Название: E-Pack Se anuncia un romance abril 2021
Автор: Varias Autoras
Издательство: Bookwire
Жанр: Языкознание
Серия: Pack
isbn: 9788413757148
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–Este embarazo establece nuevas prioridades. Cuanto antes lo aceptes, antes podremos pasar a lo bueno.
Ella se echó hacia atrás con un suspiro de frustración, pero Jason se mantuvo firme en su decisión. No iba a cometer el mismo error dos veces. Si existía la menor posibilidad de que ella también quisiera reanudar la relación sexual, él no iba a echarlo todo a perder por culpa de las prisas o las dudas. Era hora de empezar a hacer las cosas bien.
–Seguiremos hablando de esto después de la cena –dijo mientras se subía el cuello del abrigo–. Tengo una sorpresa para ti.
Estaba seguro de que a Lauren le encantaría el restaurante, pero tendría que confiar en sus dotes de persuasión para traspasar la inescrutable fachada de aquella mujer.
Las apuestas estaban demasiado altas como para considerar la posibilidad de un fracaso.
¿Qué demonios le había pasado?, se preguntaba Lauren mientras subía los escalones de su apartamento.
La cena con Jason había sido increíble. El restaurante rústico, propiedad de una familia italiana, estaba lleno de plantas y constaba de un patio que recordaba a un viñedo. La había conmovido el detalle. Jason se había percatado de su pasión por las plantas e intentaba complacerla.
Mientras subía, sentía su presencia tras ella. Pues claro que intentaba complacerla… Quería salirse con la suya, igual que siempre. Jason Reagert era el hombre más ambicioso y motivado que conocía. En el mundo de la publicidad todos sabían que nada podía detenerlo cuando se marcaba un objetivo, un rasgo que ella había encontrado admirable cuando eran compañeros de trabajo.
Pero en lo que se refería a su objetivo ya no estaba tan segura. La velada había sido deliciosa, pero de alguna manera le hacía desear que fuera real.
No, no estaba preparada para llegar tan lejos. El anillo seguiría en su bolso un poco más.
Miró por encima del hombro al tiempo que un coche pasaba por la calle.
–Gracias por la cena. Has conseguido que deje de pensar en el trabajo durante un par de horas.
Los negros cabellos de Jason relucían bajo la luz de las farolas.
–Tienes que alimentarte bien. Me alegra haber sido de utilidad.
Lauren metió la llave en la cerradura.
–¿No vas a usar mi comentario para insistir en ese compromiso de conveniencia?
–Ya sabes lo que pienso. ¿Qué más se puede decir? –la siguió al vestíbulo del edificio, como si no tuviera ninguna prisa por despedirse–. Antes de que me eches, tengo que asegurarme de que llegas sana y salva a tu apartamento.
–¿Sana y salva? –preguntó ella. En el pasillo resonaban las voces de una pareja y de la anciana del segundo A que llamaba a su perro. ¿Qué peligro iba a correr allí?
–Alguien tiene que protegerte de ese animal –dijo él con una sonrisa. La sombra de una barba incipiente le confería un aire de chico malo, así como el brillo de sus ojos.
Ella puso una mueca y empezó a subir la escalera, intentando no pensar en cómo le sentarían los tres largos tramos de escalones cuando estuviera en el noveno mes de embarazo.
Jason la siguió, haciendo crujir los escalones de madera bajo su peso.
–No te estoy pidiendo un café ni nada. Aunque si me invitas, te llevaré en brazos y te haré pasar una noche que jamás olvidarás.
–Había olvidado lo persuasivo que puedes llegar a ser.
–Yo, en cambio, no había olvidado lo bien que hueles –dijo él–. ¿Te he dicho alguna vez lo mucho que me gusta tu olor a flores? –bajó la cabeza–. Si te llevé a ese restaurante fue por mí tanto como por ti.
–La cena estuvo muy bien, y te agradezco que eligieras un lugar tan bonito, pero no me gusta que me manipulen. Y admito que tú me desconciertas más que nadie.
Los ojos de Jason se rodearon de arrugas al sonreír.
–A veces me olvido de que los dos trabajamos en lo mismo.
–Sólo te pido que seas sincero conmigo.
–Ya lo soy.
¿Podría ella creerlo? Se apoyó de espaldas en la puerta y escudriñó sus ojos en busca de sus pensamientos. Lo que encontró en ellos fue… pasión. No se sorprendió, pero tampoco sabía cómo reaccionar.
Antes de que pudiera pensar en lo que hacía, alargó una mano para sacudirle la nieve derretida de la solapa. Los músculos del pecho se tensaron bajo su tacto, y a Lauren se le aceleró frenéticamente el pulso.
Ahogó una exclamación y se llevó una mano al vientre.
–¿Estás bien? –le preguntó él con el ceño fruncido, poniéndole una mano en la espalda–. Dame la llave para que abra yo. Necesitas tumbarte.
–Estoy bien, muy bien –respondió ella, apartándose antes de ceder a la tentación. Afortunadamente, una patadita del bebé la había devuelto a la realidad–. Nuestro pequeño está practicando el charlestón.
Jason bajó la mirada a su vientre. La forma de reprimirse para no pedir lo que realmente deseaba hizo que Lauren se lo ofreciera.
–¿Quieres sentirlo?
Él asintió bruscamente, y ella agarró su mano y se la puso en el vientre.
–No sé si podrás sentirlo… aún es muy pronto –de ninguna manera iba a permitirle que le tocara el vientre desnudo–. Espera… un poco a la izquierda… Justo aquí.
Los ojos de Jason se abrieron como platos. La miró un instante y volvió a bajar la vista al estómago.
–Creo que… Sí, lo siento.
–A veces me quedo tumbada en la cama, sintiendo cómo se mueve, y de repente me doy cuenta de que he pasado así una hora. Es increíble, ¿verdad?
–No sabía lo que se sentía. Nunca he… –volvió a mirarla y le sostuvo la mirada–. Gracias.
Todos los ruidos se apagaron a su alrededor. Las voces de la otra pareja, el ladrido del perro, todo quedó ahogado por el pulso que latía ensordecedoramente en sus oídos. Entrelazó los dedos con los de Jason y pensó cómo sería dar rienda suelta a la atracción.
Se puso de puntillas y se acercó a su rostro. Él sólo necesitaba agacharse ligeramente. Sólo un beso. Nada más. Un simple roce de su boca contra la suya. Podía sentir la caricia de su aliento, avivando la intensidad del deseo. ¿Por qué preocuparse de las consecuencias?
Le atrapó el labio con los dientes. Él emitió un débil gruñido y la besó con toda su boca, aunque fue imposible saber quién se abrió primero a quién. Se habían besado en el despacho de Lauren, antes de acabar en СКАЧАТЬ