Morrigan. Laura Merlin
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Morrigan - Laura Merlin страница 7

Название: Morrigan

Автор: Laura Merlin

Издательство: Tektime S.r.l.s.

Жанр: Детская проза

Серия:

isbn: 9788873047148

isbn:

СКАЧАТЬ luz de la luna abraza a la niña

      tan pequeña y tan asustada.

      Aquel hombre malo quiere dañarla

      pero la Gran Madre quiere salvarla.

      El destino le guarda grandes cosas

      pero solo su corazón le dirá la verdad.”

      â€œCon esta bella poesía, ¿qué quieres decir?” Le pregunté irritada.

      Su mirada me atravesó. “Quiero decir”, comenzó con un tono tan seco que se me hizo un nudo en la garganta, “que tú recién llegaste, y de estas cosas no puedes saber nada. Ahora cámbiate. Debemos irnos.”

      Se giró y salió. Permanecí mirándole la espalda con las lágrimas que asomaban en mis ojos. ¿Quién era él para tratarme así? Está bien, estaba muerta y había retornado a un mundo que no conocía, gracias a un beso suyo.

      Un maldito beso suyo.

      Â¿Quería hacerse odiar? ¿Era este el objetivo de su discurso anterior?

      Pues lo había logrado.

      Había algo misterioso en él. Algo que no debería descubrir, pero que igualmente quería conocer a toda costa.

      Sentía la necesidad de conocer más, si bien me había sido ordenado no averiguarlo. Las lágrimas comenzaron a caer, silenciosas.

      Sara se dio cuenta de inmediato. “Llora cariño, si sientes la necesidad. Tu vida ha cambiado demasiado rápido.” Posé la cabeza en su hombre y comencé a llorar desconsoladamente.

      Después de algunos minutos me tranquilicé.

      Mientras tanto, Sara, había salido a buscar algunos vestidos para salir, y volvió con tres espléndidos trajes que parecían salidos de un castillo medieval. Eran de tafeta, con brillantes en el pecho, y cada vez que les daba la luz, formaban un arcoíris de colores brillantes. Los bordes eran de oro con arabescos en plata, y la falda caída suave y ligera, para permitir cualquier tipo de movimiento. Los hombros quedaban descubiertos, pero en esa dimensión el clima era siempre templado.

      El sol siempre iluminaba aquel mundo, y por esto la temperatura era siempre agradable, y se sentía el calor de aquel en la piel.

      El vestido de Sara era azul como sus ojos, el de Sonia rojo como sus cabellos, y el mío era violeta oscuro, mi color preferido.

      Me lo puse y me miré al espejo, detrás de mí estaban Sonia y Sara. Parecíamos tres damas de otra época.

      Esto me hizo sonreír, me volvió el buen humor.

      De todas maneras quería saber algo.

      â€œÂ¿Muchachas adónde vamos?”

      Sonia se acercó y me susurró al oído: “vamos a ver a la única persona que puede ayudarte”

      â€œÂ¿Y es confiable?”

      â€œÂ¡Ares, claro!” exclamó Sara.

      â€œÂ¿Cómo puedes estar tan segura?”

      Algo dentro de mí no me dejaba caer la guardia.

      â€œEs un inmortal. Los inmortales son quienes nos dominan, pero viven en el Reino de Tenot y viene aquí una vez al mes a recoger sus tributos e infligir algún castigo” me explicó Sonia. “Ares nació aquí, en el Reino de Elos. Su padre murió combatiendo contra el Rey que nos persigue y así fue como decidió no volver más. Quiere vengarse y se alió con nosotros.”

      â€œOkey vamos con este tal Ares” no me quedaba otra que darle una posibilidad.

      Sonia me sonrió por última vez, una sonrisa corajosa.

      Todos estaban seguros de que Ares me salvaría, yo estaba convencida de que algo saldría mal.

      Â¿Pero quién era para poder decirlo? Tal vez debería relajarme un poco. El estrés me estaba haciendo doler la cabeza.

      Aun estando muerto se puede sentir dolor de cabeza.

      4

      El reino de Elos

      Â¿Podría haber terminado en el Paraíso?

      Algo así jamás lo hubiera creído.

      Apenas salí, me encontré en un lugar en el que la luz del sol resplandecía siempre. Y el cielo parecía pintarlo todo con su azul.

      No era muy distinto a la Tierra, el lugar en el que me encontraba, la vegetación era la misma.

      Noté alguna acacia con sus flores rosas, y algún duraznero en flor. No había casa o edificio que no estuviera tapado de plantas y flores.

      Aquello que, literalmente, me cortó la respiración fue la presencia de seres mágicos delante de mí.

      Me estaban esperando y estaban dispuestos en un semicírculo dispuestos por raza y altura. Partiendo desde la derecha, había unos pequeños seres luminosos, de unos veinte centímetros. Detrás de la espalda tenían alas que se movían como las de un colibrí. Se podía apreciar como un polvo brillante que caía al piso como si fuera nieve dorada.

      En el centro estaban los gnomos, ¡imposible no reconocerlos! Tenían una estatura de entre 90 y 150 centímetros. Había estaba siempre convencida que nunca nadie los podía ver, y sin embargo estaban allí delante de mí. Los hombres con barbas largas y negras, los más jóvenes, y grises los más ancianos. Las mujeres con un sombrero que se achataba para sujetar sus dos trenzas, ordenadas firmemente con una moña colorida.

      Cerrando el círculo se encontraban unos seres que no podía reconocer.

      â€œÂ¿Sonia, quiénes son?” pregunté, abriendo apenas los labios para no hacer un papelón.

      â€œSon medio elfos, Sofía. Una raza generada mucho tiempo atrás, gracias al contacto con los seres humanos. Solo los elfos podían entrar en contacto con los seres humanos, y el resultado de esa unión, lo puedes observar con tus propios ojos.”

      â€œYa entendí, y ¿qué poderes tienen?”

      â€œEs difícil saberlo, depende del caso. Pueden alcanzar cualquier poder”

      â€œEsto quiere decir que puede haber malos o buenos.”

      â€œExacto, algunos ayudaron hace ya tiempo a echar el reino a seres despreciables. Los malos pueden ser despiadados y es aconsejable mantenerse alejado de ellos.”

      Hubiera querido preguntar algo más de esta cuestión, СКАЧАТЬ