Название: Gabriela de Laperrière de Coni
Автор: Graciela Tejero Coni
Издательство: Bookwire
Жанр: Документальная литература
Серия: Biblioteca 8 de marzo
isbn: 9789874039330
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Su otra gran referencia e inspiradora fue la escritora francesa George Sand, seudónimo de Armandine Lucil Aurore Dupin, republicana acérrima y partidaria de las barricadas y de la revolución33. Ya que, la propia Gabriela, la reconoce como parte de sus lecturas en su novela autobiográfica, Vers l’oeuvre douce de 1903, identificada con el personaje de Thérèse de Certigny:
“En la biblioteca de la casa, o más bien en el de la abuela, (…) el número de mujeres capaces de apreciar las obras de elección debe ser restringido, Teresa tomó un libro (…) desde luego fuera de lugar junto a las obras de Chateaubriand, Lamartine, Musset y las novelas del joven George Sand”
George Sand era una mujer que escribía frenéticamente todas las noches, una socialista comprometida con los obreros en las turbulentas revoluciones que agitaron a París, una incansable defensora de los perseguidos políticos y una fiel amiga de grandes intelectuales34 . Fue una autora increíblemente prolífica -escribió más de cien libros-, y su obra marcó la producción literaria de Gabriela, su interés por los amores desiguales, por los cruces de clases sociales como también lo hace ella en sus cuentos, por ejemplo en Les fiançailles35
(Los Esponsales -1892), y las diferencias de edad, por la violencia entre los sexos, por el ahondamiento en las relaciones incestuosas y por la exposición de los intercambios de roles y de expectativas de género.
Al comienzo, Sand fue un pilar en la conformación de la narrativa romántica, pero la evolución de sus obras también la llevaría a ser un punto de referencia de la novela realista de mediados del siglo XIX.
Gabriela consciente del recurso literario de la descripción, propia del romanticismo, explicita en el cuento Le Faim36 (El Hambre -1892) su intención y luego desarrolla con exhaustivo detalle una vívida feria de plaza en una ciudad francesa:
“Dado que antes de contar una historia, hay siempre que describir, y que es no solamente la moda -una moda empujada frecuentemente hasta una minuciosidad exagerada- pero que es todavía una manera de hacer de la pintura y de la literatura a la vez, yo presentaré a mis amigos de la “Revista”, la siguiente pequeña imagen”
El viraje hacia el realismo también fue experimentado por la narrativa de Gabriela, despojándose del romanticismo de sus primeros tiempos en los que escribe los Cuentos, hacia el sesgo realista de sus novelas, en particular su autobiográfica Vers l’oeuvre douce de 1903.
George Sand escribe su hermosa selección Cuentos d’une grand’mère de 1873 (Cuentos de una abuela), que recoge los relatos que primero contaba a sus nietos antes de dormir y que más tarde recordaba y escribía.
Gabriela recreó ese clima ensu cuento Kokila37 (1892)que así comienza:
“En el comedor bien caldeado, a la sombra de la lámpara recubierta con una pantalla de muselina rosa y encaje blanco, que arroja alrededor de ella sus suaves reflejos, una abuela conversa con sus niños.”
El atuendo masculino que vestía, hizo famosa a Sand, le permitió circular libremente por París, y obtuvo de esta forma, un acceso a lugares que de otra manera hubieran estado vedados para una mujer de su condición social. Esta era una práctica excepcional para el siglo XIX, donde los códigos sociales, especialmente de las clases altas, eran de una gran importancia y transgredirlos le trajo consecuencias de marginación. En su vida sentimental hubo de todo: desde un matrimonio en principio monógamo y frustrante, hasta el desenfreno amoroso con un joven escritor de 19 años, pasando por muchos otros amantes y alguna experiencia lésbica. La escritora tuvo que sacar del colegio a su hijo adolescente Maurice porque todos sus compañeros le decían que su madre era una “putaine”. También su libertad de espíritu, sin ataduras e hipocresías sociales, debieron atrapar la empatía de la muy joven Gabriela, que tenía 13 años al momento de morir George Sand.
La escritora y Gabriela, también se asociaron en su vida, sin saberlo, en un punto: el “silenciamiento”, pues a pesar de ser una escritora largamente respetada en su tiempo, con libros vendidísimos en Francia y en Europa y aplaudidos por la crítica, a pesar de ser la escritora francesa más importante del siglo XIX, luego de su muerte en 1874, por prejuicio de clase y antifeminista, sus escritos fueron desvaneciéndose, aunque las escritoras feministas continuaron leyéndola hasta entrado el siglo XX.
En Buenos Aires y veintisiete años después, en ocasión de dar Gabriela su conocida Conferencia por la Paz y hacer el llamamiento a formar la Liga Americana de Mujeres para la paz y el progreso, esto sucedió:
“Al terminar, se puso de pie el anciano Sr. Bernabé Demaría que dirigió palabras elogiosas y entusiastas a la Sra. de Coni llamándola la George Sand Americana”. 38
Sus ideas feministas y sus vínculos con Europa
Gabriela de Laperrière arribó a Buenos Aires con su esposo Henri Menjou, periodista y escritor francés en fecha incierta entre 1884 y 1885. Desde entonces, ella alternó su vida americana con frecuentes viajes a Francia, particularmente a París con la que nunca perdió vínculo y donde también nutrió sus ideas feministas y su práctica política.
En 1880, Gabriela con 19 años de edad había contraído matrimonio en Burdeos, residiendo luego en París. En esa misma fecha, Louise Michel regresó a Francia, amparada por una primera amnistía parcial concedida a los participantes en la Comuna de París. Quien inmediatamente reasumió su puesto de combate, intervino en mitines y ofreció conferencias. Fue arrestada varias veces y condenada en 1883 a seis años de prisión y 10 años de libertad vigilada.
Al regreso de Louise Michel a París en 1895, Gabriela con Emilio Coni y su hijo “Emilito” hacía ya un año atrás que vivían en la gran ciudad y muy probablemente fueron testigos de la multitudinaria manifestación que le dio a Louise Michel la bienvenida. Reconociéndose ésta ya como una figura destacada del anarquismo brindó conferencias en Londres, París y toda Francia. En 1898 escribió Memorias de la Comuna.
Gabriela de Laperrière, que valoraba su ejemplo, se encargó de difundir sus Memorias39 , pese a la ruptura entre los socialistas marxistas y los anarquistas producida en 1896 en el Congreso Internacional socialista de los trabajadores y de las uniones sindicalistas obreras.
Louise Michel, a los 75 años, murió de una pulmonía en enero de 1905 y miles de personas acudieron a su funeral en París.
Otra gran revolucionaria, Clara Zetkin (1857 -1933), fue contemporánea de Gabriela y de ella seguramente tomó enseñanzas.
Clara Zetkin40 se interesó mucho en la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres entre ellos el derecho al voto, impulsando la organización de las mujeres obreras en la socialdemocracia alemana. A causa de la prohibición de las actividades socialistas en Alemania dictada por Von Bismarck en 1878, Zetkin inicialmente se refugió en Zúrich en 1882, pasando posteriormente al exilio en París.
Gabriela nos dejó testimonio de cómo sus vínculos con luchadoras feministas europeas marcaron su acción:
“En París, esa ciudad en que basta que una iniciativa sea generosa para que parezca natural, he escuchado conferencistas que me encantaban por su sencillez y convicción. No solamente sus palabras me conmovían más que las de los hombres, sino también las comprendía mejor!
Es que hay temas que acrecientan su interés al ser tratados por mujer, no por lo novedoso del asunto, sino porque nos atañen tan directamente, que un hombre, con mucho más talento, no podría, a mi juicio, dilucidar tan bien como nosotras. Faltaríale la apreciación exacta para hablar de sentimientos peculiares a la mujer y que no ha experimentado.”41 СКАЧАТЬ