Название: La alhambra; leyendas árabes
Автор: Fernández y González Manuel
Издательство: Public Domain
Жанр: Историческая литература
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Y nunca el caliente aire del estío habia oreado en ella las espigas de las mieses, ni las auras de la primavera habian volado entre la blanca y aromática flor de sus almendros.
Por aquellos tiempos existia ya la vieja torre, que se levanta hoy en el estremo occidental de la Colina Roja44 y delante de ella una profunda cisterna construida por los romanos.
Es tradicion que salian de la cisterna profundos gemidos, que bramaba en su seno haciendo retemblar la tierra un viento impetuoso, y que todas las noches salian de las oscuras bocas de aquel infierno, sombras medrosas que vagaban sobre la colina, y danzaban y flotaban en los aires bajo el rayo sombrío de una luna sangrienta, dejando oir tristes cantos de amor desesperado, y largos y profundos gemidos.
Nunca tornó á su tienda ó á su hogar cazador imprudente ni errante peregrino, que durante las sombras se atreviese á poner su planta sobre la Colina Roja, ni nadie, durante las horas mas claras del dia, asomó la frente á cualquiera de los profundos brocales de la cisterna sin que fuese tragado por él.
Y desaparecieron ginetes y guerreros, y damas y doncellas, y poderosos señores y ruines esclavos, y llegó á inspirar tal horror la cisterna maldita, que ningun mortal, ave ó fiera, se aventuró á pasar junto á ella sino á la distancia de una legua á la redonda.
Cuentan antiguas historias, que por los tiempos en que los romanos dominaban á Gecira-Alandalus, esta tierra era tan rica de fuentes y de verdor como ahora, sombrios bosques cubrian su tierra, y las amantes palomas anidaban en las grietas de las rocas sobre los frescos manantiales.
Y la ciudad, tendida hoy allá á lo lejos en ruinas sobre la peñascosa Gebel-Elveira, era rica y floreciente y venian á ella gentes de todas las naciones y la enriquecian dejándola su oro á trueque de sus mercaderías.
Y entre los estranjeros vino un hombre mago, y corrió la tierra, y fundó la torre que aun hoy existe en la parte occidental de la Colina Roja, y la cisterna para proveerla de agua, valiéndose de la alquimia para pagar á los alarifes romanos que construyeron la cisterna y la torre; y en lo mas alto de la torre labró un aposento hecho con tal virtud, que á través de una abertura de su bóveda, se veian de dia claro las estrellas.
Desde entonces empezó á decaer el comercio de Elveira, y sus mugeres, antes puras y honestas, se entregaron á la licencia y al desenfreno, y los hombres faltaron á sus pactos y volvieron unos contra otros sus armas, y la miseria y el hambre les afligieron como un azote de Dios.
El mago causador con sus conjuros de tantos males era un réprobo vendido á Satanás y la tierra sobre la cual habia puesto sus plantas, habia sufrido un terrible castigo.
Y este hombre á quien Satanás habia dado su poder, quiso en su soberbia ser como Dios, y vivir con los tiempos y gozar de cuanto alumbra el sol en la tierra y en los aires, y pensó edificar un palacio mágico, cuya hermosura atrajese á todas las gentes, comparable solo al jardin de Hiram, y en el cual hubiese un pozo de aguas tan milagrosas como las del pozo Zemzem.
– Yo fundaré, dijo, un palacio maravilla de las maravillas, y le enriqueceré con todas las hermosas flores que Dios crió, y regaré estas flores con aguas olorosas; y arderán en el palacio dia y noche aceites aromáticos en lámparas de oro, y sobre sus pavimentos de pórfido pondré alfombras de resplandores, y envolveré sus muros y sus cúpulas en un blanco velo de suaves perfumes, y arrancaré para que le habiten, sus hadas al quinto cielo, y á él vendrán las mugeres mas hermosas del mundo, y sus mesas se cubrirán con los manjares mas esquisitos, y me alhagarán los mas hermosos sueños, y tal será el paraiso que yo haga para mí sobre esta tierra, que me mirarán con envidia los arcángeles del sétimo cielo.
Y el mago encendió sus hornillos, y sacó del jugo de yerbas estrañas filtros poderosos y escribió con ellos sobre pieles de serpiente signos cabalísticos formando terribles conjuros, y evocó á las hadas del quinto cielo, y cuando las vió ante sí, adoró su propio poder, sin alcanzar en su ciencia, ciego por su soberbia, que no hay poder que no venga de Dios, ni obra que no sea obra de su voluntad.
Cuando el mago vió en torno de sí á las hadas, repitió sus conjuros, y el palacio mágico se levantó sobre la Colina Roja, y las hadas fueron á esconderse en sus retretes, en sus jardines, en sus cúpulas y en sus estanques.
Entonces el mago fué á la cisterna que estaba á las puertas del palacio y la conjuró tambien.
Sus aguas se hicieron mágicas, é infiltraban en quien las bebia pensamientos impuros; les hacia olvidarse de su alma por los placeres de su cuerpo, y el mago llegó á ser un ídolo adorado por cuantos atraidos por la fama del palacio maravilloso, venian á la Colina Roja, y abrasados por la sed bebian el agua de la cisterna maldita.
Y así pasaron muchos años hasta la venida de Mohamet-ebn-Abd-Allah45 á difundir la luz de la verdad y el conocimiento de la ley alcoránica entre el pueblo de Ismael.
Moraba en aquel tiempo en las llanuras del Yemen un Ismaelita, hombre de gran ciencia y virtud.
Bajo su tienda de pelo de camello, encontraba hospitalidad el peregrino, pan el pobre, remedio á sus dolencias el enfermo; la bendicion de Dios era sobre su raza, y sus innumerables rebaños, jamás eran acometidos por las panteras, ni robados por los errantes árabes del Hedjaz.
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1
Hegira, huida, la era de los árabes: se cuenta desde el dia en que espulsado Mahoma de la Meca fué á refugiarse a Medinat-Yastreb. Esta huida ó Hegida aconteció el año 622 de J. C.
2
Del deleite.
3
Cármenes: jardines, huertos de placer.
4
Traducido la Doncella blanca.
5
Segun el Koram, el puente Sirat, que deben pasar los creyentes despues de su muerte, es delgado como un cabello, y cortante como una navaja de afeitar: los justos le pasarán salvos, pero se romperá bajo la planta de los réprobos СКАЧАТЬ
44
La torre de la Vela.
45
Mahoma.