Fútbol total. Jürgen Weineck
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Название: Fútbol total

Автор: Jürgen Weineck

Издательство: Bookwire

Жанр: Сделай Сам

Серия: Fútbol

isbn: 9788499108490

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СКАЧАТЬ 120 y 160 pulsaciones por minuto) durante la fase de recuperación (ver Wie- neke, 1990, 52).

      En las carreras más intensas deberá correrse «en ritmos» dentro del um bral aeróbico (ver p. 88) con una frecuencia cardíaca de unas 175 pulsaciones por minuto. Correr «en ritmos» significa que el jugador intenta correr durante tanto tiempo como sea posible de esta forma óptima para desarrollar la resistencia aeróbica y entre ritmos corre a menor intensidad. Las carreras con cambios de ritmo deberán estructurarse de tal manera que se vaya sobrepasando siempre un poco el umbral aeróbico y se llegue a una falta de oxígeno que se recuperará en la fase siguiente. Deberá prestarse atención para que al cambiar de ritmo no se llegue a una intensidad demasiado alta para evitar la hiperacidez y el sobreesfuerzo que ello conlleva. El ritmo deberá controlarse según cada uno: si el jugador se siente bien puede aumentarlo un poco, si se siente algo cansado puede reducirlo hasta que vuelva a estar en forma. Junto con el cambio de ritmo también debería pasarse de «correr en línea recta» a correr con cambios de dirección, ya que de esta forma se acondicionarán además diferentes grupos de músculos poniendo así la base para el desarrollo de la resistencia específica del fútbol.

      Con el método del cambio de ritmo y las formas complejas de juego se adiestrará bioquímicamente la capacidad de poder pasar acíclicamente del metabolismo de las grasas al metabolismo de los hidratos de carbono. De esta forma se optimiza la capacidad de recuperación con este tipo de esfuerzo específico del fútbol (ver Dressel/HackAVeicker, 1984,31). Con esta estructura de intervalos la reserva de lactato debería aumentar máximo hasta 6 mmol/1 y la frecuencia cardíaca ser de 170-180 pulsaciones por minuto.

      Si al principio del período preparatorio lo más importante era el aumento de la capacidad aeróbica en relación al metabolismo de grasas, al aumentar la intensidad y con las carreras de cambio de ritmo esto se modifica y tiende más al metabolismo de los hidratos de carbono. Los hidratos de carbono juegan un papel muy importante para garantizar un juego intenso.

      Debido a la alta intensidad se produce una pérdida más marcada de las reservas de energía musculares y hepáticas (del hígado) con la consiguiente posterior supercompensación. El jugador entrenado, tal como ya se ha dicho anteriormente, puede prácticamente doblar las reservas de azúcar (ver p. 39) y se enfrenta al juego de forma muy diferente. Además la capacidad de regeneración de las reservas de fosfatos también mejorará gracias a la optimización de las reservas de energía: el jugador cada vez está en mejor condición de poder realizar ejercicios repetidos de alta intensidad y corta duración -formados especialmente por las típicas acciones del fútbol de unos 25 m- sin pérdidas de velocidad que valga la pena mencionar- Para que esto sea posible es necesario entrenar 4-5 veces a la semana.

      El jugador tampoco corre el peligro en una carrera de este tipo -lo que es muy temido en los entrenamientos de resistencia- de que las fibras FT tan importantes para el futbolista en relación a la velocidad y fuerza-potencia, se conviertan en fibras ST -que se desarrollan con el entrenamiento de resistencia (ver Howald, 1989, 22)

      Un entrenamiento diario de una media hora junto con un entrenamiento de velocidad específico para el fútbol sólo hará aumentar la resistencia básica de los deportistas «mixtos» como los futbolistas. Sólo si se efectuase un entrenamiento diario de varias horas se producirían modificaciones estructurales, pero no sucedería al practicar sólo una media hora diaria.

      Atención: después de ejercicios de resistencia muy intensos, especialmente con carreras de cambio de ritmo forzado, se efectuará una pérdida del glucógeno muscular cuya restitución puede durar hasta 48 horas. Por lo tanto, no es muy indicado querer correr largas distancias siempre a una velocidad elevada o con cambios de ritmo muy acentuados, ya que de esta forma debido al efecto acumulativo (ver ilustración 47) puede darse un empobrecimiento progresivo del glucógeno con una pérdida de la capacidad de resistencia. Los cambios de ritmo en esta fase serán correctos cuando después de un aumento del ritmo durante no mucho tiempo vuelva a efectuarse una larga fase de recuperación en la cual puedan volverse a eliminar mediante la oxidación los productos metabólicos como el lac- tato.

      A pesar de que para conseguir una resistencia básica no debería modificarse nada de lo dicho, el desarrollo de la resistencia durante el verano, debido a que el tiempo de preparación es algo menor, será ligeramente diferente. Tanto en el fútbol profesional como también en el júnior amateur y senior (que se efectúa más durante las vacaciones) se dispone generalmente de un tiempo de vacaciones de unas 4 horas semanales. Este tiempo más reducido de preparación tiene ventajas y desventajas (ver Bisanz, 1989, pág. 64).

      La ventaja de un tiempo de preparación corto es que el jugador tiene todavía mucho potencial de la temporada anterior, de modo que no tiene que empezar otra vez desde cero, sino que puede empezar ya a un nivel de rendimiento bastante alto. La desventaja es que el tiempo de regeneración y el tiempo para curar las lesiones normalmente es demasiado corto y no será suficiente después de unas vacaciones de 4 semanas «activas» (ver también pág. 139) para desarrollar de forma óptima la resistencia especial para el inicio de la liga. Por este motivo no hay una fase cerrada en la preparación de la nueva ronda de partidos del campeonato, sino que el entrenamiento se efectuará de forma conjunta y relacionada (ver Bisanz/Gerisch, 1988, pág. 63).

      Queda muy claro pues que para desarrollar de forma óptima la resistencia básica deberá acentuarse el entrenamiento de resistencia al principio de la liga. En los grupos no profesionales deberán realizarse como «solución de emergencia» sesiones de entrenamiento «sólo» con entrenamiento de resistencia aeróbica, que también deberá efectuarse en forma de entrenamiento en casa, y de forma paralela a los partidos.

      Cuanto más bajo sea el nivel de rendimiento y el número de las sesiones de entrenamiento, más pronto deberá empezarse con entrenamiento más complejo (ver Koch, 1984, pág. 20; Wenzlafif, 1985, pág. 15; Vieth, 1988, pág. 36; Schaefer, 1989, pág. 19).

      Sin embargo, debe tenerse en cuenta que durante el entrenamiento de resistencia complejo y similar al juego real se efectúa una forma mixta aeióbica/anaeróbiea y no se realiza, como sería ideal para la resistencia básica, una preparación puramente aeróbica en la cual todos los factores que influencian la capacidad aeróbica sean entrenados de forma óptima (ver página 33 ss.).

      Para minimizar las desventajas de la mejora de la capacidad de rendimiento mediante formas complejas y parecidas al juego con sus fuertes aumentos de intensidad, Vieth ofrece algunos consejos muy importantes:

      –Selección de las formas de entrenamiento y de juego adecuados.

      –Elección de un terreno de juego relativamente grande:

      a)Los campos de juego grandes en relación al número de jugadores requieren un esfuerzo condicional alto pero relativamente regular, ya que al tener el campo de juego más amplio se disminuye el número de ataques directos y se facilita un juego conjunto más seguro así como también un mejor juego sin pelota.

      b)Facilita el juego en conjunto gracias al número de repeticiones de las jugadas.

      –Reducción del número de jugadores en los grupos de entrenamiento.

      a)Mediante grupos de pocos jugadores se requerirá un esfuerzo continuado de cada uno de los jugadores.

      b)La duración del juego en relación al número de jugadores es relativamente grande.

      –Garantiza un ejercicio de resistencia continuado.

      Deberá haber pelotas de recambio y deberán efectuarse juegos con «porterías abiertas» para evitar interrupciones en el juego y en el esfuerzo.

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