Название: Per la reixeta
Автор: Albert Toldrà i Vilardell
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Historia
isbn: 9788491341185
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En una ocasió, després de demanar-li
si en los pechos tenía pesones, y haviéndole respondido que sí, la dixo saliese a la portería del convento y la esperase allí. [...] La dixo: ¿Tienes pechos? ¿Tienes pechos? Y apartando la declarante el pañuelo que les cubría, ynclinó dicho confesor la caveza para verlos y luego les bolvió a cubrir la declarante con el mismo pañuelo, y aun le pareze que dicho padre Salvador alargó la mano para tocarlos, está cierta que no les tocó.
Això només és el principi. Sis anys després, fra Salvador és denunciat en sèrie per joves novícies del convent de penedides de Sant Gregori, de València. Sor Maria Agustina de Sant Gaetà declara al comissari que fra Salvador, coneixent el seu passat com a prostituta, li havia demanat de sobte «de qué edad se perdió la declarante, y respondiendo esta que de treze a catorze años de edad», aquest li va respondre:
Pues demonio, ¿cómo te lo pudieron meter teniendo el augero tan pequeño, y teniéndolo los hombres tan gordo? ¿Te devieron de hacer mucho mal. Escucha, y lo tenías peludo? ¿Y tenías mamellas? Aora ya las tendrás. [...] ¿Y les tocastes los botones? Porque ellos quieren que se les toquen para meter el palmo de carne que tienen, y al cabo de media hora que lo han metido, y han dado aquellas besotadas, y han hechado la symiente, se acabó todo. [...] Pues te devieron ver las ancas, las piernas, el vientre y todo. Escucha, ¿y te lo han hecho muchos?
Interrogada després sor Maria dels Dolors, diu que fra Salvador li demanava en confessió «la edad en que se perdió y comenzó a ofender a Dios, y respondiendo la que declara que tenía entonces de nueve a diez años de edad», li va dir «que lo tendría muy pequeño». També li va preguntar «si lo tenía peludo, [...] si tenía mamellas...» Literalment, les mateixes preguntes. En la ratificació, sor Maria afegeix que el confessor li havia preguntat «si tenía el augero muy grande». Denuncia després sor Gregòria de Sant Vicent: fra Salvador li havia demanat «quántos hombres tenía, si la hacían mal, si la hacían sangre, si le avían rompido el telo de la Virginidad y si le avían hecho muy grande el augero». El mateix any, el 1768, també el denuncia sor Tomasa del Salvador, per preguntar-li «si en los actos venéreoso carnales se avía advertido mojada; si en los mesmos actos con los hombres se ponía bajo o encima de estos; si tenía con pelos sus partes; si al confesarse con él sentía movimientos carnales, si era joven o vieja, y si después pasaría a la rexa».
A continuació va sor Tadea del Miracle de Jesús: fra Salvador li deia
si se avía tocado la figa, quántos hombres se lo avían hecho y cuántas veces, cómo se ponían los hombres quando se lo hacían, y ella cómo se ponía, si le metían lo que tenían ellos en la figa; añadiendo a esto porque como unos lo tienen más gordo que otros, lo hacen más veces unos que otros; [...] si quando se lo hacían derramava muchas veces, añadiendo que los hombres después de un rato que lo meten, arrojan dentro las mugeres la semilla, y de eso unas quedan preñadas y otras no; y por último, la dixo: ¿Te tocaban los pechos y las partes?
Encara una altra monja, sor Bernarda Barrero, denuncia que fra Salvador en confessió li havia demanat «si se tocava la figa».
Però no acaba ni tan sols ací la cosa. Un temps després, el 1773, quan fra Salvador de la Creu ja ha estat processat i sentenciat, els inquisidors reben encara una denúncia contra ell de Vicenta Tamarit, a la qual fra Salvador demanava en confessió, sis anys abans, «si su marido tenía las partes largas y si eran muy gordas, y si quando usaba del santo matrimonio se las metía todas dentro, él todo lo querría meter, y asta dónde llegaba con ellas». El monjo també li deia: «Si io viera tus partes, y tu las mías, no me causaría ninguna novedad, porque no eran para mí [...] he pensado estando en la celda, ¿esta chica cómo tendrá las partes?». En estar la dona malalta, fra Salvador la visita per confessar-la, i després al confessionari, li diu: «Para los pechos que tienes, los pezones tienes muy gordos». També li demana
si quando su marido se llegava a ella, si le ponía los dedos en sus partes; [...] si en sus partes tenía pelo, y también que quando bajase lo que acostumbra a las mugeres y se pegase la sangre al pelo, que se lo cortase, porque le dijo, las monjas así lo hazen; [...] si las partes de su marido eran como el puño, o si se podían albarcar con la mano; [...] que quando le picase en las partes, que se rascase por encima la ropa, que sería alguna pulga, y si criava piojos en las partes.21
Antònia Albert, fadrina de Picassent, denuncia l’any 1781 fra Agustí Soriano, que li demana en la confessió
si havía tenido conversación con otras tocante a sus partes vergonzosas, si se havía tocado, si se havía metido los dedos, si se havía cortado el vello o los pelos, si los havía cortado y los havía medido con otros de otra alguna, [...] si havía visto alguna vez las partes vergonzosas de algún hombre, y respondiendo que sí, la repreguntó el confesor si eran tan gordas como la muñeca, que qué pensamiento avía tenido la penitente, que si le havía venido algún derramamiento, que cómo era, diciendo la que denuncia que como mocos, prosiguió el confesor explicándola que ay dos especies de derramamiento, que uno es pecado, y es quando se derrama aquella materia de que se hazen niños, que quando se derrama otra cosa, que no es pecado, que antes bien es saludable, [...] que era presiso saberse qué es lo que se derramava, y turbada la penitente diciendo que ella no lo sabía discernir, la replicó el confesor que era preciso que él lo havía de ver, y él lo discerniría, y escusándose la penitente por rubor y que en su casa no podía ser, la dixo que saliese fuera, y que si allí le venía que él lo vería y discerniría bien los materiales.22
Caldrà potser explicar ací que, segons creu el paradigma mèdic galènic, el flux vaginal és un semen femení, necessari per a la concepció.
Fra Francesc Albero és denunciat per carta el 1791 per Clara Ripoll, d’Alcoi: el monjo li declara insistentment
un amor ciego, diciéndome que se moría por mí, [...] me daría tantos besos, me haría tantas caricias, y por fin que si yo me dexaba gozar y le daba ese gusto, me prometía todo quanto yo quisiese, dineros, vestidos, alhajas, regalos y quanto yo desease, y todo quanto un hombre enamorado y ciego suele decir a una muger para inclinarla a su gusto.
L’any següent fra Francesc fa una espontània: confessa com, deu anys enrere, en demanar-li una penitent
si pecava permitiendo a su marido el uso del Matrimonio en cierto modo no regular y contra el fin del matrimonio, atendida su rusticidad y modo de explicarse, le respondí con los mismos términos y palabras de ella, diciéndole le dijese a su marido: Si vols fer-m’ho del modo natural i sense perill de pecar, fes-ho. Pero que de otra manera que fuese pecado que no lo permitiese.
També com, fa un parell d’anys, una altra penitent, en confessar-se, «diciéndome que dormía con otra de su sexo, la dije que naturalmente habrían hecho cosas feas, y que se habrían dicho una a otra: Que cosa tan gran que tens». Confessa encara com en demanar-li una dona «si tener gusto en el Matrimonio era pecado, la respondí que no, que antes si procurava no tener gusto, pecaría por impedir la generación, que era uno de los fines del Matrimonio, y así quando usase del Matrimonio, hisiese lo que pudiese».
Tot seguit, fra Francesc fa una altra espontània: ara s’inculpa que, a una «doncella rústica, que se confesó de varios tocamientos con otro, [...] la pregunté si le havía puesto las manos dentro, y quantas vezes, [...] si su cómplice se havía puesto encima y si le havía puesto alguna cosa». I afegeix un altre episodi, amb una altra «doncella rústica», la qual,
accusándose con su modo rústico que li gu avia fet a un home, le pregunté si havía avido derramamiento en el hombre y si ella havía cooperado a él, y para conocer si en ella havía СКАЧАТЬ