Antropología de la integración. Antonio Malo Pé
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СКАЧАТЬ grupos de especies: algunas, como la de los monos, se han conservado; otras, como las de los homínidos y homines, han desaparecido. Con nuestra especie, el desarrollo del sistema nervioso y cerebral parece haber alcanzado el punto más alto, tanto por lo que respecta a las funciones sensoriales y emocionales, como a la regulación del comportamiento[48]. Sin embargo, entre nuestros cerebros, el de los simios antropomorfos o el de los homínidos, no se observan novedades radicales: «Los monos cuentan ya con la neocorteza y su cerebro conoce fenómenos como la lateralización. En algunas especies de animales hay áreas del cerebro responsables de producir sonidos significativos, casi como una anticipación de las áreas lingüísticas»[49].

      En el arte descubrimos también la trascendencia de la naturaleza humana, pues mediante ella se va más allá de la simple supervivencia, en tanto que la belleza cultivada y contemplada —hablando estrictamente— no es útil. Y, sin embargo, para el hombre, el arte es esencial. De hecho, encontramos manifestaciones artísticas desde los albores de la Humanidad, así como también ritos funerarios, pues el hombre es el único ser vivo consciente de tener que morir. El modo humano de enfrentarse a la muerte, así como de relacionarse con los difuntos, constituye el contenido de esos ritos. Por último, el lenguaje permite al hombre “nombrar” la realidad. Junto a la finalidad puramente práctica de dominar el mundo, el lenguaje nos abre las puertas a un conocimiento más profundo de la realidad y, por consiguiente, de los otros y de nosotros mismos. Esto no significa, sin embargo, que las palabras sean naturales, a diferencia del conocimiento y de la capacidad de hablar. En efecto, aunque el lenguaje es natural para el hombre, las lenguas que hablamos son siempre un fenómeno cultural.

      En conclusión, la bipedestación, el uso de la mano, la expresión de las emociones, el desarrollo del cerebro, la liberación de la sexualidad de un ciclo natural fijo e instintivo, el nacimiento de un ser biológicamente prematuro, etc., son elementos del proceso de hominización conectados de manera sistémica con los que forman parte de la humanización, como la conciencia del otro y de sí mismo, el matrimonio, la familia, la prohibición del incesto, la fabricación de herramientas, el arte culinaria, las bellas artes, el lenguaje, las leyes, la religión y los ritos fúnebres.