Otra historia de la ópera. Fernando Sáez Aldana
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СКАЧАТЬ Sueño de una noche de verano inspiró dos óperas de autores ingleses tan separados en el tiempo como Henry Purcell (titulada La reina de las hadas) y Benjamin Britten.

      – Mucho ruido y pocas nueces inspiró Beatriz y Benedicto, con música y texto de Héctor Berlioz.

      – Medida por medida proporcionó el texto a la obra de juventud La prohibición de amar de Richard Wagner.

      – Macbeth daría lugar a la ópera homónima de Verdi con libreto de Francesco Maria Piave y Andrea Maffei.

      – La tempestad ha inspirado la que por el momento es la última ópera «shakespeariana», con música de Thomas Adès y texto de Meredith Oaker, estrenada con ese título en 2004.

      • Otras: Hipólito y Aricia de Rameau, con texto de Simon Joseph Pellegrin basado en la Fedra de Racine; Don Giovanni, de Mozart y Da Ponte, basada en El burlador de Sevilla y convidado de piedra, de Tirso de Molina.

      De obras de los siglos XIX y XX

      • Como veremos en cada caso, la mayor parte de los libretos de las óperas italianas del siglo XIX proceden del teatro, tanto las belcantistas (Rossini, Bellini, Donizetti) como las de Verdi, Puccini y los veristas (Mascagni, Cilea, Ponchielli, etc.).

      • Ejemplos del siglo XX: La ópera de tres peniques y Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny, de Kurt Weill, con libreto de Bertolt Brecht; las colaboraciones entre Richard Strauss y Hugo von Hoffmannsthal o la adaptación de los dramas de Oscar Wilde Salomé (Strauss) y Una tragedia florentina (Zemlinsky).

      • Mención aparte merece la extraordinaria obra del literato ruso Alexander Pushkin como inspiradora de numerosas óperas rusas.

Illustration

      Aleksandr Pushkin (1799-1837)

      Una vida de libreto. Pushkin y la ópera

      Poeta, novelista y dramaturgo, Aleksandr Pushkin (1799-1837) fue el padre de la literatura rusa moderna. Romántico, contestatario del absolutismo zarista, mujeriego y vividor, sufrió varios destierros y murió a consecuencia de un duelo con un militar francés —amante del embajador holandés— al que retó por flirtear con su joven esposa Natalia.

      Si la influencia literaria de Pushkin en los grandes escritores rusos posteriores (Tolstoi, Dostoievski, Gógol) fue grande, en los compositores sólo puede calificarse de extraordinaria. En menos de cuatro décadas (entre 1872 y 1909) subieron a los escenarios las siguientes óperas basadas en poemas, dramas o novelas de Pushkin: El convidado de piedra y Rusalka, de Alexander Dargomyzhski; Boris Godunov, de Modest Mussorgski; Eugenio Oneguin, Mazepa y La dama de picas, de Piotr Ilich Chaikovski; El gallo de oro, Mozart y Salieri y La leyenda del zar Saltán, de Nikolai Rimski-Korsakov; El prisionero del Cáucaso, Un festín en tiempo de peste y La hija del capitán, de Cesar Cui, y Aleko, de Sergéi Rachmaninov. Antes de este período, también inspiró Ruslan y Ludmila, de Mijail Glinka y después Mavra, de Igor Stravinski.

      Algunas de estas óperas narran historias basadas en aspectos de la vida de Pushkin como su afición al juego (La dama de picas), sus deportaciones (El prisionero del Cáucaso), sus amoríos (El convidado de piedra), su convivencia con los zíngaros (Aleko) o, de un modo premonitorio, su muerte en duelo (Eugenio Oneguin).

      Libreto y narrativa: novela, relato breve, cuento

      En el último tercio del siglo XIX y en el XX el teatro fue perdiendo fuerza como fuente de libreto operístico, en favor de otros géneros literarios como la narrativa (novela, cuento), la poesía o la leyenda. Al igual que en las obras de teatro, los libretistas modificaron en mayor o menor medida los argumentos de los relatos para adaptarlos a las exigencias dramáticas de la ópera en cuestión, en muchos casos también con la intervención del compositor. La ópera con libreto basado en una novela más famosa, programada y aplaudida en todo el mundo es Carmen.

      Georges Bizet compuso su gran éxito operístico sobre un libreto de Ludovic Halévy y Henri Meilhac basado en la nouvelle que Prosper Mérimée escribió, según él, porque necesitaba comprarse unos pantalones. Mérimée había traducido al francés el poema Los gitanos de Pushkin en el que se basaron otras dos óperas, Gitanos de Leoncavallo y Aleko de Rachmaninov, comentadas en otros capítulos de este estudio.

      Quizá sorprenda saber que, en la novela de Merimée, este personaje paradigmático de la gitana andaluza convertida en femme fatale se entendía en vascuence con José ‘Navarro’ Lizarrabengoa (Don José) para que los demás no se enterasen, ya que ambos eran naturales del valle vasconavarro del Baztán. En la novela, Carmen está casada con un jefe bandolero, el Tuerto, al que don José mata en una pelea. Cuando Carmen lo abandona por el torero Lucas —un personaje menos importante que el Escamilllo de la ópera—, el ex militar metido a contrabandista la asesina en un ataque de celos. Como en la ópera inmediatamente cae el telón, hay que leerse la novela para conocer el triste final de José: su ajusticiamiento a garrote vil.

      Otras grandes novelas generadoras de libretos operísticos son La muerte en Venecia, de Thomas Mann (Muerte en Venecia, de Britten); Billy Budd, de Herman Melville (mismo título, también de Britten); Eugenio Oneguin, de Pushkin (mismo título, de Chaikovski); El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha, de Miguel de Cervantes (Don Quijote, de Massenet); La historia del caballero Des Grieux y Manon Lescaut, del Abad Prévost (la Manon de Massenet y las Manon Lescaut de Auber y Puccini); Las penas del joven Werther, de Goethe (Werther, de Massenet); Guerra y paz, de Tolstoi (mismo título, de Prokofiev); La dama de las camelias, de Alejandro Dumas hijo (La traviata, de Verdi); Rarahu o El matrimonio, de Pierre Loti (Lakmé, de Léo Delibes), y El proceso, de Franz Kafka (Der Prozess, de Gustav von Einem, y The Trial, de Philip Glass).

      Libreto y leyenda, mito o cuento popular

      El compositor más importante de óperas basadas en antiguas leyendas por antonomasia fue Richard Wagner, si bien los poemas, como él denominaba a sus libretos, son recreaciones personales de su autor. El holandés errante rememora la vieja leyenda del buque fantasma; Lohengrin y Parsifal orbitan en torno al mito cristiano del Santo Grial, Tristán e Isolda en los relatos artúricos y las fuentes del monumental Anillo del Nibelungo son poemas medievales sobre leyendas germánicas (El cantar del Nibelungo) y las Eddas o sagas islandesas de la mitología nórdica.

      Mitología clásica

      Algunas óperas se inspiran en cuentos infantiles como Hansel y Gretel de Engelbert Humperdinck, y La luna, de Carl Orff, basadas en cuentos de los hermanos Grimm; El gato con botas, de Xavier Montsalvatge; El castillo de Barbazul, de Bartok y las Cenicienta de Rossini y Massenet, sobre cuentos recopilados por Charles Perrault. Basada en los relatos de Lewis Carroll, la ópera Alicia en el país de las maravillas, estrenada en Múnich en 2007, es una de las pocas compuestas por una mujer, en este caso la surcoreana Unsuk Chin.

      Otras leyendas: germánicas (la del СКАЧАТЬ