Название: Fotografía infantil
Автор: Manuel Santos
Издательство: Bookwire
Жанр: Сделай Сам
Серия: FotoRuta
isbn: 9788412251302
isbn:
TRUCO
Si no dispone de un reflector profesional busque otros materiales alternativos en su hogar. A veces un simple periódico abierto colocado en el lado opuesto a la fuente de luz es suficiente para rellenar las sombras de su bebé y mejorar notablemente su fotografía. También analice la habitación buscando posibles reflectores ya presentes, por ejemplo: si su salón dispone de un sofá de colores blanco o crema, puede situar al bebé sobre el sofá de manera que un lado de su cara reciba la luz directa desde la ventana y el otro lado reciba la luz reflejada por los cojines del respaldo del sofá.
También le recomendamos que adquiera un par de cartulinas blancas, que puede disponer, por ejemplo, sobre una mesa delante del niño para reflejar la luz desde abajo si lo fotografía cuando el Sol está ya demasiado alto, para evitar unas sombras excesivamente oscuras debajo del cuello y los ojos.
Si quiere un efecto de relleno más notable, seguro que en su cocina puede encontrar un trozo de papel de aluminio y pegarlo con cinta adhesiva a un cartón si desea un reflector metalizado, o también fijarlo con chinchetas a una pared para completar la iluminación de su retrato desde el otro lado.
También puede usar una pared cercana de color claro para rebotar su flash y simular una luz de ventana lateral. Verifique que el color de la pared sea blanco o un tono muy suave para que no produzca dominantes de color. Asegúrese de que toda la luz de su flash se dirige hacia la pared y no hay ningún accesorio que la envíe directamente al modelo. Con esta iluminación se consigue una atractiva luz suave y con sombras de contornos poco definidos. Procure rellenar un poco desde el otro lado, por ejemplo si su flash lo rebota en una pared a la derecha del sujeto, coloque un reflector improvisado a la izquierda para que las sombras no sean excesivamente densas.
Paraguas
Es un accesorio muy usado, sobre todo fuera del estudio, porque es ligero y muy útil para suavizar la luz de fuentes luminosas puntuales como el flash portátil. También son interesantes por su reducido coste para las madres o padres aficionadas que desean configurar su pequeño kit de iluminación.
En los paraguas reflectores el flash se rebota sobre ellos de forma que el cono de luz se amplia y se suaviza y resulta menos dura. En los paraguas difusores, la luz del flash pasa a través de la tela del paraguas resultando más difusa que provoca sombras con bordes más suaves. Existen paraguas que pueden configurarse para ser usados tanto como reflectores o como difusores.
A Alba Soler le fascinaba este pequeño rincón de un jardín pero la luz solar empezaba a escasear, de modo que decidió usar un paraguas de gran tamaño para recrear una luz suave de un día nublado. Para ello situó el paraguas reflector XL a la derecha y un poco por detrás de la posición de la niña, al objeto de que las sombras generadas dieran volumen al rostro y a sus piernas.
Canon 5D Mark III, Sigma 50 mm f/1,4, ISO 500, f/3,5, 1/200 s.
Los paraguas logran expandir mucho el pequeño cono de luz de un flash portátil permitiendo que ilumine un área extensa de manera más uniforme. Por ello son también muy apropiados para fotografiar grupos en interiores, por ejemplo los padres jugando con sus hijos. Le mostraremos en el capítulo 4 cómo iluminar en las casas de sus clientes con uno o dos flashes con paraguas. Los paraguas de gran tamaño, también denominados XL, tienen diámetros superiores a 100 cm y consiguen iluminaciones muy naturales en escenarios fuera del estudio donde escasee la luz.
Ventanas
Manuel González y Pepa Valero prefieren la luz de ventanas a la que se consigue con paraguas porque, sobre todo los pequeños, tienden a tener una fuerte variación de intensidad entre la zona central de la luz y los extremos, mientras que las ventanas logran una distribución más homogénea con intensidades más similares en esos puntos. En el caso de Manuel considera también que el reflejo de ojos es muy importante y prefiere un reflejo de ojos rectangular como el de una ventana que el octogonal o redondo de los paraguas; pues dependiendo que cómo situemos el ángulo de iluminación los reflejos redondos u octogonales se nos pueden meter en la pupila o incluso perderse, cosa que le molesta bastante. En las fotografías adjuntas puede observar una muestra de ambos reflejos en las cuales se aprecia perfectamente lo que Manuel nos cuenta.
Detalle de retrato hecho con Softbox Octogonal (izquierda) Retrato con Softbox Rectangular (derecha). Fotografías: Manuel González.
Los accesorios de iluminación con forma de ventanas permiten transformar la luz puntual de su flash o bombilla en una luz similar a la ofrecida por una ventana con luz de día. Lo consiguen mediante un interior de material reflectante donde rebota parte de la luz del flash y una pantalla difusora que suaviza la luz transmitida, de manera que obtiene una luz más suave y con una distribución más uniforme que la proporcionada por un paraguas difusor. Además, las ventanas están completamente cerradas excepto en el lado frontal y no permiten que la luz salga por los lados, evitando así que pueda entrar luz directamente en el objetivo o que se proyecte accidentalmente sobre una zona de la escena no deseada, como sí puede suceder con los paraguas.
Pepa Valero usó una ventana de tamaño mediano situada en un lateral, aproximadamente a un metro a la izquierda de la niña para que la luz fuera suave en su rostro pero ofreciera sombras suficientes para moldear su volumen, así como los pliegues de la falda. Pequeños detalles, como las hojas secas de otoño, pueden introducir elementos discordantes que intrigan al espectador. ¿Dónde se encuentra la niña? Únicamente con esos elementos de atrezo Pepa Valero convierte su estudio en una casa abandonada, donde la preadolescente se refugia. Observe el cuidadoso ajuste del color en la postproducción digital, la imagen se articula en torno a dos gamas de colores poco saturados: azules muy grisáceos y fríos que contrastan con los tonos dorados y pardos de la piel, las hojas y los muebles. En los capítulos 9 y 10 se explican técnicas sencillas y rápidas para lograr estas atractivas armonías de colores.
Nikon D800, Nikkor 50 mm f/1,4, ISO 800, f/1,4, 1/160 s.
Para fotografía de niños se usan frecuentemente ventanas verticales que permiten suavizar la luz pero mantienen una cierta direccionalidad que aporta volumen a los niños. Las de tamaño reducido (30 x 90 cm o 50 x 90 cm, por ejemplo) son perfectas, ya que posibilitan iluminar uniformemente desde los pies a la cabeza incluso hasta a un niño de unos 10 años de edad. “Los tamaños superiores no aportan nada extra y además pueden ser engorrosas de manejar, sobre todo en exteriores donde no siempre se dispone de un ayudante para que la sostenga cuando hay viento y riesgo de que se caiga” destaca Alba Soler.
Aunque es una fotografía tomada en estudio, Manuel González deseaba crear una atmósfera fresca y natural, como si la imagen estuviera captada en la propia casa del niño; para conseguirlo СКАЧАТЬ