Tratamiento del dolor en los 106 puntos tendinomusculares™ (Color) Flossing. Colette Bacchetta
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Читать онлайн книгу Tratamiento del dolor en los 106 puntos tendinomusculares™ (Color) Flossing - Colette Bacchetta страница 5

СКАЧАТЬ Bacchetta es un ejemplo de integración entre medicina tecnológica y medicina tradicional. Si nos interesamos un poco por otras culturas, no es algo nuevo decir que el universo está compuesto tanto por materia como por energía e información. Sin embargo, no está de más reconocer que la energía es un concepto físico o biofísico difícil de objetivar. ¿Pero cómo integrar el concepto de enfermedad que propone, por ejemplo, la medicina china, que considera que son múltiples las energías que atraviesan nuestro cuerpo y que reaccionan al estado del entorno y a las fuerzas del más allá? Colette Bacchetta no ha caído en la trampa de explicaciones pseudocientíficas que no hacen más que perjudicar la integración con las ideas completamente válidas de la medicina, digamos, convencional. No hay más realidad que la Realidad, de la que nadie es propietario.

      Esta obra, que es una historia de salud entre la tierra y el cielo, es un bello ejemplo de fecundación transcultural y quisiera expresar todo mi reconocimiento al coraje editorial de Dominique Frison-Roche por permitir que se conozca el notable trabajo de Colette Bacchetta.

       Profesor Gérard Ostermann

      Profesor de terapéutica, médico internista, psicoterapeuta analista, terapeuta EMDR-HTSMA (Hipnosis y Terapia Estratégica por Movimientos Alternativos), administrador de la Sociedad Francesa de Alcohología, líder Balint, miembro del Observatorio Francófono de Medicina de la Persona, responsable de la formación sobre trastornos del habla de la Universidad de Burdeos (Burdeos 2)

      Es indispensable ayudar a nuestros pacientes a encontrar sus recursos y desarrollar su potencial...

      Tras leer este notable trabajo, dos palabras esenciales se hicieron eco en la clínica en la que ejerzo mi profesión: energía y lazos, indispensables para que el individuo encuentre la armonía en su vida. El binomio cuerpo-mente debe permitir a la persona mantener su sistema en equilibrio; es la homeostasis. Pero también tiene necesidad de compartir lazos tranquilizadores con los demás para crecer y construir su vida. Si el cuerpo humano deja de regularse como es debido, es señal de que hay algo que bloquea y mantiene el proceso de disfunción. El enfoque terapéutico de la autora y mi práctica psicoterapéutica tienen en común que proponen a nuestros pacientes herramientas que podrían modificar y suavizar su relación con su cuerpo y, por tanto, con ellos mismos, con los demás, con el mundo y con el medio ambiente.

      Mi trabajo en el Centro de Evaluación y Tratamiento del Dolor Crónico me ha permitido comprender que el dolor del cuerpo limita al individuo. En el ámbito psicosomático, el dolor, que se vive en primera instancia en el cuerpo, trabaja la limitación del individuo e instaura la envoltura corporal como límite exterior del aparato psíquico. Por lo tanto, podría decirse que el dolor está a la misma distancia de la psique e interviene en ambos campos. Se crea en el cuerpo y es ciento por ciento físico, pero se siente a nivel psíquico y repercute a su vez en el cuerpo, y entonces es ciento por ciento mental. Proponer un acompañamiento a nuestros pacientes en un mismo lugar permite reunificar la entidad cuerpo-mente. Ocuparse de ellos, escucharlos, interesarse a la vez por su cuerpo y sus emociones es algo valioso. Se trata de ayudarles a restablecer el equilibrio entre su cabeza y su cuerpo. Hacer que la energía circule con mayor libertad para que puedan establecer lazos con los demás y vivir en serenidad. Este es el estado relacional que Colette Bacchetta desarrolla en este libro. Sin lazos, el hombre no puede vivir. Necesita estar unido a sí mismo para poder unirse a los demás. Tener los dos pies bien anclados en la tierra y la mente abierta para recibir y compartir.

      Así pues, ya partamos del cuerpo o de la mente, en el tratamiento es indispensable ayudar a nuestros pacientes a encontrar sus recursos y desarrollar su potencial; en el fondo, volver a ponerlos en marcha para que estén vivos y en la vida.

       Florence Abel

      Psicóloga clínica en el Centro de Estudio y Tratamiento del Dolor del Hospital Pellegrin de Burdeos

      Captar, definir, evaluar y localizar el dolor para poder combatirlo mejor...

      Durante el seguimiento postoperatorio del antepié operado, el kinesioterapeuta, con ayuda de su tratamiento exclusivamente manual, debe intentar devolver al órgano dañado, débil y álgico su función estática: permanecer de pie, así como su función dinámica: la recepción, el desarrollo del pie en el suelo y la propulsión del paso.

      Para empezar, usando las yemas de los dedos debe captar, definir, evaluar y localizar el dolor para poder combatirlo mejor. Es un combate difícil salpicado de períodos efímeros de remisión y de recaída en los que no hay que darse por vencido, perseverar y convencer para, finalmente y de forma duradera, disminuir la frecuencia y la intensidad del dolor.

      El kinesioterapeuta tiene su lugar dentro del equipo pluridisciplinar y su impacto en el seguimiento postoperatorio se intensifica gracias al trabajo de equipo (cirujanos, podólogos, kinesioterapeutas, reflexoterapeutas, dermatólogos, etc.) en el que el intercambio, la comunicación y la unidad son factores de éxito.

      Y es en este ambiente de comunicación donde el Institut Aquitain du Pied se ha desarrollado, desde su creación en 2002, con el objetivo de ofrecer al paciente dolorido la competencia de cada uno, muestra de serenidad y capacidad para compartir el tratamiento.

      El cuerpo es un dispositivo complejo en el que se mezcla lo físico y lo espiritual.

      El kinesioterapeuta, a menudo demasiado cartesiano, quiere analizar, palpar, tocar, masajear, movilizar y, sobre todo, comprender, pero en ocasiones lo inexplicable se le puede escapar entre los dedos porque no trata tan solo un pie, sino ante todo a una persona. Entonces el reflexoterapeuta sabrá cómo tomar el relevo evolucionando en una dirección diferente, no solo en el plano físico, sino también hacia donde lo psíquico y lo emocional se fusionan. En ese momento, el enfoque se vuelve más global con un único objetivo: aliviar.

      ¡Qué órgano tan delicado y apasionante es el pie!

      El kinesioterapeuta o el terapeuta, de forma más general, si quiere calmar, aliviar e, incluso, sanar, debe ganarse irrevocablemente la confianza de su paciente, entrar en comunión con él, escucharle, aconsejarle, estimularlo e, incluso a veces, frenarlo. En resumen: acompañarlo además de tratarlo.

      Actuar es convencer.

      En esta intervención postoperatoria es necesario tranquilizar al paciente, protegerlo... ¡Y también quererlo!

       Paul Rochet

      Masajista kinesioterapeuta, Institut Aquitain du Pied, Hospital privado Saint Martin (Pessac), Clinique du Sport (Mérignac)

      Profesor del Instituto de Formación en Maso-kinesioterapia, IMS-Pellegrin (Burdeos)

      PARTE I

       Aproximación teórica al método Pyé-Ko Kan-3®

      El hombre pared y la luz, Colette Bacchetta (1990), pastel al óleo sobre arpillera, 90 x 90 cm.

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      LIBRO 1

       Tratamiento del dolor en los 106 puntos tendinomusculares (TM)

      El método Pyé-Ko Kan-3® aplicado al cuerpo

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