a dejar de hacer para dedicarle tiempo a esta meta? ¿Cómo afecta o interfiere con otros objetivos actuales? ¿En qué sentido te van a afectar estos cambios? Anota todas las respuestas.
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