Название: No más excusas
Автор: Iván Ojanguren Llanes
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
isbn: 9788416994823
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PASO 1: Piensa en lo contrario
¿Qué es para ti lo contrario a tu objetivo? ¿Qué sería lo contrario a tener en nuestro ejemplo «pensamientos negativos»? Tal vez sea «Estar tranquilo» o «Vivir una vida relajada». Estas frases sí que son buenas referencias para tu cerebro; sí son buenos objetivos en los que merecerá la pena invertir tiempo y energía. Anota todo lo que se te ocurra.
PASO 2: Actúa «como si»
Actuar «como si» significa dejar volar la imaginación e imaginar que ya has dejado de tener eso que «no quieres»; en nuestro ejemplo, sería imaginar que ya no tienes «pensamientos negativos». Ahora, pregúntate: ¿qué es diferente en tu vida? ¿Cómo te sientes? Lo más probable es que emerjan palabras más amables del tipo «Me siento bien», «Me siento más tranquilo» o «Estoy en paz». ¡Bingo! Esto ya sí que se parece más a un objetivo; deberás por lo tanto reformular tu objetivo a «Quiero más tranquilidad» o «Quiero sentirme en paz». Escribe todo lo que pase por tu cabeza; estamos empezando a decirle al taxista a dónde queremos ir.
PASO 3: Encuentra una referencia externa
Te paso la estrategia definitiva: piensa en alguien que tiene lo que tú quieres o que está como tú quieres estar. En ocasiones estamos tan perturbados por la situación de la que queremos salir que somos incapaces de vislumbrar qué es lo que queremos ni hacia dónde queremos ir; es absolutamente normal. En estos casos lo más sencillo y potente es pensar en ese conocido, allegado, personaje público e incluso personaje histórico o de ficción que te inspire en el sentido de que quieres sentirte o parecerte a él en alguno de los aspectos relacionados con tu objetivo. Así, en el ejemplo que estamos trabajando podrías decir: «Quiero tener la paz interior de Dalai Lama» o «Querría sentirme tan tranquilo y despreocupado como mi hermano». Recuerdo una persona con la que trabajé que me dijo: «Quiero ser como William Wallace (Braveheart)». Le contesté: «Ah, qué bueno. ¿Y cómo definirías a William Wallace?» Él me dijo: «Sería una persona más proactiva, más enérgica y también con capacidad de liderazgo». No se trata aquí de que lleguemos todos a la conclusión de qué características tenía William Wallace, sino de que conozcas las virtudes o rasgos que tú crees que tiene esa persona y que te gustaría tener. Me encanta jugar con la imagen que yo tengo de otras personas ahí fuera para plantearme objetivos pues me da muchas más ideas sobre lo que quiero y (todavía) no tengo.
PASO 4: Reformula tu objetivo
Revisa tus notas derivadas de los pasos 1, 2 y 3. Con toda la información que has sacado de los tres pasos anteriores deberías ser capaz de escribir un objetivo expresado en positivo (sin la palabra «no»). Escribe en una frase aquello que quieres tener en tu vida.
¿Ya lo tienes? Fantástico. Por fin nos hemos quitado ese elefante azul de la cabeza. Por fin hemos sabido decirle al taxista a dónde nos queremos dirigir y ya puede introducir la dirección en su GPS.
No te preocupes si todavía tienes dudas respecto a cómo conseguir lo que acabas de escribir: mi compromiso a lo largo de las próximas líneas será que definas muy bien qué significa este objetivo de modo que puedas conseguirlo.
A continuación me gustaría hablar de esos objetivos que están enunciados como aquello que queremos abandonar. Sigue conmigo, estás a punto de descubrir por qué «Dejar de fumar», «Perder peso» o «Dejar de preocuparme tanto» en realidad no son objetivos.
Dejar de fumar (o cómo abandonar hábitos)
Tal vez seas de ese altísimo porcentaje de personas que fuman o han fumado. En tal caso te habrás puesto en algún momento el objetivo de «dejar de fumar», o tal vez conozcas a alguien que haya querido abandonar este hábito. Bien, después de todo lo que has leído, ¿crees que «dejar de fumar» es un buen objetivo desde un punto de vista metodológico? Has acertado: no, ni de lejos.
Mira, «Quiero dejar de fumar» es lo mismo que decir «No quiero fumar». Este objetivo cumple todas las características que te expliqué unas líneas más arriba para que sea un antiobjetivo; este razonamiento es aplicable a cualquier objetivo que en su enunciado contenga aquello que quieres abandonar, perder o dejar de hacer. «Quiero perder peso», «Quiero dejar de tener miedo a volar», etc., no son objetivos; son gritos de malestar que hay que escuchar; sí, pero…, ¿objetivos? Ni hablar.
Es absolutamente fantástico querer abandonar un hábito tóxico, claro. Faltaría más. La cuestión aquí es: ¿para qué quieres dejar de fumar? Ese es tu objetivo. Y sí, abandonar el hábito de fumar será con casi toda probabilidad algo que tendrás que hacer, pero como una tarea más de tu plan de acción, no como un fin en sí mismo.
De verdad, si te levantas por la mañana y lo que te estás repitiendo es «Dejar de fumar, dejar de fumar», ¿en qué piensas?, ¿en qué centras tu atención? Eso es: fumar, fumar, fumar. No me parece demasiado hábil, la verdad. Como te expliqué unas líneas más arriba, estás atrayendo a tu vida más de eso que no quieres.
Sin embargo, si llegas a la conclusión de que una de las razones por las que quieres abandonar ese hábito es «Más independencia y salud», ese ya sí que es un buen objetivo. Levantarte y pensar en «más salud» y «más independencia» ya es algo más amable, más positivo; conectamos a nuestro cuerpo y a nuestra mente con lo que queremos y empezamos a vibrar en aquello que deseamos, alejándonos de lo que queremos abandonar (y todos esos sentimientos negativos que lo acompañan).
Tiene sentido, ¿verdad? A continuación te dejo una pequeña herramienta para que consigas reformular tu objetivo si es que lo has definido en estos términos.
HERRAMIENTA
Formula tu objetivo sin lo que quieres abandonar
Tras aplicar la herramienta serás capaz de formular tu objetivo en positivo (si el enunciado contiene aquello que quieres dejar o abandonar)
Tiempo que necesitarás: 10 minutos
PASO 1: ¿PARA QUÉ quieres abandonar ese hábito?
¿Qué quieres conseguir dejando de hacer eso que haces? ¿Cuál es el fin último que persigues abandonando ese comportamiento? Encuentra el para qué, es importante; es la razón última por la cual ese objetivo (todavía formulado incorrectamente) es importante para ti.
Ejemplo: Quiero ser una persona más independiente; ahora dependo del tabaco.
PASO 2: Actúa «como si»
Imagina que ya has abandonado eso que no quieres. ¿Qué sucede en tu vida? ¿Qué es diferente? ¿Qué has ganado? ¿Qué cosas buenas están sucediendo en tu vida? Las respuestas a estas preguntas sí serán buenos objetivos.
Ejemplo: Si dejase de fumar tendría más salud, me encontraría mejor y tendría más poder adquisitivo.
PASO 3: Reformula tu objetivo
Al igual que hicimos con la herramienta anterior: reformula tu objetivo de modo que tengas en cuenta las respuestas de los pasos 1 y 2.
Ejemplo: Mi objetivo será «Tener más independencia, mejorar mi salud y disponer de más poder adquisitivo».
A tener en cuenta:
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