La vida no admite representantes. Jorge Bucay
Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу La vida no admite representantes - Jorge Bucay страница 2

Название: La vida no admite representantes

Автор: Jorge Bucay

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия: Biblioteca Jorge Bucay

isbn: 9786075572413

isbn:

СКАЧАТЬ alt=""/>Se descubrió y desarrollo la nanotecnología.

      Se demostró que eran posibles la clonación y el desarrollo de células madre.

      Se demostró que existe la neurogénesis tanto celular como funcional.

      China compite con Estados Unidos por ser primera potencia mundial.

      Estos hechos que marcaron el ingreso en el siglo xxi son una parte de aquellos que, a mi parecer, cambiaron el mundo.

      Pero también en estos años:

      Murió mi madre.

      Y pocos años después, murió también mi padre.

      Nacieron mis cuatro nietos.

      Por primera vez en mi vida me animé a escribir una novela (El candidato) que fue premiada en la ciudad de Torrevieja.

      Abandoné mi tarea asistencial y mi consulta.

      Murió Héctor, mi amigo y compañero de ruta durante veinticinco años.

      Desarrollé en Durango, México, el proyecto Desarrollo Humano para Todos, con el fin de hacer realidad un sueño: demostrar que la educación es la herramienta de corrección de los grandes males de la sociedad.

      Fui invitado y visité treinta y ocho de los cincuenta y dos países donde se editan mis libros.

      La madre de mis hijos y yo decidimos dejar de ser un matrimonio difícil y nos transformamos en la amorosa familia que somos.

      Asumí el desafío de montar frente a ocho mil personas mi performance El circo de tu vida en México y lo repetí después en España.

      Con sorpresa fui criticado, injuriado y censurado por algunas personas a las cuales no conozco ni me han leído nunca.

      Con igual o mayor sorpresa fui halagado, premiado y recomendado por otras tantas que quizá tampoco saben nada de mí.

      Hechos mundiales y personales que, entre todos, sin lugar a dudas, cambiaron mi vida en lo personal.

      ¿Y tú? ¿Cómo has pasado estos veinte años?

      ¿Cuál ha sido tu camino?

      Te invito a que detengas la lectura y durante cinco o diez minutos te dediques a pensar en las diez cosas —o cinco o tres—, situaciones, cambios y circunstancias que transformaron tu vida y la de aquellos a tu alrededor. Y después, si quieres, te invito a tomar nota aunque sea de los titulares de esos eventos, para pensar más tarde en qué haremos con ellos.

      Qué tratamiento les daremos, en qué lugar esconderemos, de qué forma mostraremos, cómo seguiremos, con todas esas cosas, grandes o pequeñas, que han pasado en estos años, en nuestras vidas y la de todos.

      Decía el gran Antonio Porchia:

pg15

      Había una vez dos monjes zen que caminaban por el bosque de regreso al monasterio. Cuando llegaron al río, una mujer lloraba en cuclillas cerca de la orilla. Era joven y atractiva.

      —¿Qué te sucede?le preguntó el más anciano.

      —Mi madre se muere. Está sola en casa, del otro lado del río, y yo no puedo cruzar. Lo intentésiguió la joven—, pero la corriente me arrastra y no podré llegar nunca al otro lado sin ayuda... Pensé que no la volvería a ver con vida. Pero ahora... Ahora que han aparecido ustedes, alguno de los dos podrá ayudarme a cruzar...

      —Ojalá pudiéramosse lamentó el más joven—. Pero la única manera de ayudarte sería cargarte a través del río y nuestros votos de castidad nos impiden todo contacto con el sexo opuesto. Lo tenemos prohibido... Lo siento.

      —Yo también lo sientodijo la mujer. Y siguió llorando.

       El monje más viejo se arrodilló, bajó la cabeza y dijo:

      —Sube.

      La mujer no podía creerlo, pero con rapidez tomó su hatillo de ropa y subió a horcajadas sobre el monje.

      Con bastante dificultad, el monje cruzó el río, seguido por el joven.

      Al llegar al otro lado, la mujer descendió y se acercó al anciano monje con intención de besar sus manos.

      —Está bien, está biendijo el viejo retirando sus manos—, sigue tu camino.

      La mujer se inclinó con gratitud y humildad, recogió sus ropas y corrió por el camino hacia el pueblo.

      Los monjes, sin decir palabra, retomaron su marcha al monasterio. Aún les quedaban diez horas de caminata...

       Poco antes de llegar, el joven le dijo al anciano:

      —Maestro: usted sabe mejor que yo de nuestro voto de abstinencia. No obstante, cargó sobre sus hombros a aquella mujer a través de todo lo ancho del río.

      —Yo la llevé a través de todo lo ancho del río, es cierto, pero ¿qué te pasa a ti que todavía cargas con ella sobre los tuyos?

      La sentencia de Porchia suena contundentemente cierta, y aunque veinte años no son cien años, son muchos años.

      Ojalá puedas coincidir conmigo y aceptar sin dudarlo la secuencia de los hechos históricos que, más allá de nuestra valoración de ellos, anidan en nuestros recuerdos. En lo personal sé que gracias a estos hechos de dentro y de fuera, buenos y malos, alegres y tristes, y especialmente gracias a la forma en la que se presentaron, soy quien soy.

pg17

      Freepik

СКАЧАТЬ