Название: Teoría de la comunicación
Автор: Juan Carlos López Barajas
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9786078676736
isbn:
Mignot (1996) expone que un código puede ser definido como un sistema de señas que establece correspondencias entre un universo del significante y universo del significado. Codificación y decodificación no son únicamente operaciones de traducción de un repertorio a otro, sino procesos de significación. El emisor codifica su mensaje asociándole una señal. La descodificación lograda por el receptor consiste en buscar el sentido que se le quiere transmitir. Las dos operaciones se logran gracias a las correspondencias establecidas por el código entre las divisiones del campo semántico (conjunto de señales pertenecientes a un código) y las del campo noético (conjunto de señales admitidas por el código).
El conocimiento del código permite al receptor identificar el mensaje recibido con una clase de señales, con un significante y atribuirle el significado correspondiente. El significado que se le otorga al lenguaje expresado a través de un símbolo puede variar de un individuo a otro, incluyendo al desarrollador de un texto —que podríamos catalogar como emisor—, el cual tiene la responsabilidad de comunicar un mensaje que pretende acción por parte del receptor. Sin embargo, esa acción estará determinada por los preceptos que rigen al receptor, quien tendrá la potestad finalmente para determinar el curso de acción a seguir.
No debemos olvidar el planteamiento de Vygtoski que indica que el lenguaje es como una herramienta de reconstrucción del pensamiento. Podemos inferir que dicha reconstrucción estará enmarcada por el significado que le otorgamos a los símbolos y que rigen en nuestras vidas desde el nacimiento. El significado de un signo lingüístico puede ser definido, en principio, como la información que, a través de él, se transmite en el acto de comunicación (Hernando, 1995). Dicho acto de comunicación debería estar influenciado por la presencia de los elementos socioculturales inmersos en el emisor y receptor de la información, los cuales, al momento de enviar o recibir un mensaje, utilizarán como marco de referencial los preceptos que han adquirido a través de su desarrollo para otorgar significados a conceptos gramaticales.
Cada palabra puede tener un posible significado para nosotros. La interpretación que le damos a un significado en un momento dado puede que afecte las verdaderas intenciones comunicativas de la estructura gramatical que es puesta ante nuestra consideración. Por tanto, es meritorio exponer las dimensiones del significado utilizadas por Berlo, ya que nos ayudará a entender los elementos intrínsecamente relacionados a los estudios del lenguaje como herramienta de reconstrucción del pensamiento. De acuerdo con Berlo (2000) no se debe olvidar que los significados se encuentran en la gente, ya que cada individuo tiene sus propias concepciones de la definición que se le puede otorgar a un término en un momento dado; no obstante, está indicado que podemos separar ciertas dimensiones del significado.
Entre las dimensiones expuestas por Berlo (2000) se encuentran:
1. Significado denotativo. Actualmente existe entre la gente, pero nosotros podemos abstraerla y generalizar sobre ella para todos los usuarios de un determinado lenguaje. Berlo utiliza como ejemplo el uso de la palabra pelota, la cual denota o se refiere al objeto pelota. Las relaciones entre dichos vocablos y los correspondientes objetos adquieren sentido.
2. Significado estructural. Está basado en una relación entre unos signos y otros. El dominio del significado estructural es la realidad formal, no la realidad física. Entre los significados estructurales Berlo menciona a) la cantidad —singular o plural— y b) persona —primera, segunda o tercera—. En la expresión: «Muchos táranos tienen un ave», el significado formal para la s en la palabra tárano es más de uno y el significado formal para la palabra tienen es, así mismo, más de uno.
3. Significado contextual. Otorgar significado a una palabra particular. Es un medio que ayuda a definir palabras nuevas al receptor, pero que la fuente siente que debe usar en la comunicación de un determinado tema. Un ejemplo que podríamos utilizar para apoyar lo que es un significado contextual sería el término elocuente, el cual puede representar para algunos versado como para otros hablador. Las experiencias sociolingüísticas inmersas en el receptor o emisor determinarán el significado contextual que finalmente se le otorgue a un término.
4. Significado connotativo. Es la relación entre un signo y un objeto, pero involucra a las personas más que otros tipos de significados. Berlo lo define como una relación entre un signo, un objeto y una persona. Está orientado hacia las personas. Cuando utilizamos palabras que son altamente connotativas, debemos poner una atención especial para asegurarnos de que el receptor habrá de significar algo mediante ellas, probablemente lo que nosotros intentamos que signifique. Si el término tiene diversas connotaciones podría causar problemas al receptor al momento de tratar de otorgar un significado al vocablo.
Utilicemos como ejemplo las características lingüísticas de Puerto Rico y la República Dominicana. Ambos países tienen sus elementos diferenciales, en gran parte, por el carácter sociopolítico histórico y prevaleciente en estas islas del Caribe. Dicho aspecto puede tener alguna influencia durante el desarrollo y envío de mensajes que pretenden ser dirigidos a la población general de Puerto Rico. La posible sustitución de significados inmersa en un proceso de decodificación por parte de receptores con culturas heterogéneas (puertorriqueños y dominicanos) y conocimientos diversos podría tener alguna influencia en la comprensión de una estructura lingüística que pretende acciones en la población.
De acuerdo con Belinchón, Riviére e Igoa (1996, p. 188) «los aspectos fundamentales del lenguaje se adquieren en un breve lapso de tres o cuatro años, que se produce en la fase (de los 12-18 meses a la edad escolar) a la que Piaget denomina periodo preparatorio. Durante esa fase, es posible adquirir, con extraordinaria facilidad, cualquier lengua a la que se esté expuesto. Además, se adquiere un vocabulario muy amplio a un ritmo aproximado de una palabra por cada hora que una persona a esa edad se pasa despierto, llegando a adquirir por lo menos, unos 15 000 elementos léxicos».
En Puerto Rico el alto nivel de interferencia del inglés, por su relación con los Estados Unidos, es marcado y se puede inferir que ha impactado en el proceso de desarrollo de significado lingüístico descrito por Belinchón et al., como período preparatorio. Se puede observar un deterioro alarmante en el uso del español que se manifiesta con la gran cantidad de anglicismos y giros gramaticales extranjeros inmersos en el habla y la escritura de los puertorriqueños. Si utilizamos como ejemplo palabras relevantes al tema de la salud podemos encontrar que la historia lingüística de Puerto Rico se ha encargado de otorgar ciertos significados a varias enfermedades como, por ejemplo: monga y gripe (catarro), falfallota (papera), sarango (sarampión), viruela brava (varicela), acartonao (tuberculosis), agilao (pálido), y tísico (tuberculoso), entre otras.
En el caso de la República Dominicana su particularidad lingüística está supeditada por la zona geográfica de referencia. Cabe señalar, que el español dominicano al igual que el castellano latinoamericano presenta fenómenos fonéticos, morfosintácticos y lexicales, que regularmente se presentan en los estudios dialectales hispánicos. Algunas de estas palabras son descritas con otros términos en Puerto Rico. A continuación, algunas de las palabras que son denominadas en Puerto Rico de una forma y en República Dominicana de otra (véase figura 1.8).
Figura 1.8 Denominación de algunas palabras en Puerto Rico y República Dominicana Ríos (2009). Denominación de palabras en Puerto Rico y República Dominicana.
Según Raiter (2003) el significado de una oración no depende exclusivamente de la suma de los significados de los signos/palabras en ella contenidos. СКАЧАТЬ