Название: Aproximaciones a la filosofÃa polÃtica de la ciencia
Автор: ОтÑутÑтвует
Издательство: Bookwire
Жанр: Зарубежная прикладная и научно-популярная литература
isbn: 9786070252570
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no hay libertad de conciencia en astronomía, en física y ni siquiera en fisiología, lo que es decir que todos encontrarían absurdo no tener confianza en los principios establecidos por los hombres de esas ciencias. Si esto no es así en política esto se debe sólo al hecho de que dado que los antiguos principios han ya de ser abandonados, y ningunos nuevos han sido aún diseñados para reemplazarlos, realmente no hay, mientras tanto, principios fijos en absoluto.2
El principal punto en la agenda del progreso para Comte fue superar la anarquía de opiniones producida por la situación en la que el ignorante y el experto estaban igualmente autorizados para dar sus opiniones.
Por supuesto, la libertad de conciencia y la discusión abierta son los cimientos del liberalismo, de manera que las implicaciones antiliberales de la ciencia como modelo de la política son evidentes. Pero al mismo tiempo había, aunque sólo parcialmente desarrollada, lo que podría llamarse una concepción liberal de la ciencia, es decir, una que dio poca importancia, e incluso oscureció y negó el asunto de la autoridad de la ciencia a favor de un modelo de libre discusión aplicado igualmente a la ciencia y a la política. James Mill es quizá la persona cuya ilimitada fe en la discusión ejemplifica mejor esta intuición, pero Sobre la libertad de John Stuart Mill es quizá su mayor expresión. Pero ni Mill menciona la ciencia en ese ensayo, ni el problema de la existencia de la "autoridad" científica dentro de un orden social no autoritario fue directamente abordado. Sin embargo, hubo una crítica "liberal" de los efectos corruptores de la dependencia de la ciencia respecto al patronazgo estatal, por ejemplo en Thomas Henry Bucle (1924); similares preocupaciones en torno a la influencia estatal en Condorcet, 3 y defensas de la libertad del discurso científico escritas dentro de las funciones de la Royal Society. Estos fueron elementos primitivos de una imagen alternativa de la ciencia.
Pearson y Mach
La influencia soterrada de las ideas fundamentales comtianas fue sustancial, pero la influencia de mayores consecuencias fue mediada a través de dos pensadores: Ernst Mach, quien desarrolló y popularizó una filosofía de la ciencia que era compatible con ciertos desarrollos subsecuentes, en particular con el positivismo lógico, y que sirvió como transporte de algunas de las ideas comtianas clave; y Karl Pearson, quien se había empapado de Comte con un bibliotecario en Cambridge. Como pensadores políticos y sociales y también como filósofos de la ciencia, tenían mucho en común. Ambos sostenían que la edad de la coerción o la fuerza bruta habían pasado, y buscaban alguna clase de sustituto para la religión. Ambos eran socialistas de tendencia anarquista, aunque expresaron esto último de manera distinta. Mach era hostil hacia el Estado, por lo menos en su conformación actual. Ninguno lidió con los problemas de poder que implica la acción revolucionaria. Pearson pensaba que las instituciones necesitaban ser "dinamitadas", 4 pero, al mismo tiempo, imaginó que la revolución podría ser hecha desde arriba a través de la persuasión, que la aristocracia podría ser persuadida de renunciar a su riqueza. Ambos atribuían a la ciencia un papel integral en esta transformación, y pensaban que la transformación espiritual en el sentido de un modelo científico de la mente de la gente era una parte necesaria de esto. Ambos pensaban que el budismo, en tanto religión no deísta, ofrecía el modelo de una religiosidad apropiada y ambos tenían una concepción de la ciencia que minimizaba y sospechaba de lo teórico y del realismo. Cada uno se resistió a las innovaciones teóricas de su tiempo: Mach al átomo, Pearson al gen. Cada uno fue atraído por la idea de la eficiencia como concepto organizador en la ciencia con implicaciones en la política. Ambos tuvieron lo que podría ser llamado un punto de vista extensivo de la ciencia, considerando que la ciencia ha de ser la fuente de la conducción social, de ser aplicable mucho más allá de los límites de la ciencia actual, y de ser esencial para la cosmovisión del futuro (Weltanschauung). Difirieron en los detalles de su amplitud, y Pearson tuvo un punto de vista mucho más plenamente desarrollado de su significado político.
La significación decisiva y el pensamiento de Pearson vienen a ser el centro de atención cuando se le entiende a él en el contexto de su tiempo y a su posición como figura transicional entre dos cuerpos de pensamiento separados ampliamente en el tiempo, a saber, la de Comte y los teóricos comunistas británicos de la ciencia de la década de 1930, tales como L. T. Hogben, quien recordó que su generación había "sido amamantada por la gramática de la ciencia". 5 Pearson se libera de la abierta hostilidad comtiana contra la expresión pública de las opiniones, pero no del modelo de religión. En algún momento escribe que en ciencia no hay un Papa,6 y señala que la duda es parte íntegra de la ciencia y de su misterio. Para él esto significa que una jerarquía científica que persigue a la herejía científica sería fatal para el progreso. Pero decir que la ciencia no tiene un sumo pontífice no es, por supuesto, decir que no tenga un significado religioso o cuasi-religioso; de hecho sugiere lo contrario. Pearson estaba muy interesado en la pregunta comtiana acerca de qué debería tomar el lugar de la religión tradicional en la época de la ciencia. Estaba fascinado –como Saint-Simon lo había estado– con la idea de la sociedad medieval y la idea de la cultura unificada, ideas que, por supuesto, requerían una nueva religión. Como la religión de la humanidad de Comte y Mill, él predijo la deificación del hombre.7 Era básicamente un socialista fabiano. Estuvo contra los "derechos", contra el individualismo, a favor de la solidaridad y, en principio, del Estado. Fue adverso respecto a la práctica estatal contemporánea: su modo de expresar esa hostilidad al liberalismo fue denunciar a los oficiales y burócratas electos, por su incompetencia sistemática y trabajar para reformar la educación en ciencia. Su estatismo subyascente verdaderamente superó su expresión de hostilidad hacia el Estado, y, a pesar de su hostilidad hacia la fuerza bruta, hizo una excepción en el caso de los agresores del Estado, quienes –según dijo– deberían ser colgados juntos.
Pearson resolvió estos impulsos aparentemente en conflicto bajo la etiqueta de "pensamiento libre". Esperaba el establecimiento de los "poetas, filósofos, y científicos… como 'sumos sacerdotes''' 8 y el ascenso de la "razón, la duda y 'el entusiasmo por el estudio' por encima del 'espumarajo' y 'pasión' del 'mercado'". 9 ¿Cómo habría de conseguirse esto? A través de "la guía de las masas por sus ilustrados simpatizantes", por cerebros y cantidades, como un seguidor contemporáneo de Comte lo dijo. 10 La ciencia, para decirlo brevemente, permite que la política liberal, con sus espumarajos y pasiones, sea reemplazada por el liderazgo de los científicamente elevados. Esto presuponía una concepción particular de la naturaleza de la política, debida a Saint-Simon, según la cual los cuestionamientos reales de la política eran los administrativos, lo que para Pearson significaba que podían ser manejados al СКАЧАТЬ