Principios del entrenamiento de la fuerza y del acondicionamiento físico NSCA (Color). G. Gregory Haff
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      3.¿Cuál de las siguientes NO es una función de la hormona del crecimiento?

      a.Aumento de la lipólisis.

      b.Disminución de la síntesis de colágeno.

      c.Aumento del transporte de aminoácidos.

      d.Disminución de la utilización de glucosa.

      4.¿Cuál de las siguientes hormonas tiene la máxima influencia sobre los cambios neuronales?

      a.Hormona del crecimiento.

      b.Testosterona.

      c.Cortisol.

      d.IGF.

      5.¿Qué tipo de sesión de entrenamiento resistido favorece los máximos incrementos de la hormona del crecimiento tras una sesión de ejercicio?

      CAPÍTULO 5

       Adaptaciones a los programas de entrenamiento anaeróbico

       A la conclusión del capítulo, el lector:

      •Diferenciará entre las adaptaciones al entrenamiento aeróbico y las adaptaciones anatómicas, fisiológicas y del rendimiento después del entrenamiento anaeróbico.

      •Expondrá las adaptaciones neuronales de los sistemas nerviosos central y periférico al entrenamiento anaeróbico.

      •Entenderá el modo en que la manipulación de las variables puntuales del entrenamiento de un programa periodizado altera el tejido óseo, muscular y conjuntivo.

      •Elucidará los efectos agudos y crónicos del entrenamiento anaeróbico sobre el sistema endocrino.

      •Explicará los efectos agudos y crónicos del entrenamiento anaeróbico sobre el sistema cardiovascular.

      •Reconocerá las causas, signos, síntomas y efectos del sobreentrenamiento anaeróbico y el desentrenamiento.

      •Debatirá cómo los programas de entrenamiento anaeróbico tienen capacidad potencial para mejorar la fuerza muscular, la resistencia física muscular, la potencia, la flexibilidad y el rendimiento motor.

      _________

      Caracterizado por tandas de ejercicio intermitente y de gran intensidad, el entrenamiento anaeróbico requiere que el trifosfato de adenosina (ATP) se regenere a un ritmo más rápido del que es capaz el sistema aeróbico de energía. Por consiguiente, la diferencia en los requisitos energéticos la suple el sistema anaeróbico de energía, que actúa en ausencia de oxígeno y comprende el sistema anaeróbico aláctico (también conocido como el sistema del fosfágeno o de la fosfocreatina) y el sistema anaeróbico láctico (también denominado sistema glucolítico). Las adaptaciones a largo plazo que ocurren como respuesta al entrenamiento anaeróbico están específicamente relacionadas con las características del programa de entrenamiento. Por ejemplo, las mejorías de la fuerza, la potencia, la hipertrofia, la tolerancia física de los músculos, las destrezas motoras y la coordinación se consideran adaptaciones beneficiosas derivadas de las modalidades de entrenamiento anaeróbico, por ejemplo: el entrenamiento resistido, los ejercicios pliométricos y el entrenamiento de velocidad, agilidad e interválico. El sistema aeróbico tiene, en última instancia, una implicación limitada en las actividades anaeróbicas de gran intensidad, aunque desempeña un papel importante en la recuperación de las reservas de energía durante períodos de ejercicio de baja intensidad o descanso (45).

      Ejercicios como esprines y actividades pliométricas ejercitan sobre todo el sistema del fosfágeno; suelen durar menos de 10 segundos y reducen al mínimo el cansancio permitiendo una recuperación casi completa entre series (p. ej., de 5 a 7 minutos). El entrenamiento anaeróbico de tipo interválico y duración más prolongada recurre predominantemente a la producción de energía del sistema glucolítico, en el cual se adoptan intervalos de descanso más cortos (p. ej., de 20 a 60 segundos) durante el ejercicio de alta intensidad. La integración de ejercicio de alta intensidad con períodos cortos de descanso se considera un aspecto importante del entrenamiento anaeróbico, dado que a menudo se exige a los atletas que se ejerciten casi al máximo en condiciones de fatiga durante la competición. Sin embargo, es crítico que se programe y prescriba un entrenamiento anaeróbico apropiado con el fin de mejorar las adaptaciones fisiológicas que determinan el rendimiento. El deporte competitivo exige la interacción compleja de todos los sistemas de energía y muestra el modo en que todos ellos contribuyen en distinto grado a cubrir las exigencias metabólicas globales de la competición (tabla 5.1).

      Se han documentado gran variedad de adaptaciones físicas y fisiológicas después del entrenamiento anaeróbico, y estos cambios permiten mejorar los valores del rendimiento atlético (tabla 5.2). Entre las adaptaciones encontramos cambios del tejido nervioso, muscular y conjuntivo, así como en los sistemas cardiovascular y endocrino. Comprenden desde cambios que ocurren en la fase inicial del entrenamiento (p. ej., una a cuatro semanas) hasta aquellos que se producen tras muchos años de entrenamiento constante. La mayoría de los estudios de investigación han tratado las adaptaciones en las fases inicial e intermedia del entrenamiento (es decir, de 4 a 24 semanas). Conocer cómo los sistemas individuales del cuerpo humano responden a la actividad física usando el metabolismo anaeróbico proporciona una base de conocimiento a partir de la cual los especialistas de la fuerza y el acondicionamiento físico planifican y predicen el resultado de un programa específico de entrenamiento para, de este modo, centrarse en influir eficazmente en los puntos fuertes y debilidades individuales.

      Muchas modalidades de entrenamiento anaeróbico recalcan la expresión de la velocidad y potencia musculares, y dependen enormemente de un óptimo reclutamiento de las neuronas para lograr un rendimiento máximo (un entrenamiento de alta calidad). El entrenamiento anaeróbico tiene la capacidad potencial de provocar adaptaciones a largo plazo del sistema neuromuscular, empezando por los centros superiores del cerebro y descendiendo hasta el nivel de las fibras musculares individuales (figura 5.1). Las adaptaciones neuronales son fundamentales para mejorar el rendimiento atlético, y el aumento de la fuerza neural es crítica para potenciar al máximo la expresión de fuerza y potencia musculares. Se cree que la fuerza neural aumenta por un mayor reclutamiento muscular (es decir, los principales músculos implicados en un ejercicio o movimiento específicos), una mejora de la frecuencia de activación neuronal y una mayor sincronización de las descargas neuronales durante contracciones musculares de alta intensidad (4, 69, 166, 167, 174). También se cree que se produce una reducción de los mecanismos inhibidores (de los órganos tendinosos de Golgi) con el entrenamiento a largo plazo (1, 63). Aunque no se entienda plenamente el modo en que coexisten estas respuestas complejas, resulta evidente que las adaptaciones neuronales suelen ocurrir antes de que se manifiesten cambios estructurales en el músculo esquelético (167).

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