Название: Mujeres, cámara, acción
Автор: Rolando Gallego
Издательство: Bookwire
Жанр: Зарубежная прикладная и научно-популярная литература
isbn: 9789507546563
isbn:
Mirtha Legrand es otra de las protagonistas insoslayables. Hizo 36 películas. Entre ellas, Los martes orquídeas, La pequeña señora de Pérez, La vendedora de fantasías, La de los ojos color del tiempo, En la ardiente oscuridad, La patota, Bajo un mismo rostro, Con gusto a rabia.
Muchos nombres de protagonistas fuertes e inolvidables como Susú Pecoraro y su Camila; Luisina Brando (Boquitas pintadas, Juan que reía, Piedra libre, Señora de nadie, Darse cuenta, Miss Mary), Graciela Dufau (Los jóvenes viejos, Nadie oyó gritar a Cecilio Fuentes, Momentos, La isla, Volver), Martha González (Boquitas pintadas, El pibe cabeza), Leonor Benedetto (Rosa de lejos, Atrapadas, Las lobas, Lola Mora), Thelma Biral (La maffia, Los siete locos, El muerto, El juguete rabioso).
Cecilia Roth (Un lugar en el mundo, Vidas privadas, El ángel, Matrimonio, Una noche con Sabrina Love), Marilú Marini (Los que aman odian, Tigre, El eslabón podrido, Mientras tanto, Solo, Nocturna), Verónica Llinás (La mujer de los perros, Cerro Bayo, Pájaros volando, La flor, Rapado), Julieta Zylberberg (All inclusive, Aire, El rey del Once, La mirada invisible, Mi amiga del parque, Extraños en la noche, Las olas), Natalia Oreiro (Wakolda, Infancia Clandestina, Gilda. No me arrepiento de este amor, Re loca, Mi primera boda, Miss Tacuarembó), Valeria Bertucelli (Me casé con un boludo, Viudas, Hermanas, La reina del miedo, XXY, La suerte en tus manos), Dolores Fonzi (La patota, La cordillera, El futuro que viene, El aura, El crítico, Distancia de rescate, La misma sangre), Érica Rivas (Antes del estreno, Bruja, La cordillera, La luz incidente, Relatos salvajes, Pistas para volver a casa), Julieta Díaz (Refugiado, No soy tu mami, Juan y Eva, Dos más dos, El fútbol o yo), Eleonora Wexler (Fuego gris, El dedo en la llaga, Amateur, Pensando en él) supieron consolidarse y encabezar proyectos.
Norma Aleandro, recordada para siempre por su trabajo en La historia oficial y ese Óscar que ella misma anunció para el mundo. Con películas tan inolvidables como Sol de otoño, Cama adentro, El hijo de la novia, Cien veces no debo, Los siete locos, No toquen a la nena, entre otras, y algunas participaciones en producciones extranjeras como Los residentes, El sabor de la infidelidad, La guerra de un solo hombre y Gaby, una historia verdadera (por su interpretación fue nominada al Óscar como Mejor Actriz de Reparto).
Mercedes Morán, una de las más solicitadas, que en un año puede estrenar hasta cuatro películas argentinas (El ángel, Sueño Florianópolis, El amor menos pensado, Familia sumergida) interpretando roles completamente diferentes entre sí. Maracaibo, Betibú, Los Marziano, Cara de queso, Luna de Avellaneda, La niña santa, La ciénaga son también hitos de su larga trayectoria.
Algunas, luego, se animarían a dirigir, como Valeria Bertuccelli (La reina del miedo), Verónica Llinás (La mujer de los perros), María Alché (Familia sumergida), Mónica Lairana (La cama), Ana Katz (Sueño Florianópolis), Vera Fogwill (Las mantenidas sin sueños), Camila Toker (La muerte de Marga Maier), Victoria Carreras (Merello x Carreras), Jazmín Stuart (Pistas para volver a casa, Desmadre, Recreo), entre otras.
Protagonistas en una gran tradición del cine argentino. Presentes en el recuerdo. Vigentes. Las actrices argentinas han demostrado a fuerza de talento y pasión por qué son tan requeridas por el cine local y extranjero.
1 En Colección especial “Ídolos del Espectáculo Argentino” de Clarín.
2 En autobiografía La Calle y Yo.
3 En Colección especial “Ídolos del Espectáculo Argentino” de Clarín.
CAPÍTULO 3
Reflexiones sobre el cine hecho por mujeres
“El cine es una oportunidad para reflejar mal la realidad y quizás de esa manera revelar el artificio de lo real”.
Lucrecia Martel
Al preguntarnos sobre la existencia de un cine asociado al género, muchas de las respuestas escapan a encasillamientos o preconceptos, y si tal vez se asocia lo femenino a las películas por el solo hecho de que una mujer las dirige, se está prejuzgando un corpus de obras cinematográficas que, en realidad, deben ser valoradas por su condición artística más que por quién las ha realizado.
En esa confusión de ubicar todo en un mismo plano, feminismo e imaginería femenina pueden pasar por un mismo punto, cuando en realidad plantean el primero una posición ante el mundo, y la segunda, una manera de representarlo.
“El género propio no se ‘hace’ en soledad. Siempre se está ‘haciendo’ con o para otro, aunque el otro sea solo imaginario (…) los términos que configuran el propio género se hallan, desde el inicio, fuera de uno mismo, más allá de uno mismo, en una socialidad que no tiene un solo autor (…)”1.
“El feminismo en sí mismo es polifacético, las posibles dimensiones y permutaciones de interrelación entre él y el cine se vuelven enormemente numerosas (…) el cine de mujeres es diferente del cine feminista, las películas de esta última franja no constituyen un patrimonio de las mujeres porque los hombres también pueden producir obras de carácter feminista”2.
Un buen ejercicio para determinar cuestiones asociadas al cine que el patriarcado ha producido en los más de cien años de existencia, y evidenciar la impronta masculina en las películas, es el reconocido test de Bechdel.
Esta prueba, creada por Alison Bechdel en su cómic Dykes to Watch Out For, buscaba visibilizar casi de manera humorística una realidad que la artista quería mostrar y denunciar.
En el relato, uno de los personajes protagonistas manifiesta que para ver una película tiene que cumplir al menos tres requisitos. El primero es que aparezcan, al menos, dos personajes femeninos. El segundo es que mantengan una conversación entre ambas en algún momento. Y el tercero, que en esa conversación no hablen sobre algún hombre.
Con el correr de los años la prueba se utilizó para determinar la inequidad de género que predomina en la industria del entretenimiento, con algunas variantes como, por ejemplo, que los personajes femeninos que interactúan tengan nombre, o que hablen durante al menos dos minutos a lo largo de la película.
“Todo lo que limita es una forma de ghetto, cine latinoamericano, cine de negros, de mujeres, de judíos. Lo deseable es lo que me pasa a mí cuando me invitan a certámenes internacionales en que competimos hombres y mujeres (…). Cine de mujeres hay muy poco. Los distribuidores que son hombres, y muy zonzos, no compran películas de mujeres porque piensan que no funcionan y están muy equivocados”3, disparaba en 1989 María Luisa Bemberg.
Dolores Fonzi, actriz, suma una reflexión sobre el feminismo: “Ser СКАЧАТЬ