Название: #Manifestante
Автор: Álvaro Acevedo
Издательство: Bookwire
Жанр: Социология
isbn: 9789585188167
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Ante esta situación, algunos autores aluden al concepto de estructura profunda del movimiento social para analizar a partir de la descripción de las capas ocultas dentro de un movimiento66, los procesos inconscientes o incluso conscientes pero ocultos, en los que se dan por sentados algunos estereotipos de género.
En lo que se refiere al movimiento estudiantil colombiano, a pesar de que se han dado avances para reconocer una historia en la que prevalecen elementos de su contexto social y político, además de los ejes centrales de lucha, la categoría género no ha sido estudiada en esta expresión de la acción social colectiva. Tradicionalmente la incorporación del enfoque de género al estudio de los movimientos sociales y de la acción colectiva se enmarca en los movimientos sociales de mujeres o feministas. Se carece entonces de estudios que brinden orientaciones frente a las relaciones de poder que se gestan en el interior del movimiento estudiantil. Por tal razón, el análisis de género en el movimiento social estudiantil constituye un tema importante a estudiar.
El rol de la mujer y del hombre en el movimiento estudiantil permite entrever las prácticas y relaciones desiguales de poder en una sociedad en la que coexisten el sexismo, la violencia, la exclusión y el machismo. En cuanto a la división del trabajo, la investigación desarrollada por Eva Alfama67, titulada Género y movimientos sociales, afirma que en este círculo político se reproduce la división sexual del trabajo porque las mujeres se centran en mayor medida, en las cuestiones técnicas, logísticas y organizativas llegando a liderar los ámbitos que corresponden al espacio privado, pues lo visible, público, exterior, representativo y decisorio es una cuestión masculinizada.
La masculinización o feminización de las actividades se da como efecto de una construcción histórica del rol de género que es reproducida en el proceso de socialización de cada ser humano. Por ejemplo, las actividades que requieren el desarrollo de ciertas habilidades comunicativas de manera oral y escrita, que por su naturaleza se relacionan con el manejo de público, son potenciadas en los hombres. En la movilización estudiantil la situación no es diferente, pues “la cara invisible del movimiento, la organización interna, lo ‘privado’, es llevada en mayor grado por mujeres, mientras que la cara visible, la acción y enunciación política, es protagonizada por hombres”68.
Pese a este rol en el que se ha ubicado a las mujeres, existe un grupo reducido de ellas que logra vencer los estereotipos de género y se ubica en espacios de representación y decisión. Estas mujeres se caracterizan por sentirse preparadas para hacerlo, lo cual está determinado por un nivel elevado de capacitación productiva, “aun así, las mujeres tienden a participar menos que los hombres y, en ocasiones, evitan activamente el protagonismo”69. Frente a la participación de las mujeres, Alfama argumenta:
Las mujeres en general no han sido socializadas en la seguridad en sí mismas, la capacidad de articular discursos con un cierto formato y lenguaje, la voluntad de hablar delante de decenas o centenares de personas sin bloquearse, el entrenamiento en asumir los conflictos, la voluntad de no dejarse interrumpir durante el propio discurso, etcétera. Eso explica por qué, a igual nivel de formación, hay más hombres que participan en estos espacios que mujeres; o, dicho de otra forma, porqué muchas mujeres, pese a tener los conocimientos necesarios –mediante la formación y la implicación política– se inhiben de participar en ellos70.
En síntesis, a pesar de la voluntad para abolir las prácticas hegemónicas en el movimiento estudiantil, se presenta una contradicción, la cual debe ser analizada: aunque se acepta la reivindicación de las mujeres, se mantienen ciertas desigualdades. A su vez, “ha ido calando en el ámbito social un discurso reactivo basado en que la igualdad entre hombres y mujeres es una problemática que ya está en buena parte resuelta”71. Es importante reconocer las desigualdades de género en el interior de los movimientos sociales para contribuir a comprender los elementos que propician o limitan la participación de hombres y mujeres.
Además de lo anterior, el análisis de género implica que se determine la conciencia de género que existe dentro del movimiento estudiantil. Es fundamental que a pesar de que ciertas conductas sexistas se reproduzcan, haya cierta “comprensión de que existen diferencias socialmente determinadas entre mujeres y hombres, y que estas diferencias se han construido como objeto de discriminación”72. La conciencia de género desempeña un papel relevante a la hora de democratizar la práctica política. Empero, es una tarea ardua que requiere de ejercicios individuales y colectivos en los que se reflexione acerca de las relaciones sociales de poder entre los géneros en los procesos de organización social.
18 HAWKING, Stephen. This is the most dangerous time for our planet. En: The Guardian. Diciembre 1 de 2016. [En línea]. Recuperado en 2016-12-05. Disponible en: https://www.theguardian.com/commentisfree/2016/dec/01/stephen-hawking-dangerous-time-planet-inequality.
19 FAZIO, Hugo. La historia del tiempo presente: una historia en construcción. Historia Crítica. 1998, nro. 17, p. 47.
20 ŽIŽEK, Slavoj. Acontecimiento. Madrid: Sexto Piso, 2014, p. 107.
21 Ibíd., pp.107-108.
22 AUGÉ, Marc. Futuro. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora, 2012, pp. 6-8.
23 MELUCCI, Alberto. La acción colectiva como constructo social. Estudios Sociológicos. 1991, nro. 26, pp. 357-364.
24 Ibíd., p. 358.
25 Sociedades financieras que poseen la mayoría de acciones y llevan la administración de un conjunto de empresas que se dedican a diversas actividades o servicios.
26 Es una “población objetivo”. Hace relación a un grupo particular de personas que se identifica con un producto, campaña o evento. BUSINESS DATA DICTIONARY. Target population. [En línea]. Recuperado en 2017-01-01. Disponible en: http://www.businessdictionary.com/definition/target-population.html.
27 MELUCCI, Op. cit., p. 359.
28 Ibíd., p. 361.
29 Ibíd., p. 362.
30 ACEVEDO TARAZONA, Álvaro. Memorias de una época. El movimiento estudiantil en Colombia en los años sesenta y setenta del siglo XX. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander, 2016.
31 GARCÍA, Wilson. Los estudiantes salvaron a Colombia. En: Séptima Papeleta. Octubre 26 de 2008. [En línea]. Recuperado en 2016-12-07. Disponible en: http://septimapapeleta.blogspot.com.co/2008/10/los-estudiantes-salvaron-colombia_26.html.
32 NEGRI, Antonio. Fin del invierno. Buenos Aires: La Isla de la Luna, 2004, p. 23.
33 Ibíd., p. 39.
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