Desde la capital de la República. AAVV
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Название: Desde la capital de la República

Автор: AAVV

Издательство: Bookwire

Жанр: Документальная литература

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isbn: 9788491344094

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СКАЧАТЬ siguiente fase en la creciente implicación de la URSS en los asuntos españoles fue la premura del Kremlin para conseguir un acercamiento diplomático con la Segunda República, a partir del cual promocionar al gobierno de Madrid a una inusual posición privilegiada de aliado y amigo.23 El 22 de agosto, el gobierno soviético nombró a Marcel Rosenberg como su embajador en Madrid.24 Rosenberg y su amplio personal, que incluía agregados económicos y militares, llegaron a España antes del final de ese mes. Vale la pena destacar que a pesar de una búsqueda coordinada, el Politburó mandó a la embajada española sólo un diplomático con conocimientos de castellano, Leon Gaikis, quien después sería promocionado a embajador.25 Sin duda, una importante función de los nombramientos en Madrid era proporcionar cobertura a los agentes de inteligencia de Stalin. Uno de ellos era Comisario del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD) y representante de alto rango en España, Alexander Orlof, quien se presentó por primera vez ante el embajador Rosenberg el 16 de septiembre de 1936.26 Para completar el cuerpo diplomático inicial, el 21 de septiembre el Politburó nombró a Vladimir Antonov-Ovseenko, héroe de la revolución y uno de los líderes del asalto al Palacio de Invierno, como cónsul general en Barcelona.27 Estos viejos y fiables bolcheviques dieron a sus cargos un innegable prestigio y seriedad que subrayaba el compromiso soviético con la República. Y seguramente no se involucraron demasiado en la política republicana. Esa acusación, parte de una más amplia difamación sobre la participación soviética en la guerra, fue producto de una serie de memorias poco fiables de la posguerra del socialista Luis Araquistáin, que después fueron tomadas como un evangelio por varias generaciones de historiadores occidentales ciertamente tendenciosos.28 En cualquier caso, el consejo soviético fue frecuentemente ignorado con impunidad, y a principios de la primavera de 1937 tanto el embajador como el cónsul general fueron llamados a Moscú y ejecutados, víctimas del terror estalinista que coincidió con la guerra en España.29