Название: Conocimiento y lenguaje
Автор: AAVV
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Educació. Sèrie Materials
isbn: 9788437086422
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Ya hemos aludido a la definición de la comunicación humana dada por Rosengren (2001: 52-53) y que se deriva de los requisitos siguientes:
Interacción (influencia recíproca) que sea intersubjetiva (conocida mutuamente) e intencional, voluntaria y se realiza a través de un sistema de signos basado fundamentalmente en un sistema de símbolos verbales caracterizados por la doble articulación que, a su vez, se basa en sistema completo que incluye la fonética, la sintaxis, la semántica y la pragmática; en otros términos, «la comunicación es una interacción intersubjetiva y voluntaria mediante un lenguaje humano basado en la doble articulación y en un sistema simbólico».
En términos similares se expresa Livolsi (2000) cuando afirma que la comunicación, como hemos dicho, es el proceso por el cual Q1 dice alguna cosa a Q2 sobre la base de motivaciones particulares y para conseguir objetivos determinados en una específica situación-contexto. La parte ‘dice alguna cosa’ significa que Q1 usa uno o más códigos lingüísticos (por ejemplo, la palabra) para expresar los contenidos. Los códigos son los instrumentos utilizados para comunicar. Casi siempre la atención (especialmente de los no especialistas) se refiere más a qué cosa se dice que a cómo se dice. Esto sucede en todo tipo de comunicación, desde el saludo a la relación íntima, a la ficción televisiva, etc. En resumen, también el modo de decir las cosas está determinado por el contexto en el que se desarrolla la situación. El efecto contexto determina la elección de los códigos particulares y tiene en cuenta, entre otras cosas, la eventual asimetría de poder entre los dos partner cuando uno de ellos tiene más prestigio o poder que otro.
Para este autor (Livolsi, 2000: 16), no obstante, sólo
hay comunicación cuando Q1 dice algo a Q2, pero sólo si se trata de la fase inicial del proceso de comunicación pero, en realidad, la comunicación se realiza verdaderamente cuando Q2, que ha recibido la información, la descodifica, la comprende, la valora y, consecuentemente, responde a Q1, cualquier tipo de respuesta, aunque sólo sea una inclinación de cabeza para expresar acuerdo o desacuerdo. Sólo después de la respuesta de Q2 se puede hablar, efectivamente, de proceso de comunicación; de lo contrario, se debe, como máximo, afirmar que Q1 ha emitido señales que no han sido recibidas. La comunicación presupone tanto el envío como la recepción de una señal, es decir que Q2 haya sido implicado y haya recibido una señal que ha interpretado, no importa si de forma absolutamente exacta.
Serrano (1984: 37-51) en el primer capítulo de la Semiótica presenta una delimitación de la comunicación, de sus elementos y del proceso de comunicación desde una perspectiva semiótica que expresa de esta manera:
Si en la historia del pensamiento, afirma, de los últimos treinta años hemos de buscar una palabra clave, sin duda esta palabra es «comunicación». Ya señalábamos en el primer capítulo la importancia excepcional que ha tenido el tema de la comunicación, verbal y no verbal, en el desarrollo de la semiótica. En realidad, y como es natural, el estudio de los signos siempre ha sido relacionado con el concepto de comunicación, así como con el de pensamiento. Decíamos: no hay pensamiento sin signos: y decimos: no hay signos sin comunicación. En estricta lógica podemos decir: no hay pensamiento sin comunicación. Todos estaremos de acuerdo en que buena parte de nuestra actividad resulta ser una actividad comunicativa. Es tan natural en nosotros que incluso prácticamente no le damos importancia. Nos es tan natural y familiar como el respirar. Pues bien, este proceso tan común y tan familiar se había simplemente aceptado hasta hace poco pero no se había intentado analizar de una forma rigurosa a fin de explicitarlo. Esto es lo que se empezó a hacer a partir de los años cincuenta. Ahora, paradójicamente, estamos en condiciones de afirmar que este proceso tan común y familiar es extraordinariamente complejo y heterogéneo. Que en él intervienen una gran cantidad de factores y que las estrategias que rigen el comportamiento de los elementos son de lo más variadas.
Desde esa perspectiva, y como operación previa al análisis de los elementos que componen la estructura de la comunicación e interactúan en su dinámica, este autor define la comunicación como
Proceso por el cual unos seres, unas personas, emisor y receptor (es), asignan significados a unos hechos producidos y, entre ellos, muy especialmente al comportamiento de los otros seres o personas. Un caso particular, naturalmente, es el de la lingüística, y aún de ésta la que se establece, en este momento, entre el autor de este libro y el lector. El concepto de comunicación presupone, pues, otros dos conceptos: el concepto de relación y el de transmisión. La relación es entre seres, entre personas, y la transmisión es de información, de significado.
El concepto de comunicación presupone, para este autor, otros dos conceptos: el concepto de relación y el de transmisión. La relación es entre seres, entre personas, y la transmisión es de información, de significado. El proceso de comunicación se fundamenta, pues, en los conceptos de relación entre seres y de transmisión de un mensaje. Existen unos elementos que forman parte del proceso de comunicación y justamente ponen en contacto la relación y la transmisión, son el contexto y el feed-back (retroalimentación). El término contexto se refiere, en sentido amplio, a la situación en que el mensaje es producido por el emisor e interpretado por el receptor. El contexto incluye un conjunto de factores de tipo psicológico, sociológico y físico que configuran el entorno en que tiene lugar el acto (relación + transmisión) comunicativo, incluye el contacto, es decir, condiciones que hacen posibles la comunicación, el referente, realidad objetiva a la que se refiere el mensaje y el entorno, ecológico, biológico, sociológico y psicológico de la relación.
A modo de resumen, las claves del planteamiento de S. Serrano (1984: 43) serían que: a) los conceptos base del acto de comunicación son proceso y participación; b) un proceso es un concepto abstracto que designa una relación dinámica entre objetos concretos, una secuencia organizada de hechos o acontecimientos; c) el proceso es de transmisión de información mediante el mensaje. [...]; en la comunicación, todos sus componentes sufren cambios constantemente, y de manera especial los elementos más importantes del proceso, los participantes en el acto, los actores. Es decir:
La comunicación, el acto comunicativo, lo podemos considerar, pues, como un proceso de participación. La realización de este proceso puede resultar exitosa o un fracaso. Como en el proceso intervienen un conjunto de elementos, de cada uno de ellos depende, en cierto modo, el éxito o el fracaso del acto.
Finalmente, Rodrigo (2001), comentando la definición de Gifreu según el cual «la comunicación humana es un proceso histórico, simbólico e interactivo por el cual la realidad social es producida, compartida, conservada, controlada y transformada», explica que la comunicación:
– Es un proceso: «cualquier hecho comunicativo es un episodio contingente, que empieza y acaba y sigue un determinado desarrollo; esta característica procesual vale tanto para el individuo como para los grupos o las colectividades o sociedades». Efectivamente la comunicación es un proceso que se inicia, tiene un desarrollo y acaba. Sin embargo, las características del proceso serán distintas si se trata de individuos o de sociedades. En la comunicación interpersonal o en el teatro, por ejemplo, en el propio proceso comunicativo se establecen las señales de inicio y de final. En el caso de las colectividades o sociedades, excepto en casos de hitos emblemáticos (y aún en este caso podría cuestionarse), es más difícil establecer el inicio y el final.
– Es un proceso histórico. «No hay comunicación en abstracto, sino en concreto, todos los fenómenos de comunicación se producen en la historia y en una historia particular de los pueblos y las culturas». Toda realidad social está enmarcada en un momento histórico determinado y con los referentes propios de aquel momento histórico para una cultura determinada. Muchos fenómenos comunicativos han evolucionado dentro de una misma sociedad y son bastante distintos de los que se producen en otras sociedades. Aunque también puede haber puntos de contacto СКАЧАТЬ