Название: #Manifestante
Автор: Álvaro Acevedo
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789585188167
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Se habla en términos de lo político para el movimiento de la Séptima Papeleta en el año de 1990, porque este tipo de neomovimientos sociales reconocen en el diálogo una alternativa fundamental para ganar credibilidad y aceptación; rechazan tajantemente las alianzas y estrategias políticas tradicionales que dictaminan el curso clientelista de la política colombiana. La movilización de los estudiantes en el año 2011 reconoce la legitimidad del Estado en el marco de la necesidad de una reforma a la educación superior y rechaza las alianzas políticas tradicionales que no dan las garantías en el Congreso de la República para un debate en el que ganen las ideas; maquinarias políticas como la coalición presidencial y otras alianzas hacen que cualquier reforma o intencionalidad de reforma educativa sea aprobada antes de ser discutida. Por otra parte, los estudiantes no tienen un capital económico que represente un contrapeso al que tiene el Estado, solo son partícipes en la medida que la decisión no sea tomada en el juego político de las alianzas políticas tradicionales cuando se trata de votar un proyecto de ley.
Otra de las particularidades de los neomovimientos sociales es la innovación en los signos y relatos y en las formas de protestar y resistirse. En este caso, la fluida relación y unidad de criterio y acción entre problemas globales –como el extractivismo, el deterioro del medio ambiente o la creciente desigualdad económica en el mundo– y luchas locales expresan la necesidad de cambio para la supervivencia del sistema:
[…] Se trata de una actividad en la que los sujetos sociales refundan la democracia. Hoy no solamente lo democrático, sino también lo político se construyen en y desde las luchas sociales. El sistema político del capitalismo maduro es inerte, su dinámica es parasitaria, su norma es económica. El capitalismo maduro ya no conoce la política democrática, ignora la expresión del interés general, o mejor, la presenta bajo la forma de la generalización burocrática, de la globalidad necesaria y absoluta […] las luchas, por el contrario, muestran un renacimiento de lo político como poder constituyente, como síntesis entre actividad de los sujetos y nuevos objetivos sociales33.
Las movilizaciones sociales estudiantiles no solo sirven como medida pulsional para evidenciar el descontento de una generación, también son reutilizadas como estrategia política publicitaria para reavivar debates y para que los políticos ganen capital con miras hacia las siguientes elecciones. En las movilizaciones del año 2011, por ejemplo, los estudiantes reciben apoyo de los partidos que hacen oposición al gobierno del presidente Juan Manuel Santos Calderón, entre ellos el Polo Democrático Alternativo y algunos miembros del Partido Verde.
El modus operandi de las movilizaciones del año 2011 se enmarca en la lógica de los neomovimientos sociales, similar al de la Séptima Papeleta entre los años de 1989 y 1991. Si bien desde el año de 1991 hasta el año 2011 se produce toda una evolución acontecimental de apoyo o rechazo al neoliberalismo como alternativa política en Colombia, dicho modelo no es solución o se constituye en un paliativo de las acentuadas desigualdades económicas y sociales en Colombia y el mundo, lo cual conlleva a manifestaciones en distintas latitudes del globo.
Parte del éxito de las movilizaciones estudiantiles en los años de 1991 y 2011 es el uso de estrategias de divulgación. Las cuñas publicitarias en la radio y la televisión son la estrategia del movimiento de la Séptima Papeleta, aunque en aquella oportunidad también existe un apoyo de ciertos sectores del oficialismo político ante la intencionalidad de los estudiantes. En el caso de la movilización de la Mane del año 2011 se recurre a una estrategia divulgativa que enfrenta la institucionalidad del gobierno con los medios de comunicación tradicionales y ciertos medios desmonopolizados y alternativos que usan los estudiantes, como son las plataformas de la Internet, entre las que se cuentan YouTube, los blogs y redes sociales como Twitter y Facebook. Tanto en el movimiento de la Séptima Papeleta como en el de la Mane los estudiantes son conscientes de la necesidad de exportar las necesidades y temores no solo al target universitario sino a la opinión pública para buscar apoyo de otros sectores, y en los dos casos los estudiantes son capaces de unir en un mismo diálogo y propósito a universidades privadas y públicas.
El uso de las herramientas de las tecnologías de la información y de la comunicación y la búsqueda de apoyo de las movilizaciones estudiantiles en sectores tradicionalmente ajenos a la problemática de la educación superior remiten a la noción de enjambre, como ya se ha indicado, un nuevo aspecto de la acción social colectiva que aún está por exponerse. El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, retoma a McLuhan para reconstruir en El enjambre una preocupación por el comportamiento de las sociedades contemporáneas embotadas, sordas, ciegas y mudas ante el encuentro con la tecnología34. En este momento crítico de la sociedad se produce un crisol de movilizaciones, las cuales más que actuar como las masas entre los decenios de 1940 a 1970, parecen enjambres. Una nueva etapa en la cual, además, no es solo evidencia de un cambio en el modus operandi de las movilizaciones sino de un cambio en la sociedad. Han retoma el postulado de Gustave Le Bon en el análisis de las coyunturas de su contemporaneidad quien consideró que “la era que entramos, será, verdaderamente, la era de las masas”35. Los acontecimientos presenciados por Le Bon, en los que las masas crean sindicatos en el naciente siglo XX, lo llevan a hacer una lectura fatalista del porvenir, en el que la masa suplanta las soberanías y destruye la cultura36. Lejos de ver un futuro distópico, lo que Le Bon percibe es la germinación de una crisis insostenible debido a las precondiciones políticas, culturales y educativas en las cuales se origina el sentimiento de las masas. La revolución digital abre una era del enjambre digital:
Los enjambres digitales no son masas, no tienen características unificadoras; todos son individuos aislados. Las movilizaciones actuales son concentraciones causales de actores sociales, los individuos no desarrollan ningún nosotros, por tal razón no tiene voz, sino una multiplicidad de voces, inclusive apuntando a objetivos distintos, con filtración e inconsistencia en los contenidos. Por eso es percibido como un ruido37.
Han sostiene que los modelos colectivos de estos movimientos son fugaces e inestables, además, actúan de manera carnavalesca, lúdica, pero muy poco vinculante; por tal razón, no desarrollan una energía política38. Las acciones colectivas de los enjambres funcionan más como shitstorms39 o aluviones de críticas insultantes en los que no se cuestionan las relaciones de poder, sino que se recurre al escándalo mediático como mecanismo para ejercer presión.
Estas nuevas formas de movilización son resultantes de dos fuerzas contrapuestas que crea la globalización. Está el orden capitalista de dominación, mejor conocido como imperio global, y la multitud como una composición de singularidades que se comunican entre sí a través de la red. Este postulado es propuesto primeramente por Hardt y Negri con base en el modelo de la lucha de clases40. La clase multitud es la única que tiene la capacidad de realizar acciones en común.
Ahora bien, para Han no es necesario reavivar la lucha de clases para tematizar el antagonismo entre dos fuerzas. De hecho, la multitud es la única clase que existe, a ella pertenecen todos los que hacen parte del sistema capitalista. La creencia de que existe una clase con ínfulas oligárquicas que explota a los demás debe ser estudiada con mayor cuidado; hoy, cada quien se explota a sí mismo. Hoy todos somos explotadores y multitud; por demás, una connotación y dinámica capaz de producir mayor capital que cualquier forma anterior de capitalismo: hoy es posible una explotación sin dominación41. Uno de los principales factores que influyen en esta lógica de autoexplotación y la hace posible, es la transición de seres sociales a sujetos neoliberales en los que el egoísmo y la atomización destruyen cualquier capacidad de pensar en términos de “nosotros”. La erosión de lo comunitario hace cada vez menos probable una acción común, esto explica la continua intención del sistema de finalizar con cualquier representación de lo público –como es la educación superior– СКАЧАТЬ