Название: Conocimiento y lenguaje
Автор: AAVV
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Educació. Sèrie Materials
isbn: 9788437086422
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Rojas-Vera y Arape (1998: 64-80) han elegido el término Poscomunicación para construir una teoría que afronte los nuevos retos y exigencias que conlleva la comunicación contemporánea realizando este diagnóstico:
Con toda seguridad, hoy tenemos, además de la desilusión en la comunicación, un gran déficit conceptual y teórico para entender la nueva posibilidad. La comunicación puede ser el eje transformacional para contribuir a nivelar el déficit. A pesar de los cambios vertiginosos, el progreso tiene una deuda con la comunicación. La parcialidad disciplinaria podría ser ahora un peligro.
No existen tantos conceptos claros para interpretar y entender lo que puede estar sucediendo. En realidad, la situación no es tan fácil como para reducirla a modelos operativos. La sociedad preinformacional tiende a simplificar el tema de sociedad de la información a sociedad informatizada, precisamente por existir un déficit conceptual. El mismo peligro corre al entender la idea de poscomunicación como una comunicación supertecnificada o simplemente hiperinformatizada. Tal vez tengamos una curvatura en la evolución y acerquemos las tecnologías a la comunicación no tangible. A pesar de que la distancia temporal entre la sociedad de la información y la industrial fue menor que entre esta última y la agraria, la brecha cultural y epistemológica que nos anuncia la poscomunicación será mayor [...] La brecha para comprender lo que debemos afrontar parece mayor que las anteriores. ¿Cómo aproximarnos a la sociedad poscomunicacional? Y ¿acaso podremos imaginarla o comprenderla con la racionalidad aún incomprendida de la misma sociedad de la información? Si explicar la sociedad de la información desde conceptos industriales ha sido un error por el riesgo de reduccionismo técnico, tanto más lo será acercarse a la sociedad poscomunicacional desde los conceptos de la misma sociedad de la información.
Otros autores, en cambio, constatan las peculiaridades de la nueva comunicación, sobre todo las que provienen de la incidencia trascendental de las nuevas tecnologías y de las nuevas dimensiones y funciones en la estructura y dinámica de la sociedad global y, sin afirmarlo clara y rotundamente, también plantean, e incluso han ensayado, la necesidad de incorporar un nuevo bagaje analítico e interpretativo para aproximarse a la nueva comunicación ante el riesgo de inadecuación e ineficacia de los modelos vigentes. En esta dirección han de ser leídas las obras de autores ya citados (Bettetini y Colombo, 1995; Echeverría, 1999; Gubern, 1986 y 1999; Ramonet, 1998; Terceiro y Matías, 2001).
1.3.2.3 Exigencias de la complejidad
Los autores citados anteriormente, Rojas-Vera y Arape (1994: 64-80), también han diseñado el paradigma de la poscomunicación como respuesta a la complejidad que presentan la comunicación y la sociedad en la que se enmarca y cuyos ejes fundamentales son:
1) la valoración del cambio acelerado de todo y, en especial, del mundo de la comunicación; 2) el papel preponderante de la información y la comunicación, y su conocimiento científico, para la construcción de la sociedad del siglo XXI; 3) la crisis de las fronteras comunicacionales; 4) la nueva esperanza del mundo comunicacional y 5) el creciente déficit conceptual para entender las nuevas realidades.
Partiendo de esos supuestos, pueden extraerse algunas pautas importantes para analizar e interpretar de forma adecuada la realidad comunicativa tal como enumeraremos a continuación.
La aceptación de la complejidad de los fenómenos comunicacionales y, por tanto, de los respectivos paradigmas explicativos, asumiendo, como correlato, la necesidad de la interdisciplinariedad o transdisciplinariedad en estos términos. En efecto, el gran tema de las comunicaciones, desde el sentido humano al social, desde lo técnico a lo estratégico, exige abordajes más allá de lo interdisciplinario, conduciéndonos hacia la transdisciplinariedad. Lo cual representa un reto para científicos y estudiosos de la comunicación centrados en modelos comunicacionales industriales o informacionales.
La creación de nuevos conceptos, nuevos términos para nombrar los nuevos fenómenos comunicativos y, de esa manera, superar el déficit conceptual, puesto que:
No existen tantos conceptos claros para interpretar y entender lo que puede estar sucediendo. En realidad, la situación no es tan fácil como para reducirla a modelos operativos. La sociedad preinformacional tiende a simplificar el tema de sociedad de la información a sociedad informatizada, precisamente por existir un déficit conceptual.
1.3.2.4 Ciencia, tecnologías y comunicación
Como hemos señalado reiteradamente en este trabajo, un factor especialmente relevante e importante para definir la complejidad de los fenómenos comunicativos es el componente tecnológico de la producción comunicativa e informativa. Es cierto que caben diferentes interpretaciones sobre el papel que se les asigna en la conformación de los productos, en el conjunto del proceso de producción, circulación y recepción e incluso en la explicación de la evolución de la sociedad, pero hoy en día no podemos limitar la valoración de las tecnologías al ámbito infraestructural o de soporte de la dinámica comunicativa, puesto que la mayoría de los especialistas están de acuerdo en que el factor tecnológico (la informatización, la digitalización y los artefactos de la realidad virtual) es un elemento constitutivo de los productos comunicativos en cuanto a su producción y percepción (Gubern, 1996) y, por lo mismo, ha de ser considerado elemento indispensable de su definición.
Las nuevas teorías de la comunicación, por consiguiente, están obligadas a conceder a las tecnologías un papel imprescindible en la delimitación del objeto y en los procesos de investigación y, para ello, a nuestro parecer, es preciso incidir en este trabajo en las aportaciones que la filosofía de la tecnología puede aportar a la planificación y formulación de una teoría compleja de la comunicación, puesto que, por otra parte, es uno de los ámbitos que, hasta el momento, los teóricos de la comunicación han relegado normalmente. Como afirma J. Echeverría (2000: 249):
Tanto los sociólogos de la ciencia como los filósofos de la ciencia han comenzado a hablar de tecnociencia en los últimos años, rompiendo la separación tradicional entre ciencia y tecnología. En la medida en que los filósofos, los sociólogos y los historiadores estudian la ciencia contemporánea, y no sólo la ciencia moderna, la componente tecnológica de la actividad científica resulta inexorable.
Las acotaciones que presentamos a continuación, no obstante, han de entenderse como una propuesta de trabajo y no como una formulación de un paradigma científico. Por ese motivo, centraremos la atención en aquellas cuestiones que los filósofos de la ciencia y de la tecnología consideran fundamentales para delimitar ese ámbito del saber, para marcar los pasos de la dinámica investigadora y asumir algunas de las posibles implicaciones que la integración de la tecnociencia tendrán en la formulación de los nuevos paradigmas que pretendan afrontar la comunicación desde la complejidad. En palabras de Castells (1998: 360):
Sin examinar la transformación de las culturas en el nuevo sistema de comunicación electrónico, el análisis general de la sociedad de la información fallaría por su base. Por fortuna, aunque haya discontinuidad tecnológica, existe en la historia una gran continuidad social que permite el análisis de las tendencias mediante la observación de las que han preparado la formación del nuevo sistema durante las dos últimas décadas.
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