Aproximaciones a la filosofía política de la ciencia. Отсутствует
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СКАЧАТЬ de la ciencia como forma de tecnología y la ligazón de la investigación científica con las necesidades del plan quinquenal. Entre los científicos, filósofos e historiadores que se entusiasmaron con las nuevas del sistema soviético, estaban Joseph Needham, biólogo cristiano y socialista que se habría de convertir en el gran historiador de la ciencia china y el autor al que vamos a referirnos inmediatamente, John Desmond Bernal, cristalógrafo con profundos intereses en historia, sociología y filosofía de la ciencia. Bernal inició una campaña mediante escritos, apelaciones a la British Association for the Advancement of Science e intervenciones en organizaciones como las Associations of Scientific Workers de Gran Bretaña y Estados Unidos. Una parte de los ensayos de la época fueron recogidos en La libertad de la necesidad, 4 más tarde en su monumental Historia social de la ciencia (1954) y, sobre todo, en The Social Function of Science (1939) 5 (en adelante: sfc).

      Este modelo se basa en algunas premisas sobre la naturaleza de la ciencia, sobre la filosofía de la ciencia y sobre las relaciones con la sociedad que son tan claras como discutibles: fueron entendidas muy bien y fueron discutidas con pasión y siguen siendo premisas en las que se basan las políticas de la ciencia que enlazan con el modelo de Bernal.

      El primer paso es el diagnóstico que hace Bernal de la ciencia y su relación con el aparato productivo:

      El postulado bernaliano del carácter institucional de la ciencia habría de tardar décadas en ser reconocido ampliamente. La percepción intuitiva de los investigadores, el imaginario popular y, lo que es más grave, la epistemología y filosofía de la ciencia, siguieron siendo individualistas por décadas. Sólo tras la generalización de las ideas kuhnianas se consideró el aspecto comunitario de la ciencia, pero entre la fórmula comunitaria y la institucional a la que apunta Bernal, aún media una distancia que es esencial para comprender la lógica de esta opción. El carácter institucional de la ciencia, por lo masivo de su población de investigadores, por la compleja estructura administrativa y, sobre todo, por la esencial función que cumple en el conjunto social, convierte el problema de Platón en el problema de la legitimación y relaciones entre una sociedad ordenada y una macro institución social que coopera con el propio orden social. De esta forma abrimos ya lo que es el segundo postulado central en la aproximación bernaliana, el carácter esencialmente aplicado de la investigación científica.

      Es curioso que Bernal defina la primera concepción con esta cita, no tanto por lo que pudiera haber pensado Platón, que ahora no nos importa, sino por cómo Bernal entiende la posición platónica. Pues Bernal cree que es la esencia de la primera concepción, que no es otra que la búsqueda del conocimiento por el conocimiento o, en su lectura de Platón, por el valor intrínseco del conocimiento, o, expresado en otros términos, del conocimiento como valor no condicional, como fin en sí. La legitimación de la ciencia por sí misma era la posición contraria a la suya en el marco de una controversia que se estaba desarrollando a lo largo de toda la década en toda Europa y, con especial virulencia, en la British Association for the Advancement of Science. Bernal opone un argumento ideológico y un argumento histórico: el proyecto del conocimiento puro, aduce, tiene la sorprendente consecuencia de que alimenta una concepción religiosa del universo, puesto que convierte en milagro todo lo que desconoce, dado que la pasión por el conocimiento es el único motor del conocimiento, y es fácilmente compartida con otros sentimientos que se ocupan de las lagunas de lo conocido. La ciencia adquiere así una función social apologética de las religiones "modernistas", sostiene. El argumento es un poco chusco, pero no debemos olvidar, primero, que en Inglaterra la relación entre ciencia y teología fue siempre muy estrecha desde la época newtoniana, y que, por otra parte, era el argumento básico de sus oponentes, Michael Polanyi a la cabeza. El segundo argumento es de orden histórico, y fue una de las conclusiones que extrajo de la conferencia sobre historia de la ciencia de 1931. La ciencia, sostiene, no hubiera sido posible sin la tecnología. Desde Galileo a nuestros días, la presencia de las técnicas en la investigación es fundamental, pero, además, la ciencia siempre tuvo en último extremo, una relación muy estrecha con las necesidades sociales de cada época. Si hubiera predominado el proyecto de la investigación pura, se atreve a decir, nunca hubiera existido la ciencia en Occidente.

      La concepción del conocimiento científico como parte del proceso técnico hereda el extraño lugar en que Marx sitúa al conocimiento científico, un lugar en el que participa a la vez de la infraestructura, como fuerza de producción y de la superestructura, como representación del mundo, deformada a veces por la pantalla de la ideología dominante. La tesis marxiana es una tesis anticipativamente pragmatista: solamente cuando el СКАЧАТЬ